martes, 23 de septiembre de 2014

Los ataques militares de EE.UU. sobre Ar Raqqah y Abou Kemal o el inicio de la guerra caliente en Medio Oriente

En la noche del lunes 22 de septiembre 2014 las fuerzas aéreas de los EE.UU. han iniciado un ataque al oriente de Siria sobre los bastiones  de Ar Raqqah, Abou Kemal, Dayr az Zaur y Al-Hassaka del Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL). En días pasados el presidente Obama había anunciado la intervención militar contra posiciones en Irak y en Siria. Lejos de buscar una cooperación militar o de tener incluso contacto con el gobierno de Damasco, la estrategia de Washington fue de colaborar con la “oposición moderada” siria, ergo el Consejo Nacional Sirio en el exilio. También se encargaron de no entrar solos, pues viene con sus aliados árabes, específicamente Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos (EAU),  Jordania, y Qatar, además de la participación de Turquía, con lo que Obama insistía repetidas veces que no va sólo a la guerra.

El presidente sirio Bashar Al-Assad por su lado afirmo que toda intervención de la armada de EE.UU. en territorio sirio sería considerada una agresión contra la nación. Y por lo tanto además de constituir una violación de leyes internacionales, es una negación de la soberanía siria, que no caduca, aunque el territorio esté ahora mismo administrado por una organización islámica fuera de control. Tanto Al Assad, como el canciller Wualid Moualem, fueron abiertos a un compromiso en el afán de erradicar el terrorismo, un esfuerzo que se está llevando desde al menos tres años por parte del estado sirio. Los rusos a su vez replicaron que esta intervención era una clara violación de las leyes internacionales, y que era necesario que ésta fuera consultada con el gobierno de Damasco. Al parecer la embajadora ante las Naciones Unidas,  Samantha Powers le hizo llegar un aviso a su par sirio Bashar Jaafari horas antes de que está inicie la operación. De este modo quien diga que el gobierno sirio no supiese de los ataques.

 La estrategia de Obama va en realidad mucho más lejos que lo que quiere mostrar, puesto que por un lado dicen que formalmente están yendo tras los milicianos del estado islámico, pero a la vez aprovechan curiosamente la oportunidad para reforzar su ayuda material y financiera a los grupos armados considerados moderados. Estos deben ser según ellos hacer frente no solo a las fuerzas islámicas del frente al nursa y del EIIL, sino que a la vez al gobierno opresor  de Damasco, del cual deben de liberar el país eventualmente. Es tal que la verdadera razón aquí es de lograr lo que el verano pasado no se pudo, la intervención militar directa. Obama buscó el pretexto del EIIL, para de ahí salir a Iraq, y porque no, de ahí a Siria, puesto que la organización se encuentra en ambos lados de la frontera. Sin embargo todo este tortuoso argumento sirve para apoderar a los grupos que numéricamente están  a la baja, y que necesitan de nuevo un fuerte influjo de dinero y armas para revivir. Estos grupos estarán en un inicio empujados a conquistar territorio tomado por el Emirato, para ellos ser los nuevos administradores, que en la medida que se fueran expandiendo, en la guerra contra el ejército regular, conquisten el  país, con la misma semblanza que fue en Libia. Siendo apoyados por  varias naciones árabes, que en este caso suplen la legitimización ante el mundo musulmán, y con el apoyo tácito de Occidente, sería una cuestión de tiempo, que el gobierno de Bashar Al-Assad capitule.

Viendo en retrospectiva parecería que hubo una cierta intencionalidad tanto por parte de EE.UU., pero también de Turquía o las monarquías del Golfo,  de tolerar y a veces ayudar a las fuerzas anti-assad, sin considerar el riesgo que esto podría acarrear. Arabia Saudita y Turquía son en primer lugar responsables del auge de este nuevo actor. Ellos con el afán de debilitar a Assad no vieron que los resultados a menudo no son lo que se esperaba. Ahora que se ha asentado en las principales ciudades del norte de Irak y el oriente de Siria, viene la culminación, pues de ahora en adelante es un deber de la alianza contra el EIIL, de derrotar a sus antiguos mercenarios ahora fuera de control.

La guerra ahora si ha comenzado de nuevo en Medio Oriente, con la activa presencia de fuerzas armadas de EE.UU., Bahréin, Qatar, y los EAU entre otros, la militarización se ha vuelto regional, y la persistencia de Occidente de poner en pie un régimen nuevo en suelo sirio, cueste lo que cueste. Tras tres años de guerra civil que no han girado en la dirección correcta, es hora de ayudar de forma más evidente imposible, la oposición va y tiene la obligación de ganar esta guerra, esto es lo que queda más claro que el agua. Que el cinismo llegue a niveles inauditos, donde un contacto informal entre dos embajadores acreditados ante la ONU, nunca va a ser equivalente a una verdadera cooperación o colaboración tácita del invadido, esto más que una falacia, es una provocación pura y dura.

 De pasó está que cuanto más inestable sea esa zona mejor, pues para quien esté lejos del estallido, no hay bien que por mal no venga. Hay venta  de armas, flujo de dinero, y razones de poder para volver una vez más a una economía de guerra, cuando la recesión está más que presente en EE.UU. y en otras tantas economías europeas occidentales que simplemente no salen del hoyo. Como todo este mundo es multicausal, ni siquiera son los luchadores por la liberación  siria de la tiranía, quienes importan, aquí,  ni mucho menos la presencia de un estado islámico sui generis, sin reconocimiento, a dos lados de la frontera común sirio-iraquí. Nada de eso es, es la ulterior voluntad de los regímenes imperialistas, de derrocar al presunto dictador, porque fueron mandados a hacerlo por fuerzas superiores. Visto que aquí está tomando demasiado tiempo, con un poco menos de elegancia, tuvieron que meter mano, antes de que perdieran sus huestes enteramente.  

La agenda de Occidente es siempre fue el “regime change”, y referido a lo anterior, demasiado tiempo se buscó una aparente solución política, como para justificar el acto final. Si lo que importa es el resultado, y no el orden de los factores, se buscó la forma de entrar ahí sin pedir permiso, y a como fuerza de vanguardia contra el gobierno legítimo. Como no se pudo de forma directa, hubo que dejar que un estado islámico se asentara ahí, para entonces recuperar el control del territorio, y finalmente entregarlo en bandeja a la mal llamada oposición moderada. Sea quien fuera, su suerte no será más que temporal, sino véase lo que pasó en Libia e imagínese hasta dónde se puede llegar aquí.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Sobre la Cumbre de Cardiff de la OTAN o la escalada de tensión ruso-ucraniano-occidentales

La cumbre de la OTAN en Cardiff en el país de Gales que se inauguró el día de hoy se presenta en un momento decisivo para tanto la alianza transatlántica como para Ucrania. La presencia de Petro Poroshenko en Cardiff fue clave para la reunión, donde participan tanto potencias europeas y EE.UU. con con Ucrania, para la puesta en claro de un  plan para llegar a una paz duradera en la nación centroeuropea. No obstante la proposición de Putin de un plan en siete puntos hacia Kiev, la cual el primer ministro Yatseniuk ya rechazó por su lado, no pudieron hacer cambiar de opinión a las naciones líderes de este pacto militar. Lejos de distanciarse de más sanciones en contra en Moscú, la ministra de relaciones exteriores italiana que tiene la presidencia pro-tempore de la Unión Europea, reafirmó que estas son necesarias para proteger a los intereses ucranianos en esta contienda. Además de acusar a Moscú  de estar tener presencia militar y de brindar apoyo directo a los grupos rebeldes desde el mismo ejército, todo esto claro sin poner de por medio ningún tipo de prueba irrefutables a la luz.

Una reunión de este tipo, donde los principales líderes occidentales se junten en una mesa para dialogar y afirmar la unidad de la Alianza Transatlántica, no se podría esperar un mensaje menos belicoso, puesto que después de la breve visita de Obama a Tallin, Estonia el día de ayer, estamos viendo cómo ni los occidentales ni los rusos están dispuestos a dar un paso atrás, con la reserva claro de que el involucramiento ruso en el este ucraniano no sea que una hipótesis, más que una realidad confirmada. Tampoco se puede ignorar que el tema de la Crimea, ya viejo de varios meses no parece más que el pretexto más tangible para no bajar un ápice la presión ejercida sobre la nación euroasiática, la cual ya fuertemente bajo presión internacional, no ha caído aún en la provocación permanente  a la que ha sido expuesta.

A modo de repaso la situación de la Crimea es tan delicada, puesto que su pertenencia a Ucrania es tan sólo vieja de setenta años, antes de la adhesión a la Federación Rusa,  y de ningún modo existía un acuerdo fronterizo propiamente dicho para la delimitación de fronteras en el pasado que asegurara su permanencia en Ucrania, que tan solo le anexionó en el año 1954. Si bien es cierto que Kiev siempre ha estado en una situación complicada entre Rusia y sus vecinos europeos occidentales, los cuales han visto en ella una forma de poner en jaque al viejo enemigo de la guerra fría. A estas alturas todas las reservas ya han caído, y el tono acusador en contra de Rusia se ha convertido en la regla por parte de sus integrantes, chicos y grandes, sin por ello entrar en las razones particulares.

