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jueves, 21 de marzo de 2013

Chipre como el eslabón más débil de la zona euro o la hipótesis de la salida del euro a muy corto plazo

La gente está en las calles de Nicosia, mientras que las fuerzas del orden intentan mantenerlos fuera del cordón de seguridad enfrente del parlamento chipriota. A la vez el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) pusieron ya su ultimátum a la crisis financiera en curso. El lunes 25 de marzo cesa toda ayuda económica para Chipre, en el caso que no logren juntar 6 mil millones de euros. A corto plazo y en las condiciones de liquidez actuales de la nación insular no darían abasto a tales demandas. Además la descapitalización que se está viendo en los días recientes, donde la gente intenta recuperar el máximo de sus ahorros, antes de que colapse el sistema bancario. Fue el mismo parlamento que en una moción de ayer, rechazó el plan de restructuración exigido por parte del FMI y el BCE. Esta condición sine qua non dejó de producirse, dejando atrás un precedente sin igual: la primera nación en la eurozona que no se subordina a las condiciones de Bruselas a nivel parlamentario.

El nudo gordiano parece a primera vista inextricable. La burbuja bancaria que reventó en Chipre, puso en tela de juicio la solidez de su economía misma, que depende en gran medida de dicho sector. Los extranjeros que más dinero tienen puesto en la isla son los rusos, que no veían de buen ojo que una tasa de 9.9% fuera levantada sobre la masa de riqueza guardada ahí. De hecho el primer ministro Dimitri Medvedev se pronunció en varios momentos sobre este asunto.

Más la situación es tan urgente, que el gobierno de Nikos Anastasiadis envió al ministro de finanzas  a la capital rusa, para desbloquear algún crédito monetario. En los momentos mismos de redacción, se encuentran en Moscú tanto líderes europeos, entre los cuales le presidente de la comisión Durão Barroso, como una delegación chipriota, que se puso como meta permanecer hasta que saquen un acuerdo útil. Lo  cierto es que tiempo es lo que menos tiene el gobierno de Anastasiadis, el lunes entrante, la liquidez en la isla cesará, y desde ahora los bancos-oficialmente cerrados hasta nuevo orden-tendrán que ver como reabastecerse de nueva liquidez, en particular el banco Laiki, segundo en importancia en el país.

Entre el riesgo de hacer perder a la gran mayoría de los chipriotas sus ahorros e ingresos, si el sistema llegara a colapsar efectivamente, hasta una hipotética salida del euro parecen vislumbrarse en el horizonte. Pese a todo intento de querer relativizar la situación, la gente está viendo un serio problema de liquidez a corto plazo. Las tiendas ya no aceptan tarjetas de crédito como medio de pago, o hacen descuento todo pago en dinero contante, sino que la furia por hacerse con la mayor cantidad de liquidez posible tan solo acelera el proceso de escasez. Si antes del lunes todos los cajeros de Chipre están fuera de servicio, y entonces si entre el momento tan temido, se podría ver el comienzo de la primera falla del sistema euro sin remedio aparente. De no cumplir con las condiciones de rescate exigidas, de fallar en la recaudación de dinero en Rusia, puede ser posible que Chipre salga del euro a muy corto plazo. 

De producirse este escenario, no es de adivinos ver un comienzo de una serie de fichas de dominó, que a su vez comenzaran a caer. Los eslabones más débiles de la unión monetaria habiendose reducido en las siglas (en inglés) a PIIGS -Portugal, Irlanda, Italia, Grecia, España- no habrá sido ninguno de ellos sino Chipre. Y ahora, ¿a quién es el siguiente?

sábado, 5 de noviembre de 2011

La anulación del referendum en Grecia o la conformación de un gobierno de "unidad" bajo los auspicios de la Troika

En Cannes se vivieron horas de incertidumbre por la polémica creada por el primer ministro de Grecia Giorgos Papandreu, quien el lunes convocó de forma sorpresiva un referendum sobre el rescate acordado para el rescate del país el pasado 27 octubre. En efecto tras sobrevivir en el voto de confianza en el parlamento griego con 153 sobre 298, se retractó sobre lo dicho sobre el referendum, ante la voluntad del líder de la oposición Antoni Samaras de formar un gobierno de unidad, el cual evitaría en efecto la celebración tanto del referendum, como de las elecciones generales anticipadas.

