lunes, 8 de noviembre de 2010

El desalojo del "Campamento de la Justicia y la Dignidad" o el recrudecimiento de la violencia en el Sahara ocupado

En estos instantes en que escribo, en el Sahara Occidental ocupado se está llevando una masacre, como no la ha habido desde el cese el fuego de 1991. Desde una semana se fue juntando un campamento primero improvisado en las cercanías de El Aaiún, que llegó a censar 20 000 saharauis, según fuentes pro-saharauis. Este denominado "Campamento de la justicia y la dignidad", se convirtió en una espina para la adminstración marroquí, la cual fue incrementando los intentos de aislar este campamento de todo intento de hacerle llegar los víveres más necesarios. La muerte de un jóven saharauí de 14 años fue una de las muchas razones que hicieron comenzar esta movilizacíón sin comparación alguna, en los 35 años de lucha del pueblo saharaui por recuperar la tierra arrebatada.

Este día 8 de noviembre a las 7:00 de la madrugada hora local comenzó un operativo de varios frentes para desalojar al multitudinario campamento. Desde aire y tierra se dispusieron a desarticular desde la base el asentamiento improvisado, deteniendo según sus fuentes 70 personas y matando a 7. Las fuentes pro-saharauis en cambio hablan de números muchos mas elevados, al menos 70 personas muertas en el enfrentamiento. En esta guerra de números lo único claro es que se trata de una verdadera guerra campal, donde la fuerza ocupante (Marruecos) ha procedido a diseminar una resistencia, que se le había salido de las manos, y puesto en riesgo, la paz interior en el reino.

Las condenaciones han sido variadas en el ámbito internacional. España, ex-potencia colonial de dicho territorio se manifestado a diferentes niveles. Desde las organizaciones afines a los saharauis han habido manifestaciones en frente a la representacíón marroquí, y por parte del gobierno se ha visto, que hay serias "preocupaciones" acerca de los sucesos en Marruecos. La ministra de relaciones exteriores, Trinidad Jiménez ha exhortado desde La Paz, Bolivia a ambas partes de mantener la mesa de negociación, sin por ello levantar la más mínima crítica hacia Marruecos. El no involucramiento por parte de España, tan habitual desde la firma del Tratado de Madrid en 1976, no fue la excepción. Mientras que en Nueva York, EE.UU. se esta celebrando una reunión bilateral para la resolución de la descolonisación del Sahara Occidental,donde en el marco de la ONU se discute la posible reanudación de los procesos de negociación para la celebración de un referendum, el Frente Polisario se ha abstenido por lo pronto de toda colaboración, por lo que consideran una rotunda violación del cese de fuego, y por lo tanto constituyen un precedente. Marruecos, fuerza ocupante en el marco del conflicto, parece ser la beneficiaria de esta vuelta de tuerca, pues si bien reciben una condena formal, estan respaldados por la mayoría del mundo occidental como EE.UU. y Europa, por lo que pueden operar con toda certeza en lo que consideran en repetidas veces, "la provincia sur".

En la medida en que estas negociaciones no llegan a fin, también se desgasta la paciencia del pueblo saharaui, quien lleva 35 años en la lucha desde el exilio y desde la ocupación de facto. Un hecho es que las inversiones metidas en ese territorio en litigio hacen también muy interesante el mantenerlo, pues el entregar todo ese territorio a una administración del Polisario, podría poner en riesgo grandes capitales e intereses estratégicos.

La pasividad en el ámbito internacional, como también las presiones internas en el Frente Polisario hacen que cada vez más se quiera considerar la vía armada como salida, cuando se cree la vía diplomática esta cada vez más lejos de llevar a algo. El gobierno saharaui por su parte insiste que aún no se han agotado todas las opciones, pero también es cierto, que el mantener el status quo mucho tiempo más solo ayudaría a debilitar el movimiento de resistencia. No obstante hechos como el aquí mencionado dan perfectamente a entender, que incluso con el paso de los años, las nuevas generaciones no han asumido ser parte de Marruecos, sino mas bien han reafirmado su arraigo saharaui.

Al mismo tiempo que este tipo de eventos lleva a una "pacificación", Marruecos sabe que no se puede permitir de bajar la guardia, pues los enemigos internos son muchos,y no es capaz de tenerlos a todos en control todo el tiempo. El relativo aislamiento que lleva consigo, también atestigua que siendo la última fuerza ocupante en el continente africano, no tiene apenas relaciones con su propia región, ni con sus vecinos. Solo el tiempo podrá confirmar la capacidad del pueblo saharaui para volver a levantarse de los golpes sucesivos, pero lo cierto es que ni este ni otros han sido capaces de apagar la llama de la resistencia, décadas después de la ocupación. Y los que hoy gozan de privilegios y una vida en la aparente legalidad, mañana serán colaboradores, que pasarán por la justicia, por haber puesto su parte a la ocupación de un territorio en medio de las naciones independientes en pleno siglo XXI. Dado que estos eventos estan en pleno desarrollo, habrá que darle el seguimiento en los días venideros. En todo caso hay que difundir el mensaje en la opinión pública en el mundo entero, y además de condenar rotundamente lo sucedido, intentar sensibilizar en la medida de lo posible de las violaciones a los derechos humanos más elementales por parte de las autoridades marroquíes ocupantes. Hoy y para el futuro, lo único cierto es que más temprano que tarde, el Sahará vencerá.

Arriba la lucha del pueblo saharaui
Abajo con el ocupante marroquí

Hasta la victoria siempre
Venceremos

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