Italia desde su postura particular no es de las naciones más anti-rusas, cuando consideramos incluso la antigua amistad entre el ex primer ministro Silvio Berlusconi con Vladimir Putin, y su posterior visita cuando Enrico Letta aún gobernaba previo a Renzi. La titular de los asuntos exteriores, Federica Mogherini, quien hace un equilibrismo entre la amenaza por parte del bloque europeo, y la búsqueda de una solución política entre las partes, insiste no obstante no sólo en la corresponsabilidad de Rusia en el asunto, además en que la integridad de Ucrania va por encima de otra cosa.

En el  escenario mismo vemos que la cuestión es un tanto más complicada, pues las poblaciones que hoy  combaten a las fuerzas gubernamentales, son y se dicen ucranianos de origen ruso, pues es sabido que esa parte no pertenecía a Ucrania hasta su creación como estado independiente cuando la disolución de la ex URSS. Ellos con ayuda de voluntarios de muchos países, incluyendo a rusos, y con armamento de fabricación rusa, pues esta es una importante productora de armas, no tiene ni demuestra en sí en nada que la mano de Putin está en la región. Todo el contrario, el gobierno ruso se dice preocupado por la presencia de cuerpos armados no controlados en las fronteras de su país. Dicho de paso no ha habido formalmente ninguna invasión territorial rusa, que fuera una incursión accidental y nocturna, como ha pasado también por parte del ejército ucraniano.  Lejos de ser una batería de argumentos irrefutables, estas son una vez más una serie de falacias, que sostienen un  discurso anti-ruso y absolutamente ideológico con fines de aislar a la nación, que hace apenas veinte años aún era el enemigo a vencer, y desde el colapso de la URSS, no ha estado en la condición de poner condiciones propias en el escenario internacional. Ahora que vemos que la bipolaridad ha vuelto, al menos en apariencia, la retórica en general no ha dejado de inundar las noticias del mundo, con acusaciones que no son nunca posibles de confirmar ni de refutar.

La cumbre también ha puesto el  escenario el tema de Irak, y el Estado Islámico ahí presente, como también en el oriente de Siria. Es curioso como ahora las fuerzas de la OTAN; en particular David Cameron, anfitrión de la cumbre, no duden en atacar a las posiciones del estado, pero en Siria, y sin la colaboración del gobierno sirio, que es el legítimo gobernante. La aparente necesidad de su parte para vencer a los que ellos mismo ayudaron a llegar al poder mediante el apoyo material y político, en contra  de un gobierno constitucional, no es más una prueba de la persistente miopía occidental, y de su rechazo de reconocer a estas alturas que Bashar Al-Assad no sólo es un actor necesario en la zona, sino que su ayuda sería tanto más útil, en la medida que este territorio volviera a estar pronto bajo la autoridad de Damasco, eso por lo visto no es ni deseable, ni probable desde la perspectiva de David Cameron y de Barack Obama. Siria sería una operación que se haría sin consultación alguna, ni consentimiento de parte del gobierno sirio, y por lo tanto esto abre un precedente incomparable en las leyes internacionales, que buscan ante todo llevar el diálogo internacional ante de la confrontación.

La Cumbre de Cardiff es sin duda una cita importantísima para Occidente y para EE.UU., que ven como una Rusia que entra en una espiral de problemas económicos, pero que también ha sabido jugar sus cartas excelentemente, ha abierto sus propios espacios desde donde protegerse de cualquier agresión, y quiere ganarse su propio espacio económico, con China y con la unión euroasiática, la cual sería el contrapeso a la Unión Europea, con la que cada día tiene menos que discutir, y la cual le impone sanciones cada vez más importantes.   

Si de soluciones políticas se trata estas son sin duda una mera fachada, la cual sirve para poder llevar los objetivos más obscuros de la OTAN,  con una mira anti-rusa indudable.  Para Ucrania son sin duda los interlocutores más importantes los que hoy Poroshenko vio, con el fin de cubrirle las espaldas por ahora contra el enemigo declarado, llamado Rusia.

viernes, 27 de junio de 2014

La Firma de Acuerdos de Asociación y Libre Comercio entre la UE y Ucrania, Moldavia y Georgia en Bruselas o la expansión de la UE en las periferias de Rusia

El viernes 27 de junio de 2014 fue sin duda “histórico” en Bruselas, Bélgica para  el presidente Petro Poroshenko  de Ucrania, y los primeros ministros de Georgia y Moldavia, Irakli Garibashvili y Iurie Leanca respectivamente. En el segundo día de la Cumbre con los tres países se firmaron los Acuerdos de Asociación y  Libre Comercio con la Unión Europea (UE). En el caso de Kiev, ya se habían firmado parcialmente el pasado 21 de marzo pasado, y había quedado pendiente la firma de lo relativo a los temas económicos.  Con gran euforia el presidente de la Comisión Europea José Manuel  Barroso y el presidente del Conejo Europeo Herman Van Rumpuy, quienes fueron los anfitriones de este acto político de grande importancia.

El presidente Poroshenko en su discurso se refirió de forma muy enfática sobre la importancia para Ucrania de este acuerdo, y sobre todo para con los manifestantes del Euromaidan, quienes en su momento justificaron su actuar por la negativa de Yanukovic de firmar ese mismo documento que hoy fuera efectivamente firmado por un presidente ucraniano, quien insistió que “toda Ucrania, incluida Crimea” ahora eran miembros asociados de la UE. Si además consideramos las problemáticas que pueden tener tanto Georgia o Moldavia, ambos países que están claramente en la órbita o colindantes con Rusia. Es más la cuestión de Abjasia y Osetia del Sur, regiones separatistas, ambas respaldadas y reconocidas por Moscú, y en Moldavia la cuestión de la región de Transnistria, que se encuentra enclavada entre Ucrania y Moldavia, país al que nominalmente pertenece. Como vemos la cláusula territorial aquí toca temas muy delicados en la región.

La reacción rusa no se hizo esperar, puesto que el portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskorov criticó la postura de la UE, al presentar hechos consumados, sobre los que se pretende negociar. Dijo que Rusia se defendería si sus intereses económicos fuera trastocados por un acuerdo con la UE, y mostró su escepticismo acerca de su alcance real, sin por ello contestar su derecho de elegir su política exterior.
La UE ha ganado un poco más de terreno en Europa del este, en una ofensiva diplomática sin igual, que busca respaldar en algún modo la agenda militar de EE.UU., que está buscando sin cesar la forma de crear más turbulencias políticas y por ahí provocar a Moscú desde su propia periferia. Dado que las poblaciones rusas en territorios separatistas de estos tres estados son y representan para Putin un punto de  atención particular, no es de dudar que hayan aprovechado en cierto modo los europeos la derogación de las leyes que fueron votadas para el apoyo a los rusos en las ex repúblicas soviéticas. Pues con este paso por parte del parlamento ruso, la UE se siente fuerte para una movida decisiva en el posicionamiento regional junto con los estadounidenses.

Mientras que desde el punto de vista militar la OTAN está demandando de Rusia nada menos que la inanición de su fuerza, se está militarizando ella misma, los EE.UU. han estado reforzando sus bases en Polonia y Rumanía, y han estado operando en misiones de cazas por los países báltico limítrofes con Rusia, piden de la misma que desmilitarice su propia frontera. Además piden que cesen toda colaboración con las milicias pro-rusas. A falta de pruebas contundentes no hay evidencia de un vínculo entre las milicias y el ejército, más de contrario, el mismo ejército ucraniano ha hecho accidentalmente o no incursiones en la frontera común en suelo ruso.

Desde el frente político el gobierno estadounidense claramente quiere mantener el rumbo de confrontación con Moscú. Además de fomentar en sus aliados un rumbo netamente anti-ruso, está poniendo en pie una serie de nuevas sanciones en contra de la economía rusa, sin incluso cuidar sus propios intereses, pues con la inversión existente en el sector  energético, por parte de grandes conglomerados ee.uu. con capital en campos rusos, estos están expuestos a reprimendas por parte de los rusos, quienes están viendo como sus socios occidentales están aplicando leyes propias de juego, todo para ellos nada para Rusia. Se sorprenderán en el momento que pierdan ahí su propio bienestar, y quieran luego impugnar a Gazprom y a Moscú de su propia ruina. Tal es la contradicción interna, que los socios europeos se han mostrado muy reservados para llevar a cabo la amenaza de sanciones económicas contra Rusia, siendo está su principal o único proveedor de insumos energéticos. Sin más queda claro que existe una agenda política puesta por Obama hacia sus propios aliados, para emprender una guerra de desgaste, tal cual la guerra fría, donde se valen golpes políticos, económicos e incluso militares.

En un clima de tensión política muy fuerte, la futura asociación y posiblemente adhesión de los tres países a la UE llevará la confrontación a un nivel superior, exasperando las tensiones ya existentes a un grado nunca antes visto. Con una frontera común UE-Rusia con Georgia y Ucrania, vemos que lejos de una integración europea  inocente, se trata de una conquista dentro de las esferas de influencia existentes. Esto podría poner en riesgo el espíritu originario de la UE, o incluso su solidez como bloque, que ya con 28 miembros, tiene problemas estructurales reales, ahora a imaginarse cómo funcionaría con 32, de los que cada vez más se integran sin cumplir con las normas europeas vigentes. Tal es que la creciente politización y polarización entre lo que promete ser la Unión Euroasiática de Rusia con Kazajistán y Kirguistán, por ahora, y el monstruo creciente que es la UE, que terminará por aglutinar hasta los mismo Balcanes, se perfila como  una guerra no declarada en múltiples frentes.


