El
primer ministro iraquí Nuri Al-Maliki decretó el pasado martes 10 de junio el estado de
emergencia en el país. Esta decisión viene motivada por la caída de la ciudad
de Mosul por parte delos combatientes del Estado Islámico de Iraq y el Levante
(EIIL), también conocido en inglés bajo las siglas de ISIL o ISIS. Además el día de hoy, 11 de junio, la ciudad
natal de Sadam Hussein, Tikrit también cayó en manos de la organización
islamista, que desde enero detiene el control de Faluya, a tan sólo 70 km de la
capital Bagdad. Mientras la toma de Mosul, los combatientes del EIIL entraron
en el consulado de Turquía de esa ciudad, y tomaron rehenes al Cónsul y al
personal turco presente. Con esta expansión territorial los islamistas están en
control de una importante fuente de ingresos, puesto que Mosul es la ciudad del
petróleo por excelencia, además de un punto de comunicación elemental, cercano
de la más importante refinería de petróleo ubicada en la localidad de Baiji, a
medio camino entre Tikrit y Mosul.
La
organización terrorista que estuvo un periodo afiliada a la red internacional
de Al-Qaeda, se escindió de ella, y ahora ha hecho fuerte tanto en Siria como
en Iraq. En Siria estuvieron presenten en la batalla de Alepo, donde se
enfrentaron a los rebeldes de Al-Nusra y del Ejército Libre de Siria, perdiendo
la batalla. Sin embargo están firmes en la localidad de Raqqa en el norte de
Siria, y en la zona fronteriza de éste país con Iraq. Ahora que además controlan
la provincia de Ninive, y su capital Mosul, tienen un conjunto de territorio
bajo su mando que abarca los dos lados de la frontera sirio-iraquí, consolidándose
definitivamente como un actor importante en la región. Mientras que en Siria la
guerra parece estar siendo desfavorable a los rebeldes, con la reciente
recuperación de importantes feudos por parte del ejército regular sirio, tanto
en la frontera con el Líbano, como con Turquía, la zona colindante con Iraq sigue
ajena en gran medida al control central de Damasco. Ante esta situación y la
reciente pérdida de puestos claves, la reorganización de combatientes que
pasaron de Siria a Iraq fortaleció considerablemente su contingente de
combatientes.
La
evidente humillación que esto representa para el gobierno de Nuri Al-Maliki es
más que evidente, la fuente de ingresos petroleros está en el norte, y también
la segunda ciudad del país, provincia de
Ninive Azil al Nuyaifi,, quien escapó por poco a ser capturado en la toma, puso en evidencia la
incompetencia del gobierno de Bagdad por proteger a los ciudadanos. Una gran
parte de los refugiados de Mosul se encuentran en la región autónoma del Kurdistán,
al norte de Ninive. En la zona kurda la seguridad está al menos más presente,
por lo que el Bagdad y el gobierno autonómico kurdo están evaluando las posibilidades
de recuperar la ciudad de Mosul, mientras que más al sur otras localidades caen en el poderío de los islamistas.
El
gobierno de Barack Obama se mostró muy consternado por esta noticia, puesto que
por un lado la reciente ocupación que se concluyó con el retiro de las tropas
estadounidenses en 2012. Desde entonces la seguridad como la administración fue
devuelta a las autoridades iraquíes. Lo visto demuestra que toda la preparación
invertida en el ejército iraquí no fue suficiente para garantizar un buen devenir
del país bajo sus propios medios, pues lejos de controlar la zona de la frontera
y el norte de país, hay extensas zonas
de desgobierno, las cuales son ideales santuarios para las organizaciones
terroristas, para establecerse ahí. La creciente escalada de los atentados
perpetrados tanto en Bagdad como en general en el país, demuestra la
persistencia del EIIL, que resiste tanto en el lado sirio como iraquí a la
represión que ha sido expuesta por los ejércitos regulares, como de los
rebeldes contrarios a ellos.
La
consolidación en el terreno del Estado Islámico de Iraq y Levante está cada vez
más cerca de materializarse. Con una base tan potente como Mosul, es imposible
no ver una neta progresión en el futuro hacia otras zonas de país, y en general
un nuevo status quo en Iraq, donde el gobierno es cada vez más simbólico en
cuanto a su autoridad real, la cual está en el terreno en un sinfín de fuerzas
irregulares, aparentemente con toda la impunidad por parte del estado. La
catalización de este conflicto no está ajena a los desarrollos en Siria, donde
el empoderamiento de grupos rebeldes opositores al presidente Bashar Al-Assad
se hicieron fuertes en vasta zonas del país en vistas de derrocar al gobierno
constituido. En ese afán las potencias occidentales y sobre todo Turquía bajo
el liderazgo de Erdogan fueron grandes promotores de estos grupos, los cuales
podían pasar operar desde la frontera turco-siria su guerra. Además de esto
muchas armas fueron a terminar en Siria, las cuales lejos de ser controladas
por una autoridad cualquiera, podrían
perfectamente acabar en manos de un combatiente en Iraq. Armamento de altísimo
nivel de manufactura ee.uu. o europea está siendo empleado por el EIIL para sus
fines propios, los del establecimiento del estado islámico en el Levante.
Independientemente
si Europa occidental y EE.UU. veían
algún beneficio en el hipotético derrocamiento de Al-Assad, en todo caso se
empeñaron en apoyar y financiar a grupos terroristas con muy poco criterio. El
apoyar a fracciones de Al-Qaeda en contra del diablo de Assad, terminó empoderándolos
al grado que hoy se escapan a todo control y son una verdadera amenaza para la
región entera. La pérdida de la clave de Mosul y de la refinería de Baiji
fueron en tiempos de la ocupación una pieza clave en el estratagema del
ejército ocupante. Ahora que por lo visto los nuevos encargados tomaron sus
sitios, estas posiciones fueron las primeras en caer en manos del enemigo. Si
ahora es cuando las autoridades iraquíes se percatan del problema, es
probablemente algo tarde, dado que con la fortaleza que representa Mosul para
el EIIL, son los dueños de la zona más rica de petróleo.
La
crítica que recibió Obama por esta derrota no es menor, pues su plan de
desmilitarización total acaba de dar un nuevo giro, donde Al-Maliki, quien
había rechazado toda ayuda en el pasado, ahora está rogando por cualquier apoyo
material y logístico en vistas de la recuperación del norte. Diez años de
ocupación de Iraq por parte de EE.UU. no fueron suficientes para poner en pie
un país en condiciones de autogobernarse por lo visto, o de lo contrario la
misma invasión logró romper tanto los esquemas existentes, que una década
después el país sigue igual de desorganizado y asolado de violencia, que
posiblemente nunca estaban a la altura de asumir plenamente la responsabilidad
del país. Lo cierto es que con esta nueva presencia tanto Turquía que quiere
ver la liberación de su Cónsul general de Mosul, y de los turcos retenidos por
el EIIL, como toda la región ven con mucho escepticismo los recientes
desenlaces que dan a entender de una
auténtica internacionalización del conflicto sirio, que ahora sí logró
desestabilizar de forma visible el endeble equilibrio político y militar de Iraq.
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