Putin ha jugado muy bien sus cartas por ahora, menos bien lo ha hecho Europa occidental y EE.UU. que están en el juego como los grandes provocadores y agitadores, que buscando de forma mezquina un status-quo que saben tendrán que arrebatarle a Rusia a sangre y fuego. Si lo que quieren fuera nada menos que la inanición del bloque ruso, lo que obtendrán es una guerra abierta. Si lo que quieren es doblegar económicamente a Putin como lo hacen con casi todos los países en la medida de lo posible, tienen todas las de perder. En todo caso si de polemizar y tensar la cuerda se trata, son expertos del juego del tira y afloja. Y quién pague la factura serán nadie menos que los ucranianos, moldavos y georgianos otra vez.   

domingo, 15 de junio de 2014

El posible corte del suministro de gas a Ucrania por parte de Gazprom o el incidente en la embajada rusa en Kiev como detonante de una crisis diplomática

El lunes 16  de junio de 2014 a las 06:00h Hora Media de Greenwich (GMT)  se agotará el ultimátum puesto por parte de Gazprom para el pago de la deuda pendiente de Ucrania elevado a alrededor de 4 mil millones de dólares. A partir de entonces el nuevo esquema requerirá que Kiev pague sus entregas de gas por adelantado, de lo contrario los rusos optarán por cerrar los gasoductos hacia la nación centroeuropea hasta nuevo orden. Las negociaciones de Bruselas para resolver el litigio pendiente entre las dos partes no llevó a ningún acuerdo tangible, y la nueva fecha para una nueva reunión para el día de mañana fue cancelada por la delegación rusa unilateralmente, indicando que ésta vez no habrá más prórrogas para el pago de la deuda acumulada. En cuanto al precio del gas tampoco se pudo encontrar un acuerdo, al estar la delegación ucraniana intransigente en recibir el precio preferencial de $268, y al final acceder a que se reduzca a $328, sin por ello lograr que los rusos acepten esta oferta.

La situación de la posible crisis energética que pueda surgir a raíz de este corte no parece poco, al menos para Ucrania y en particular para algunos estados centroeuropeos como Hungría o Eslovaquia, cuando su gas normalmente entregado pasara por los gasoductos que pronto podrán estar fuera de uso por un tiempo indeterminado. Otros países consumidores del gas ruso en cambio podrán ver sus insumos energéticos venir posiblemente a través de los gasoductos alternativos, siendo uno el que pasa por Bielorrusia y Polonia, o por el que pasa por debajo del mar Báltico hasta las costas de Alemania. No obstante estas posibles alternativas la mera posibilidad de esto pone en suspenso a toda la Unión Europea, que hizo hasta los imposible para salir de la impasse presentada, y para evitar que su potencial socio, Ucrania no tenga que buscarse alternativas más costosas y complicadas para poder subsistir energéticamente.

Los ucranianos por su lado vieron en los últimos días nuevos desarrollos desconcertantes suceder, los cuales no ayudan exactamente a la resolución de la crisis con Rusia. El sábado 14 de junio una multitud de personas se concentraron en frente  de la Embajada de la Federación Rusa en la capital ucraniana, volcando los autos oficiales estacionados en frente del recinto diplomático. Además lanzaron piedras y huevos contra su fachada, y bajaron la bandera rusa del asta, reemplazándola por una ucraniana. Con cantos anti-rusos fueron incitando a la violencia, con una cierta pasividad por parte de las fuerzas de seguridad encargadas de la seguridad de las legaciones diplomáticas. Más en la noche el ministro de relaciones exteriores ucraniano Andrei Deschitsa se reunió con los manifestantes, vociferando junto a ello una proclama muy explícita: "Me voy a quedar con vosotros para decir: Rusia, fuera de Ucrania. Putin es un cabrón, ¡eso es!". De este modo el jefe de la diplomacia dio a entender su parecer del presidente ruso, sin lugar a dudas.

Los incidentes de la embajada, que de alguna forma recuerda también la vez que la embajada cubana fue asediada en Caracas por miembros de la oposición en 2002, son una clara violación a la Convención de Viena, que estipula las relaciones diplomáticas entre estados. En ella figura entre otras cosas la responsabilidad del país huésped de proteger la integridad de su recinto, y su inviolabilidad. Esto fue puesto entredicho en múltiples momentos, no sólo el hecho que la entrada fuera bloqueada por llantas, desmontadas de los mismos autos oficiales que fueron volcados, y la destrucción de sendas ventanas en la fachada del edificio. Cuando Moscú hizo una condena internacional del evento en el consejo de seguridad de la Naciones Unidas, esta moción fue bloqueada por Francia, EE.UU. y el Reino Unido, aunque informalmente al menos un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. condeno estos sucesos.

Así parece que mientras que la amenaza de una interrupción a Ucrania se hace cada vez más probable, al menos que antes de mañana, al menos mil millones de dólares lleguen a las cuentas de Gazprom antes de las 10:00h hora de Moscú, estamos viendo el cumplimiento del ultimátum. El gobierno de Poroshenko tendrá que encontrar caminos o de evitar esto, o si no fuera posible esto, encontrar un plan b, con el que asegurarse la continuidad del esquema energético a corto y mediano plazo. No ayuda en este sentido los llamamientos de Deschitsa a romper relaciones diplomáticas con Rusia en la brevedad, ni tampoco su actitud poco diplomática mostrada en frente de la embajada rusa de Kiev. Sin lugar a duda el gobierno de Kiev está jugando con fuego una vez más, sin estar verdaderamente conscientes de las consecuencias que esto puede tener para la economía real, la cual tendrá un verdadero problema si no ahora en algunos  meses.

Alemania que es un importante cliente de Rusia, dice tener reservas suficientes para algunos meses, a la vez que tiene la alternativa del gasoducto del mar báltico a corto plazo para efectos de surtirse. Los  países del este miembros de la UE, Estonia, Letonia, y Lituania también podrán contar con el gasoducto que viene a través de Bielorrusia, aunque  su dependencia energética seguirá siendo una constante a corto plazo al menos. En términos globales esto podría encarecer el gas a nivel europeo, al menos que Noruega, Argelia o los mismos EE.UU. vengan a cambiar este esquema. No obstante en lo inmediato nada de esto tiene la posibilidad de reemplazar la importación de hidrocarburos rusos. Si acaso subirá los costos a términos globales, y le agregará una nota más al conflicto en curso entre EE.UU./Unión Europea vs. Rusia, al estar en el aire nuevas sanciones contra ésta última.

Los gobiernos europeos en cierto modo le dieron un cheque en blanco a los Ucranianos, y a sus nuevas autoridades, sin calcular verdaderamente lo que ello supondría. Estarían echando su suerte si se trata que el clima comercial y diplomático cada vez más enrarecido se convierta en asfixiante, y que los resultados en pleno invierno se hagan ver en su entera extensión. Rusia que tiene una nueva alianza con China, y que acaba de concluir un futuro marco de unión aduanera con Kazajistán y Kirguistán, están abriendo sus posibilidades hacia el Este, donde existe un gran mercado paralelo, que sin duda no hará que la disminución de divisas provenientes de Europa occidental se neutralice, pero si la podrá atenuar mucho más de lo que podrían los estado europeos occidentales.

Y si por cualquier razón las relaciones diplomáticas cesaran entre Kiev y Moscú, aunado con el fin del gas ruso entregado a Ucrania, estamos ante una situación poco propicia para cualquier normalización a corto plazo, cuando la guerra civil en el este del país sigue devastando la infraestructura de la zona más industrializada de Ucrania, y los refugiados de la guerra se siguen sumando a la frontera con Rusia, creando ahora sí un problema de tipo humanitario.   

viernes, 13 de junio de 2014

Sobre el fracaso de las negociaciones trilaterales en Bruselas o el constante deterioro de la situación militar en el este de Ucrania

El enfrentamiento ruso-ucraniano se presentó esta semana desde múltiples frentes, tanto militares como comerciales, que dan a entender que estos roces no se resolverán en la brevedad.Desde la reunión de Normandía una reunión trilateral en Bruselas el pasado lunes 9 de junio, no hubo consenso posible entre los Kiev y Moscú, en cuanto al precio por pagar por mil metros cúbicos de gas, mientras que los rusos ofrecían una tarifa de $385, por debajo del promedio europeo, y cercano al que gozara en tiempos de Timoshenko. No obstante ello el primer ministro ucraniano Arsenii Yatseniuk exigía que el precio fuera de $268 dólares, precio preferencial que fue vigente durante el tiempo que Ucrania era parte de la Unión Aduanera con Rusia, ahora que no lo es, Gazprom dice que no ve razón de cobrar precio de amigos, cuando en realidad Kiev quiere alejarse de Moscú y acercarse a la Unión Europea (UE). Con todo el encuentro en suelo belga se concluyó sin éxito, y con la propuesta de volver a encontrarse el próximo lunes 15 de junio, para concluir un acuerdo. Este día es también que se vence el plazo para Kiev para pagar la deuda acumulada de varios meses que tiene con Gazprom, que se eleva a pronto 4 mil millones de dólares. Al no programarse ninguna nueva reunión bilateral, el gobierno ucraniano se verá en la impasse de o pagar, o ver el flujo de gas interrumpirse hasta nuevo orden.

En segundo lugar la guerra continúa en el este de Ucrania, donde en las regiones de Lugansk y Donetsk las repúblicas autoproclamadas se siguen enfrentando al ejército regular, quien mantiene una operación anti-terrorista que Moscú condena como contraria al espíritu de reconciliación que el presidente recién electo Poroshenko proclamó durante su campaña presidencial. Lejos de ello el jueves 12 de junio se registró por parte de medios presentes y de habitantes locales el uso de fósforo blanco en Slaviansk, un arma química que está prohibida por la Convención de Ginebra sobre el Uso de Armas Prohibidas, y altamente tóxico para la población afectada. A ese efecto Rusia levantó una condena ante las Naciones Unidas para condenar a Kiev por la violación de esta convención, algo que el gobierno ucraniano niega rotundamente.

En tercer lugar unos blindados ucranianos entraron el día de hoy a territorio ruso, donde entraron hasta ser detectados por el ejército ruso. Sus tripulantes dieron marcha atrás y volvieron a suelo ucraniano, más dejando atrás el aparato militar. Este evento fue evaluado por Rusia como una violación de la soberanía rusa, por parte del ejército ucraniano, y lo llamó una provocación sin igual. En este aspecto llamó a Yatseniuk a cesar estas mismas, en vistas de una posible resolución del conflicto.

Con estos eventos presentes queda claro como el desarrollo de la región no hizo más que regresar significativamente. Mientras que Kiev no logra recuperar el control del este del país,  tampoco logra comprar más tiempo a los rusos, pues pensaban que con esta estrategia, y bajo la protección del Vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario para los asuntos económicos, Olli Rehn, su estrategia de la intransigencia sería efectiva, lo cierto es que ni siquiera los europeos vieron de buen ojo la demanda sin concesión del lado ucraniano vis-á-vis con los rusos. Lejos de ganarse un respaldo económico ponen en aprietos hasta a sus propios socios europeos, pues si el gas deja de pasar a través de Ucrania, un 40% del gas ruso en Europa Occidental podría estar en riesgo.  Este panorama que fuera discutido en el pasado por los 28 en vistas de obtener una mayor independencia de Rusia, no encontraron modo de llevar a cabo la estrategia aislacionista para con Moscú, sin poner en riesgo el esquema energético en general.

Ahora desde el punto de vista militar está más que claro que no se trata de una guerra donde Rusia tenga una posición activa, pese a los reclamos de los países de Europa occidental y EE.UU., sino de un asunto interno ucraniano, donde una parte del país se declaró en rebelión, y tomaron las armas en contra de un poder central que no les amparaba ni la autonomía en asunto propios, ni siquiera el uso de la lengua rusa. Si Kiev no es capaz responder a las demandas de sus conciudadanos del este, los mismos se organizaron para organizar los referendos del mes pasado, que como se sabe no fueron tomados en cuenta por Kiev, y Rusia se ha mantenido discreta en el asunto. Son más bien las nuevas élites locales que están llamando a Rusia a incorporarlos, a imagen y semejanza de Crimea.

Por lo que Rusia no puede más que mediar entre enemigos acérrimos, quienes han  renunciado por lo visto a toda negociación, para pasar a la ofensiva total, tanto por los pro-rusos como por las autoridades centrales. Por ello es que tanto el creciente descontrol de la región afecta ya no sólo a Ucrania, sino a los vecinos inmediatos, como se pudo presenciar con la entrada de un tanque blindado en suelo ruso. No hay que confundir aquí los bandos, algo que podría fácilmente ocurrir, los ucranianos están desgastando su arsenal militar, incluyendo el uso de fósforo blanco, para someter a poblaciones rusófonas, que se levantaron en armas. Si lo que algunos es coresponsabilisar a Putin de meterse en Ucrania, más bien habría que pedir explicaciones a Kiev, de su errático comportamiento en el Lugansk y Donestsk.

Mientras que el respaldo europeo  y ee.uu.  esté del lado de Poroshenko y Yatseniuk, su estrategia seguirá la misma, siempre tratando de ganar tiempo, sin por ello resolver nada de sustancioso. De lo contrario si el gas deja de llegar, entonces sí podremos ver acciones más constructivas, cuando se sabe que este factor en el país centroeuropeo es más que fundamental, es elemental para poder seguir negociando cualquier salida. Si los europeos llegan a ver que el gas deja de llegarles, serán los primeros en reclamarles a los ucranianos su cuestionable estrategia, y posiblemente para ese entonces, Rusia ya tendrá cubierta su  espalda con el histórico acuerdo sino-ruso recientemente concluido. Europa que esperaba ver el gas de EE.UU. venir suplir esa demanda, sabrán para ese entonces que las reservas no sólo fueron exageradas en todos los sentidos, posiblemente se quedarán sin plan B para operar, o éste les saldrá mucho más caro que lo que actualmente les está saliendo la cuenta de gas con Gazprom.

Los ucranianos están verdaderamente jugando con fuego, y a más tardar el martes los van a ver blanco sobre negro, cuando sin mesa de negociación el cobrador venga a tocar la puerta del gobierno en busca de la deuda por recaudar. Ante la evidente imposibilidad inmediata, alguna salida tendrán que encontrar, o efectivamente verse sin ese gas que actualmente mantiene su economía en funcionamiento. Y si la guerra se extiende mucho más en el tiempo, también se alejará toda posibilidad de reconciliación con dichas poblaciones, las cuales buscarán por todos los medios lograr la incorporación a Rusia, la cual en algún momento, podría ser estratégicamente interesante para Putin.

Por mientras la jugada estratégica entre los grandes actores del mundo parece ante todo confusa, dada la actitud de las nuevas autoridades de Ucrania, las cuales no saben o no quieren llevar las cosas por un camino del diálogo. Si recortan categóricamente toda autonomía, y desconocen el idioma empleado por la mayoría de la población, les están negando derechos fundamentales, que podrían perfectamente justificar la toma de las armas por parte de las milicias pro-rusas. Mientras que toda la ofensiva internacional esté dirigida para aislar y negar a Rusia su posición histórica en la escena internacional, los argumentos esgrimidos son cada vez más dudosos, como para decirlo de forma neutral.

Ni sanciones contra la economía rusa, ni ninguna exclusión política, como la expulsión del ex G8 serán suficientemente convincente para que Moscú “devuelva” la Crimea a Ucrania, ni tampoco logaran que el comercio entre ellos se normalice en la brevedad. Lejos de ello desdibuja una nueva configuración política del mundo, donde el diálogo se ha enterrado tan profundo, que sólo quedan las acciones unilaterales y el idioma de las sanciones como recurso útil. Antes que esto se convierta en la realidad en Europa del Este, seremos testigos del inevitable y catastrófico deterioro de la coyuntura internacional.

miércoles, 11 de junio de 2014

La caída de Mosul y Tikrit en manos del Estado Islámico de Iraq y el Levante (ISIL) o el progresivo colapso del gobierno de Nuri Al-Maliki

El primer ministro iraquí Nuri Al-Maliki decretó el pasado martes 10 de junio el estado de emergencia en el país. Esta decisión viene motivada por la caída de la ciudad de Mosul por parte delos combatientes del Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL), también conocido en inglés bajo las siglas de ISIL o ISIS.  Además el día de hoy, 11 de junio, la ciudad natal de Sadam Hussein, Tikrit también cayó en manos de la organización islamista, que desde enero detiene el control de Faluya, a tan sólo 70 km de la capital Bagdad. Mientras la toma de Mosul, los combatientes del EIIL entraron en el consulado de Turquía de esa ciudad, y tomaron rehenes al Cónsul y al personal turco presente. Con esta expansión territorial los islamistas están en control de una importante fuente de ingresos, puesto que Mosul es la ciudad del petróleo por excelencia, además de un punto de comunicación elemental, cercano de la más importante refinería de petróleo ubicada en la localidad de Baiji, a medio camino entre Tikrit y Mosul.

La organización terrorista que estuvo un periodo afiliada a la red internacional de Al-Qaeda, se escindió de ella, y ahora ha hecho fuerte tanto en Siria como en Iraq. En Siria estuvieron presenten en la batalla de Alepo, donde se enfrentaron a los rebeldes de Al-Nusra y del Ejército Libre de Siria, perdiendo la batalla. Sin embargo están firmes en la localidad de Raqqa en el norte de Siria, y en la zona fronteriza de éste país con Iraq. Ahora que además controlan la provincia de Ninive, y su capital Mosul, tienen un conjunto de territorio bajo su mando que abarca los dos lados de la frontera sirio-iraquí, consolidándose definitivamente como un actor importante en la región. Mientras que en Siria la guerra parece estar siendo desfavorable a los rebeldes, con la reciente recuperación de importantes feudos por parte del ejército regular sirio, tanto en la frontera con el Líbano, como con Turquía, la zona colindante con Iraq sigue ajena en gran medida al control central de Damasco. Ante esta situación y la reciente pérdida de puestos claves, la reorganización de combatientes que pasaron de Siria a Iraq fortaleció considerablemente su contingente de combatientes.

La evidente humillación que esto representa para el gobierno de Nuri Al-Maliki es más que evidente, la fuente de ingresos petroleros está en el norte, y también la segunda ciudad del país,  provincia de Ninive Azil al Nuyaifi,, quien escapó por poco a  ser capturado en la toma, puso en evidencia la incompetencia del gobierno de Bagdad por proteger a los ciudadanos. Una gran parte de los refugiados de Mosul se encuentran en la región autónoma del Kurdistán, al norte de Ninive. En la zona kurda la seguridad está al menos más presente, por lo que el Bagdad y el gobierno autonómico kurdo están evaluando las posibilidades de recuperar la ciudad de Mosul, mientras que más al sur otras localidades  caen en el poderío de los islamistas.

El gobierno de Barack Obama se mostró muy consternado por esta noticia, puesto que por un lado la reciente ocupación que se concluyó con el retiro de las tropas estadounidenses en 2012. Desde entonces la seguridad como la administración fue devuelta a las autoridades iraquíes. Lo visto demuestra que toda la preparación invertida en el ejército iraquí no fue suficiente para garantizar un buen devenir del país bajo sus propios medios, pues lejos de controlar la zona de la frontera  y el norte de país, hay extensas zonas de desgobierno, las cuales son ideales santuarios para las organizaciones terroristas, para establecerse ahí. La creciente escalada de los atentados perpetrados tanto en Bagdad como en general en el país, demuestra la persistencia del EIIL, que resiste tanto en el lado sirio como iraquí a la represión que ha sido expuesta por los ejércitos regulares, como de los rebeldes contrarios a ellos.

La consolidación en el terreno del Estado Islámico de Iraq y Levante está cada vez más cerca de materializarse. Con una base tan potente como Mosul, es imposible no ver una neta progresión en el futuro hacia otras zonas de país, y en general un nuevo status quo en Iraq, donde el gobierno es cada vez más simbólico en cuanto a su autoridad real, la cual está en el terreno en un sinfín de fuerzas irregulares, aparentemente con toda la impunidad por parte del estado. La catalización de este conflicto no está ajena a los desarrollos en Siria, donde el empoderamiento de grupos rebeldes opositores al presidente Bashar Al-Assad se hicieron fuertes en vasta zonas del país en vistas de derrocar al gobierno constituido. En ese afán las potencias occidentales y sobre todo Turquía bajo el liderazgo de Erdogan fueron grandes promotores de estos grupos, los cuales podían pasar operar desde la frontera turco-siria su guerra. Además de esto muchas armas fueron a terminar en Siria, las cuales lejos de ser controladas por una autoridad  cualquiera, podrían perfectamente acabar en manos de un combatiente en Iraq. Armamento de altísimo nivel de manufactura ee.uu. o europea está siendo empleado por el EIIL para sus fines propios, los del establecimiento del estado islámico en el Levante.

Independientemente si Europa occidental y  EE.UU. veían algún beneficio en el hipotético derrocamiento de Al-Assad, en todo caso se empeñaron en apoyar y financiar a grupos terroristas con muy poco criterio. El apoyar a fracciones de Al-Qaeda en contra del diablo de Assad, terminó empoderándolos al grado que hoy se escapan a todo control y son una verdadera amenaza para la región entera. La pérdida de la clave de Mosul y de la refinería de Baiji fueron en tiempos de la ocupación una pieza clave en el estratagema del ejército ocupante. Ahora que por lo visto los nuevos encargados tomaron sus sitios, estas posiciones fueron las primeras en caer en manos del enemigo. Si ahora es cuando las autoridades iraquíes se percatan del problema, es probablemente algo tarde, dado que con la fortaleza que representa Mosul para el EIIL, son los dueños de la zona más rica de petróleo.

La crítica que recibió Obama por esta derrota no es menor, pues su plan de desmilitarización total acaba de dar un nuevo giro, donde Al-Maliki, quien había rechazado toda ayuda en el pasado, ahora está rogando por cualquier apoyo material y logístico en vistas de la recuperación del norte. Diez años de ocupación de Iraq por parte de EE.UU. no fueron suficientes para poner en pie un país en condiciones de autogobernarse por lo visto, o de lo contrario la misma invasión logró romper tanto los esquemas existentes, que una década después el país sigue igual de desorganizado y asolado de violencia, que posiblemente nunca estaban a la altura de asumir plenamente la responsabilidad del país. Lo cierto es que con esta nueva presencia tanto Turquía que quiere ver la liberación de su Cónsul general de Mosul, y de los turcos retenidos por el EIIL, como toda la región ven con mucho escepticismo los recientes desenlaces que dan a  entender de una auténtica internacionalización del conflicto sirio, que ahora sí logró desestabilizar de forma visible el endeble equilibrio político y militar de Iraq. 

martes, 10 de junio de 2014

La toma de protesta del presidente Abdelfatah Al-Sisi o la nueva transición política en Egipto

El pasado martes 9 de junio 2014 el ex comandante de las Fuerzas Armadas de Egipto, Abdelfatah Al-Sisi tomó protesta como presidente de la República Árabe de Egipto por una mayoría de 97% por los siguientes cuatro años. El presidente saliente Adly Mansour, quien fungió como presidente ad interim entre  el momento de la destitución y el posterior golpe de estado contra el presidente en funciones Mohamed Morsi sucedido un 3 de julio del 2013 hasta la reciente toma de protesta. No obstante que la Hermandad Musulmana que antes de la toma fuera partido gobernante, volvió en septiembre 2013 a la clandestinidad, desde la que ha intentado recuperar con poco éxito el poder que le fue arrebatado hace pronto un año por el entonces general, que hoy es presidente.

Los sucesos recientes en Egipto dan una idea de un desenlace bastante turbulento que se originan con la caída de Hosni Mubarak, presidente y general en el poder desde 1981 hasta 2011. Durante su permanencia en el poder la organización clandestina con mayor actividad seguía siendo la Hermandad Musulmana, la cual fue ilegalizada  durante la presidencia de Gamal Abdel Nasser hasta los tiempos de Sadat y Mubarak  antes de él.  La revolución de la Plaza Tahrir en el año 2011 le dio fin a la era  éste último, cuando una oleada de protestas y congregaciones populares fueron tan potentes como para desestabilizarlo. Con el su dimisión formal el 11 de febrero de 2011. El hombre fuerte del  Ejército  bajo Mubarak,  Mohamed Hussein Tantawi fue el responsable en todo momento de la gestión del país, demostrando su carácter de columna vertebral de la nación africana. Con la elección de mayo 2012 de Mohamed Morsi  fue declarado victorioso con 51,7% de los votos emitidos. Con un parlamento de mayoría islamista, comenzó una etapa de grande controversia, durante la cual la Hermandad Musulmana y el presidente islamista Morsi fueron los principales actores políticos. En el transcurso del año 2012 Morsi decide licenciar a Tantawi del puesto de Comandante en Jefe remplazándolo por el general Abdelfatah Al-Sisi.

La presidencia de Morsi fue breve y tormentosa, y se caracterizó por un cierto descontento de una parte de la sociedad egipcia que no comulgaba con el islam, o con la hermandad musulmana. En muchos casos los gobernadores nombrados por la hermandad no encontraron la aceptación de sus habitantes por su pasado en la clandestinidad, y hubo motines en algunas provincias, mientras que la asamblea constituyente no lograba terminar de redactar la futura carta magna. Finalmente en diciembre 2012 fue pasado por referéndum popular siendo ratificada por el 63% de los votantes egipcios. A finales de junio de 2013 las protestas vuelven a las calles, ésta vez contra los gobernantes de la hermandad. Sus acciones se extienden mientras que el ejército intenta mantener el orden.  No obstante que el ejército se mantenga aún al lado del presidente Morsi, en la plaza Tahrir su dimisión es aclamada por multitudes de egipcios decepcionados.

El 1 de julio de 2013 el Comandante en Jefe Al-Sisi levanta un ultimátum de 48 horas al ejecutivo, pidiendo que éste acceda a las demandas del pueblo, o de lo contrario el ejército tomaría medidas. De hecho el 3 de julio ante la inacción del presidente Morsi, el general Al-Sisi destituye al presidente, disuelve su gabinete y el parlamento, e implementa la ley marcial. El recién nombrado presidente del Tribunal Supremo Constitucional de Egipto, Adly Mansour tomará las riendas de la presidencia ad interim ese mismo 3 de julio de 2013.

El nuevo gobierno comenzaría por iniciar acciones contra la hermandad musulmana, la cual de estar en la cúspide del poder, vuelve a la clandestinidad. Su ilegalización ocurrida en septiembre y los juicios contra Mohamed Morsi, quien fuera finalmente condenado por tres años de cárcel, fueron tan sólo unas de las muchas medidas de represión contra los islamistas, que intentaron levantarse contra el golpe de estado, más nunca consiguiendo acarrear amplios sectores. Sus simpatizantes y miembros fueron perseguidos y encarcelados en masa, y las bombas y acciones terroristas volvieron a su vez en el país. Mientras que el ejército tomaba acciones cada vez más contundentes, optó también por una nueva transición política. Una nueva constitución fue ratificada el pasado 15 de enero de 2014 mediante referéndum con una aprobación de 98%, Con este paso Mansour, el presidente interino inició las elecciones definitivas el 27 y 28 de mayo de 2014, donde Al-Sisi, habiéndose despojado de sus funciones militares, se presentó como candidato a la presidencia. Su principal y único contrincante Hamdin Sabahi poco pudo cosechar contra el 97% que obtuvo el ex comandante en jefe. El 4 de junio Al-Sisi fue declarado vencedor de la contienda, y fue juramentado el 9 de junio pasado ante una escasa presencia internacional.

Con este acto se clausura una etapa altamente inestable de la historia reciente de Egipto, tan acostumbrada a los hombres del ejército en el poder, a veces en la misma presidencia, como el caso de Gamal Nasser. En la época de Mubarak, Mohamed Hussein Tantawi fue el hombre fuerte atrás de la cortina, pues fue el ejército el que le mantuvo la lealtad por más de treinta años que permaneció en el poder. El nuevo hombre fuerte es ahora Al-Sisi, héroe y salvador de la patria para unos, golpista y represor para los otros. Su mano dura ha tenido un relativo éxito al reducir la presencia de los islamistas significativamente, sin por ello haber resuelto en sí el problema. La existencia de células nuevos y antiguas, que siguen en la clandestinidad son muchas, y con el curso de confrontación total, y las acciones judiciales y represivas contra sus simpatizantes, hay  siempre una parte de la sociedad egipcia que queda marginalizada de la vida institucional y política, por lo tanto candidatos a acciones extralegales y terroristas  desde el punto de vista del estado.

Posiblemente vuelva ahora una cierta normalización necesaria para una recuperación del país y de su economía en plena recesión. Siendo altamente dependiente del turismo internacional , en los años recientes los números  de visitantes extranjeros han descendido dramáticamente reduciendo a su vez la entrada de divisas tan esencial para una parte de la población activa. Las protestas y violencia tanto religiosa como de tipo político ha ahuyentado a muchos de los candidatos a hacer turismo, y para recuperar su desempeño anterior  a 2011 falta mucho trecho. Ahora queda por ver si en la arena internacional el nuevo presidente Al-Sisi pueda convencer a las potencias occidentales de la nueva estabilidad política del país y de su capacidad de liderazgo. Ante todo queda por ver cómo la sociedad egipcia en su conjunto se adaptará al nuevo cuadro político, tanto desde los numerosos simpatizantes del ex comandante en jefe, como de sus detractores, que posiblemente no se queden con los brazos cruzados ante la consolidación de su poderío. 

La Conmemoración del Desembarco de Normandía o la máxima tensión diplomática entre Rusia y Occidente

La tensión internacional sigue intacta entre los dos bloques antagónicos de Rusia y sus aliados contra EE.UU., Europa y los suyos. En la pasada conmemoración del Desembarco de Normandía en el norte de Francia esto se hizo más evidente  que nunca. En primer lugar el que celebrara en paralelo la cumbre de Bruselas del Grupo del G7,  siendo el primero desde la ruptura definitiva con Rusia por parte de los siete países más industrializados, los cuales desde entonces han dirigido su agenda política a aislar y sancionar cuanto mejor al ex miembro euroasiático. El protocolo diplomático fue llevado a su máxima tensión habiendo los presidentes Putin y Obama codo a codo, a la vez que la presencia del recién ungido presidente ucraniano Petro Poroshenko, que fueron llevados con las más sútil forma por parte de la organización francesa. Al tiempo estaba programada una reunión bilateral entre Angela Merkel, canciller alemana y el presidente ruso Vladimir Putin, la cual se llevó con un tacto de seda por parte de ambos para no hacer parecer el desacuerdo absolutamente existente entre ambos mandatarios.

Tal cual como el recreo de secundaria Hollando se vio en la incómoda situación de llevar este evento histórico, el cual por encima de toda divergencia actual, debía sellar la celebración de la liberación del subcontinente europeo de la ocupación nazi hace setenta años, y de hacer visible este consenso post-bélico. Fue sin duda posible a primera vista, pero en los detalles era más que evidente que lejos de representar este espíritu unificador, ahora más que nunca hay una gran división, al menos desde la crisis de Crimea pasada. La reunión breve entre Putin y Poroshenko dio lugar a unos comentarios bastante positivos tanto del ruso como del ucraniano, los cuales demostraron un sentido de diplomacia en tiempos donde el simple diálogo a veces es imposible. No por ello el mandatario ruso dijo una vez más que no sólo no era el responsable del actuar de las milicias pro-rusas en el Donbass, sino que además exigía de Kiev que suspendiera de inmediato toda operación militar en el este del país centroeuropeo. Esta  es sin duda una de las políticas por seguir del nuevo hombre fuerte de Ucrania, además de la irrenunciable pertenencia de Crimea a la nación, desconociendo categóricamente la legitimidad de  la secesión de la península.

Sin duda las demandas y objetivos de uno y otro partido sin diametralmente opuestos, si además se considera que la deuda del gas está siendo ahora mismo el rompecabezas a resolver en la ciudad de Bruselas otra vez, bajo los auspicios del comisario para la energía de la Unión Europea Olly Rehn, quien tiene en una mesa tanto a los ministros de energía de Rusia y de Ucrania como de los consorcios energéticos en cuestión,  la rusa Gazprom y la ucraniana Naftogaz. Si Kiev no logra pagar aunque fuera una parte acordada de la deuda acumulada desde inicios del año con la empresa Gazprom, ésta se vería en la obligación de cerrar los gaseoductos hacia ese país. De ser el caso afectaría además  el suministro de una buena parte del mercado europeo, el cual altamente dependiente  de los insumos energéticos, no tiene plan b para el día que esto suceda.

La historia fue sin duda el pretexto para que todos se pusieran de acuerdo por un cuarto de hora de la ceremonia, puesto que el pasado no va a cambiar, e independientemente de la postura que se tenga respecto a los eventos, es siempre más cómodo hablar del pasado, que del  futuro. Tal es el caso, que mientas las naciones de la UE se consultan e impulsan todas las medidas de sanciones contra la primera nación en superficie del mundo, Rusia concluye acuerdos comerciales con China, que le dan a su bando la seguridad que salga lo que quera, no le afectaría tanto como deseado. Los que quieren imponer las susodichas sanciones, posiblemente se vería más afectadas por sus consecuencias que el que quieren agredir. Al final del día las mímicas entre los altos dignatarios nos quiere presentar el mundo tal como saliera de la segunda guerra mundial, más no logra convencer de que futuros conflictos estarían lejos del horizonte, pues más que nunca ,estamos siendo testigos de cómo desde múltiples niveles y escenarios una verdadera guerra fría 2.0 se está gestando a nivel mundial, donde los contrincantes politizan absolutamente todos los posibles escenarios, en su provecho, y desde una perspectiva bipolar de nuevo.

Jorge Santayana dijo una citación que viene aquí como anillo al dedo: “Los que no pueden recordar el pasado, están condenados  a repetirlo.”. Si la división se convierte en algún momento insuperable al punto de hacer que hasta el estadista más sabio  pierda los estribos y no se pueda siquiera dialogar entre países, hay momentos que la violencia es el único camino. En un mundo donde Europa occidental y EE.UU. tienen cada vez menos poder económico, ni hablar del político, hacen oídos sordos a los nuevos actores de la escena, mientras que pueden. Todo con tal de no ceder en su posición y en su “orden establecido” en un ápice. Sin embargo históricamente visto, hay momentos de inflexión, que irremediablemente conducen a cambios. Y los que no saben preverlos y adaptarse a ellos, posiblemente tengan más que perder que de ganar. Esto no se sabe hasta que termine la jugada,  por lo que el tiempo no está del lado de Europa occidental y EE.UU., en cambio sí está del lado ruso.  Veamos cómo termina este apasionante partido de ajedrez.

lunes, 21 de abril de 2014

La visita de Joe Biden a Kiev o el futuro incierto del Acuerdo de Ginebra sobre Ucrania

La crisis en Ucrania no tiene a la vista, pero muchos nuevos aspectos y hechos que comentarse. El presente lunes 21 de abril 2014 Joe Biden aterrizó en una visita oficial de primera importancia en la capital ucraniana Kiev para encontrarse con el presidente ad interim  Olexander Turchinov y el primer ministro a.i.  Arsenyi Yatseniuk. Esta visita que más que de cortesía parece como la contrajugada de la visita del primer ministro ruso Medvediev a Simferópol, ahora de iure suelo ruso el pasado 31 de marzo, tuvo su respuesta por parte de Sergei Lavrov, quien en pleno viaje oficial en la República de Mozambique. En una conferencia de prensa levantó la acusación a Kiev de ser quién hubiera roto el Acuerdo de Ginebra, que ha servido desde el pasado jueves 17 de abril 2014 para una tregua basada en cinco puntos, firmada por EE.UU., Rusia, la UE (Unión Europea) y Ucrania. En este documento que pone una base para la resolución de la crisis ucraniana pareció levantar muchas esperanzas para el cese de la violencia y la normalización, que podrían en las horas y días ser de nuevo reducidos a nada.

En la región del este de Ucrania desde inicios del mes de abril, se registró un levantamiento en las importantes ciudades de población pro-rusa, que pide un referéndum de autodeterminación, y algunos sectores más que una autonomía, la incorporación a la misma Federación Rusa. Se ha programado que la autoproclamada República Popular de Donetsk  ratifique su posición con una consulta el 11 de mayo, al menos por ahora es el plan. No por ello la toma de los sitios estratégicos en ciudades como Mariupoli o Slavyansk, donde autoridades autoproclamadas y coordinadas por fuerzas de milicias afines a la  república popular, controlan en mayor o menor medida el territorio revindicado.

El antes mencionado Acuerdo de Ginebra anteponía lo siguiente: el rechazo a toda violencia, el desarme de grupos ilegales y su cese de actividad, como la devolución de los edificios e infraestructura ocupados en las semanas pasadas por activistas pro-rusos. La presencia de la OCDE como observador de este proceso y una reforma constitucional acorde a una nueva situación en Ucrania. Sin poner abiertamente el caso de Crimea, o de la República Popular de Donetsk (RPD), establece unas líneas mínimas. Estas siendo sin embargo tan finas, que mientras que tanto Rusia presiona a Ucrania por entrar con fuerza en el Donbass (región del Don con capital en Donetsk), y de llevar a cabo una represión contra la población rusa en este caso. También ha tratado de no entrar en el juego de los mismos activistas de la  autoproclamada RPD, que piden desde ahora la protección de la población con tropas rusas regulares, que serían necesarias contra los operativos del ejército ucraniano.

Cuando las ciudades al este se encuentran en un estado de descontrol desde Kiev, y las autoridades nuevas vienen a imponer la ley, en un movimiento que tiene tantos puntos en común que el mal llamado movimiento Euromaidan, que salvo algunas excepciones, podría ser objetivamente un actor al  menos equiparable, y merecedor de un mecenas en el ámbito internacional. Lo que desde un enfoque se llama un crisis de estado, otros la llamarían una potencial o fáctica guerra civil, que desde los meses que lleva en pie, ha demostrado una descomposición interior en el país europeo. Unos forman autodefensas, que los medios suelen llamar ejército ruso, que no es parte de la jerarquía del ejército  de Rusia propiamente, pero donde el servidor puede ser étnicamente o incluso ciudadano ruso de origen. Cuando en Crimea se levantó la falsa acusación de la presencia de soldados en el terreno, que es falsa, siendo que no eran portadores de ninguna insignia de ejército oficial reconocible, no se logró convencer a la comunidad internacional de que Rusia había violado leyes internacionales al entrar en territorio ucraniano. 

Ahora regiones fronterizas en el este se están sumando a esta dinámica,  que por razones evidentes son en sí incontrolables como actores en la escena. Kiev ha intentado recuperar el control sobre esas regiones, hasta ahora con muy poco éxito, en parte debido al estado mismo del ejército nacional esquelético que tiene, y que su armamento no lograría una superioridad militar ni numérica en la región del Donbass.

Si el endeble Acuerdo de Ginebra salido del cuarteto mencionado (UE, EE.UU., Rusia, Ucrania) no lograra un nuevo acuerdo más inclusivo en el plano político, rápidamente su vigencia será pronto caduco, ya que el aparente desarme no se está dando ni por parte de los grupos pro-maidan, ni por los grupos pro-rusos anti-maidan,  que consideran el gobierno de Kiev como espurio. Si ninguno bajara la guardia, esta cláusula no será nunca más que papel mojado, mientras que la guerra de palabras sigue su curso en los diferentes foros internacionales. 

Desde Kiev Biden se dirigía directamente a Moscú, y al tiempo Lavrov desde Maputo, Mozambique haría lo propio, sin que por ello se haya avanzado un sólo milímetro. Esta escalada de tensión que más que un paréntesis se ha vuelto un nuevo status quo regional, sigue por lo tanto en una guerra mediática, mientras que en Donetsk los sucesos se dan hacia una creciente separación de facto  y tal vez pronto de iure de la nación ucraniana.

martes, 1 de abril de 2014

Manuel Valls nombrado primer ministro de Francia o la gran derrota de la izquierda en las elecciones municipales en Francia

La segunda vuelta de las elecciones municipales celebradas en Francia el pasado domingo 31 de marzo 2014  fue el peor resultado para un partido gobernante en la historia del país. Con una derrota tan marcada del Partido Socialista como de la izquierda en general, que obtiene tan sólo 349 municipalidades y 210 para el PS, mientras que la derecha, donde predomina el partido Union pour un Mouvement Populaire (Unión por un Movimiento Popular, UMP) con 320 y el temido Front Nacional con 11 ,  que obtienen 572  ciudades de más de 10.000 habitantes. Este balance donde grandes ciudades como Marsella, Estrasburgo o París se convirtieron en verdaderas trincheras, de las que Marsella no pudo ser conquistada por el candidato socialista Mennucci del alcalde saliente de UMP Jean-Claude Gaudin. Resultado de esta verdadera llamada de atención está además un tercer elemento, el abstencionismo, cuando tan sólo el 52% del electorado se presentó a las urnas, marcando un record histórico para este tipo de elecciones municipales en Francia. Milagrosamente París no sólo se mantuvo en bajo el PS, sino que por primera vez una mujer está al frente de la ciudad luz, Anne Hidalgo, inmigrante de origen andaluz al frente de uno de sus pocos bastiones intactos.

El día de ayer el ahora ex primer ministro Jean-Marc Ayrault presentó su dimisión al presidente de la república François Hollando, quien  nombró en su lugar al que fuera hasta entonces el ministro de interior, Manuel Valls, de la ala más centrista de su partido, y hombre de grande pragmatismo en cuanto a su corriente de pensamiento en el seno de la izquierda, de la que es ciertamente minoritario. Su labor como ministro de interior lo posicionan entre  el más alto después del primer ministro, al lado del encargado de relaciones internacionales o de finanzas y tradicional trampolín a la presidencia, tal como el ex presidente Nicolas Sarkozy mismo bajo Jacques Chirac . En una escueta ceremonia de traspaso del poder Ayrault intentó resumir la conclusión sobre la labor de sus dos años pasados en el palacio de Matignon, sede del gobierno francés. Siendo representante fiel de la etapa de Hollande en sus inicios, que fueron marcados aún por altas cuotas de popularidad, incluso por encima del mismo mandatario en algunos momentos.

No obstante el constante deterioro de la coyuntura en el interior del gobierno, éste fue incapaz de responder eficazmente a una población a la que se le prometió un panfleto de soluciones, que nunca vieron la luz del día. La desaceleración del crecimiento continuado, la degradación del ejecutivo en el país, y las andanzas militares de Hollando no  en la República Centroafricana y en Mali no  ayudaron demasiado a contrarrestar esta tendencia. Finalmente el aura de nuevo llegado se le termino por agotar, de la forma que la impopularidad de Hollande, como del Partido Socialista quedan más que confirmados por unas urnas, que lejos de apoyarlos, los dejan frente a una realidad innegable: el electorado francés le ha dado la espalda a los socialistas a tan sólo dos años de gestión.

Esta nueva configuración de gobierno que falta por plasmarse, pero que desde mañana miércoles 2 de abril debería de ya estar en la prensa, deja dudas de como el gabinete llevado por el emigrado catalán nacido en Barcelona, que podría presentarse como difícil, pues una importante parte de la dirigencia socialista no comulga con sus visiones revisionistas sobre el socialismo algo diluido de entrada bastante endeble. También es partidario de las cuotas para inmigrantes desde una línea que tiene muchas similitudes por momentos con el UMP. No tiene problemas de mostrar una mano dura contra este fenómeno, el cual desde la óptica socialista es considerado como particular y diferenciado de otros partidos. Como portador de ideas neoliberales dentro del mismo marco, algunos analistas lo comparan como el Blair francés, que parecería buscar la dichos tercera vía, que el Tony nunca logró materializar al menos.

La tensión pasó y deja atrás un panorama sombrío para un gobierno puesto en minoría por vías electorales, donde la extrema derecha ahora mismo gobierna 11 ciudades, y está presente como nunca en el territorio francés, incluso conquistando algunos ediles en los consejos donde obtuvieron grandes avances, que nos dan la idea que la extrema derecha se está no sólo popularizando cada vez más en sobre todo ciudades obreras pegadas por la crisis económica, sino por sectores de la sociedad que ven en el partido de Marine Le Pen una esperanza, llevados por un discurso depurado del estilo de su padre Jean-Marie, pero con mucho mayor efectividad.

El Front de Gauche (Frente de Izquierdas) donde predomina el  Partido Comunista Francés (PCF) tuvo uno de sus peores resultados, con tan sólo alrededor de 56 alcaldías a nivel nacional tan sólo el 5% de las ciudades mayores a 10.000 habitantes. Entre los diferentes sectores de la izquierda radical junto a los socialistas social-demócratas, no son capaces de hacer contrapeso a las fuerzas de la derecha tanto centrista como extrema derecha. Independientemente de eso ante todo la abstención dentro de los votantes de izquierda fue más patente que nunca, pues queda evidente que los simpatizantes de la derecha si hicieron el esfuerzo hasta la urna, y los de la izquierda mucho menos.  

Surge por lo tanto en Francia un gobierno que será presentado este miércioles 2 de abril por el mismo Manuel Valls, que posiblemente tenga que formar una fórmula de gobierno donde obtenga   los escaños necesarios para gobernar. No cuenta ni siquiera de toda la lealtad desde las propias filas, por lo que se está gestando aún. Un gobierno que lejos de gobernar tendra que dar soluciones inmediatas. La euforia y la popularidad de 2012 se disiparon muy pronto y no fueron seguidas por acciones que den continuidad a la misma. La decepción por un mandatario que prometió mucho, y no supo cumplir sus extensas promesas se manifiesta por ende por los canales existentes, esto que se le denomina a menudo un voto de castigo.

De esta votación sale un país que se dice más de derecha que de izquierda, y favorable a las intervenciones exteriores y la política de intromisión en asuntos tales como Siria o Ucrania y donde la extrema derecha va en crecimiento y UMP se convierte en primer partido en votación.. Esta es la opinión que se voto por una mayoría, mientras que la abstención hacia la izquierda no ayudó para contrarrestarlo. En este clima electoral Manuel Valls tendrá que demostrar sus mejores dotes de estadista, si no quiere también caer en el descrédito total, por donde Ayrault y Hollande ya pasaron antes..  

miércoles, 26 de marzo de 2014

El desafuero de María Corina Machado como diputada de la Asamblea Nacional de Venezuela o la política de choque internacional de Panamá contra el gobierno bolivariano

El pasado 21 de  marzo en Washington DC se celebró una reunión de la OEA, que marcará la agenda política por los días y semanas. A la orden del día estaba la discusión sobre la crisis social en Venezuela una vez más. Entre los presentes estando la diputada opositora venezolana María Corina Machado, quien oportunamente fuera nombrada por el gobierno panameño embajadora alterna para esta reunión a la iniciativa de su embajador ante la OEA Arturo Vallarino. Sin embargo el embajador de la nación sudamericana, Roy Chaderton no sólo hizo retirar ese punto de la agenda del día, sino que pidió una moción de asamblea a puertas cerradas para ese día, con apoyo mayoritario. Finalmente propuso una declaración en conjunto sobre la situación en su país, que fue aceptada por 29 países, y tres contadas voces en contra, de EE.UU., Canadá y Panamá. Por ello Machado no tuvo su turno para hablar ante el organismo internacional, dando en su lugar una larga conferencia de prensa en presencia de Vallarino, donde declaró repetidas veces la represión por parte del presidente Maduro, y que se trata de una “dictadura” sin igual.

El hecho que desde marzo las relaciones diplomáticas entre Panamá y Caracas hayan cesado, además de  las pasadas iniciativas tomadas por su presidente Martinelli para aislar al gobierno bolivariano, y expulsarlo en virtud de la carta democrática, no han ayudado a bajar las tensiones regionales, aunque tampoco han tenido el éxito deseado. El Secretario General de la OEA José Miguel Insulza no cedió a las presiones y descartó que la democracia esté en peligro en Venezuela, y que no vé razón para que la OEA juegue un papel de intermediario por ahora.

Además de que el pasado 24 de marzo 2014 Diosdado Cabello cesara a la ahora ex diputada, por violación de la constitución vigente, en virtud de la prohibición de aceptar encargos de un país extranjero, con el riesgo de perder tanto la inmunidad parlamentaria, y el escaño en sí mismo en la Asamblea Nacional. Por lo que se vio una vez más un precedente en la lucha sumamente polarizada por la persistente crisis en la nación sudamericana, que ha visto actos de vandalismo, sabotaje a la red de distribución eléctrica de Caracas, y el incendio de universidades a través del país. Muchos medios dicen que se trata de estudiantes a priori pacíficos, frente a la Guardia Nacional Bolivariana. Lejos de ello, vemos que los que persiguen en las acciones contra el gobierno en lo que localmente se llama las guarimbas, las cuales están siendo sistemáticamente confrontadas por las fuerzas del orden, al  salir claramente del cuadro de una manifestación legítima, que dentro del orden, y sin la violencia, revindique alguna demanda popular al poder establecido. No se puede dejar de insistir en  distinción de lo anterior, para entender que aquí no se trata por lo tanto de una lucha popular contra el gobierno de Maduro, sino de organizaciones que buscan únicamente la desestabilización y el colapso del gobierno, sin demandas ni manifiesto político.

La derecha internacional que dice que la destitución de Machado es inconstitucional, deberían de leer las leyes de sus propios países, donde seguramente exista algún apartado acerca de la participación de un funcionario público en representación de un gobierno extranjero. Es absolutamente inconcebible que un diputado de un país utilice una acreditación de otro para denunciar el propio, y esperar que esto pase sin consecuencia alguna para a continuidad de su mandato popular, salvo contadas excepciones que aquí claramente no aplican.

La OEA una vez más se convierte en el escenario de la lucha entre dos grandes bloques dentro de América Latina. El de la derecha internacional, donde destacan EE.UU., Canadá, Panamá, Colombia, Perú y antiguamente Chile bajo el ahora ex presidente Piñera. Al otro lado estando los países pertenecientes al ALBA, además del MERCOSUR, que apoyan o simpatizan con las posturas bolivarianas en general. Se ve que las fuerzas están por el momento del lado del segundo grupo, cuando vemos el hecho que la OEA descartara aplicar la Carta democrática a Venezuela, como le fuera impuesto por ejemplo a Honduras en 2009.

Lejos de sólo jugarse en el interior de Venezuela, también en el ámbito internacional hay un creciente asedio a la revolución bolivariana. El flujo de información y contrainformación, de la lucha por el protagonismo de ambos bandos en los medios, vemos que lo que se está gestando es una contrarevolución que no se rinde pese a los fracasos tanto electorales como a nivel de calle. No logra tomar el poder por sus acciones de sabotaje ni la confrontación con las fuerzas del orden, y mientras el apoyo hacia la revolución no cesa sino al contrario se solidifica aún más. Independientemente de los responsables detrás de todas estas acciones, vemos claramente que su único objetivo siendo la destitución de Maduro, sin alguna contrapropuesta ni programa político alguno, no son ni siquiera los estudiantes opositores quienes respalden estas medidas. Si bien tendrán éstos sus razones para protestar, éste derecho no les es negado en absoluto, siempre y cuando no se trate de una batalla campal urbana, como ocurre en las calles de la capital o en algunos puntos del Estado de Táchira por ejemplo.

El sabotaje económico por su lado sí está haciendo estragos en la economía venezolana en cambio. El desabastecimiento y la carestía, la falta de divisa extranjera y la escasez de ciertos productos son una realidad innegable. No por ello hace falta ver el cuadro completo para entender las causas de esta realidad. Existe una enorme brecha entre las posiciones del gobierno y de la burguesía venezolana. En el pasado ha habido forcejeos para no acatar medidas gubernamentales que pretendían regular el precio de los productos y las condiciones en las cuales se puede hacer el comercio. La intolerancia de la burguesía por la intromisión gubernamental queda más que evidente al ojo del observador nacional o extranjero. Las medidas de acaparamiento, de negarse a poner en circulación ciertos productos para provocar la subida de los precios y crear escasez artificialmente, no requieren de mayor corroboración. En esta medida es que se busca romper el vínculo de la población con el gobierno bolivariano. Creando inconformidad, y de paso tensiones que la oposición del a MUD no tendrá dificultad en capitalizar a  nivel mediático nacional e internacional. No es coincidencia tampoco que muchos de los disturbios y sabotajes sean cometidos en zonas gobernadas por la misma oposición, que con su consentimiento tácito, logran crear zonas de protección para sus responsables al abiertamente evitar intervenir en las mismas. Al contrario son muchos en la  población que son muchas veces los voluntarios que quitan los escombros dejados por la basura y las llantas quemadas en vía pública con el fin de obstaculizar el libre tránsito.

Se trata de una lucha intestina efectivamente, entre venezolanos, donde sin embargo podrían haber agentes externos  que crearían las condiciones para la continuidad de los grupos opositores violentos. Si no fuera por ellos alguien tiene aquí algún interés en que esos permanezcan en la calle. En este caso posiblemente es una cuestión de tiempo para que los núcleos de violencia cesen por el tiempo o agotamiento, y  se devuelva la normalidad relativa en Venezuela, pero aún estamos lejos de ese escenario. Mientras que el gobierno de Nicolás Maduro se mantenga firme en sus posiciones, con una posición dialogante, y dentro del marco de la ley, nada ni nadie tiene derecho ni argumento para atacarlo. Si la oposición tiene demandas pertinentes, estas pasan por los canales institucionales establecidos, y se pueden realizar todas las protestas que haga falta hasta lograr sus objetivos, que deberán ser de interés general popular. De lo contrario queda sacar adelante un referéndum de revocación hacia Maduro, que es absolutamente legal y al alcance de quien pueda demostrar que hay suficiente bases que lo respalden. Por lo que hasta los más firmes detractores tendrían que saber que existen resortes institucionales para sus radicales demandas. Pero pese a ello recurren a la violencia indiscriminada contra la población en general y provocando las fuerzas del orden con la única finalidad de desestabilizar la nación y su economía para su propio beneficio, o el de sus mecenas.

 En conclusión no sólo la ex diputada María Corina Machado se excedió en su actuación en la OEA, sino que se puso en evidencia una vez más que tanto a nivel nacional como internacional existen poderosas organizaciones que están empeñadas en derrocar a un gobierno democrático por todos los medios disponibles y por haber. Machado se querrá convertir en un mártir de la oposición, al igual que Leopoldo López, pero esto probablemente no tenga mucho éxito tampoco, puesto que sus argumentos en su defensa difícilmente podrán convencer a una opinión pública mínimamente informada, que su desafuero no fue constitucional y legal. Finalmente las leyes venezolanas están hechas para todos en igualdad, incluso para diputados de la Asamblea Nacional, por si Machado hubiera pensado de otro modo.