Las cancillerías de Berlín y París rápidamente demostraron su rotundo rechazo de someter sus planes a la opinión pública griega, que con cierta probabilidad lo hubiese rechazado con amplia mayoría, lo cual incluso daba la posibilidad de salir del euro para volver al drachma, puesto que de salir el no, todos los canales financieros serían cortados, creando la condición perfecta para una bancarrota asegurada. Sencillamente demasiado dinero ha sido puesto en el país, como para que ahora se considere la posibilidad de escuchar a los griegos. Más que salvar a los griegos, Alemania y Francia se estarían salvando de su propio fracaso.

El nuevo gobierno de "unidad",el cual sin duda alguna hará con recelo lo "recomendado" por la Troika (FMI, Banco Central Europeo, Banco Mundial), se hará cargo más temprano que tarde, de hacer llegar a los acreedores sus dividendos, antes de tomar en cuenta las necesidades de la población, que ya tocada por la desaceleración y el encarecimiento de la vida, consecuencia de los recortes, que han amputado una importante parte de los presupuestos de las economías familiares comúnes helenas.

Las huelgas y protestas que se están produciendo con una cierta constancia desde al menos la caída de Kostas Karamanlis, y que en la actualidad siguen poniendo en jaque las entradas del mismo parlamento y de la plaza céntrica de Syntagma en Atenas. En términos reales las ocupaciones varios ministerios por los mismos empleados, y los enfrentamiento entre manifestantes y policía antidisturbios ha dejado numerosos heridos. La seriedad que puede inspirar el, gobierno de Giorgos Papandreu. Sus compromisos con los acreedores parecen por momentos tan importantes, o incluso más, que las voces que se oyen desde la sala plenaria del parlamento, mientras que la policía mantiene en pie un orden, el cual parece ser rechazado por una gran mayoría de la sociedad. Si no son los taxistas, los trabajadores de los puertos, los empleados púnblicos, los estudiantes, los universitarios, o hasta las amas de casas o los pensionistas que se vuelcan a la calle en protesta de las medidas del gobierno, son actualmente pocos los sectores que se beneficien verdaderamente por estar ligados al poder inmediato que puede ofrecer el secretario del partido socialista PASOK, y que por lo tanto lo defiendan a capa y espada.

Ahora que se vió con todo decoro el populismo llevado por el todavía primer ministro, la credibilidad que le pueda quedar a las instituciones e instancias gubernamentales estará un tanto más minada. Las condiciones para un choque de clases cada vez más agudo en Grecia, que tendrá que reventar tarde o temprano. A la vez la vulnerabilidad del eslabón más débil de la unión monetaria seguirá vigente hasta nuevo orden. El status-quo se ha salvado por un margen pequeño, y los que pagaron la factura fueron una vez los más griegos, para que Francia y Alemania sigan siendo los capitanes a bordo del barco común europeo. La pregunta es ahora: ¿Hasta cuando?

martes, 1 de noviembre de 2011

La convocatoria de referendum en Grecia o el gobierno de Papandreu en sus últimos coletazos

Literalmente todos han quedado sorprendidos ante el anuncio de Giorgos Papandreu de realizar un referendum sobre la renegociación de la deuda. En efecto en un momento donde una aparente solución había sido pactada para la reducción de la deuda en un 50%,enfrentándose por ende a intereses de banqueros franceses y alemanes directamente afectados por la medida. La vía que optó Papandreu pone parece poner un freno en toda la evolución vista hasta ahora ante el posible default griego. En ningún momento se había considerado el referendum, y las posibilidades de que ocurriese eran mínimas a inexistentes.Con una presión en la calle importante, una paralización de la economía por efecto de las huelgas y un factor de presión internacional, el primer ministro encontró un modo de comprar tiempo, en un clima de negociación francamente defavorable para los helenos.

De celebrarse efectivamente y ante una posibilidad de victoria del no, el pueblo griego estaría en la medida de tomar una posición soberana frente a los litigios de la deuda exterior.Durante el gobierno de Kostas Karamanlis entre 2004 y 2009, muchos negocios ocultos se llevaron a cabo entre el gobierno heleno y Goldman Sachs en un afán de "maquillar" las cuentas públicas. Se cometieron fraudes para dar la impresión que Grecia está en crecimiento y estable. La realidad es que debido a la contabilidad falseada, cuando asume Papandreu en 2009 se encuentra no sólo con las arcas vacías, sino que con deudas no declaradas. Desde entonces Grecia ha pasado por una primera interevención en 2010 del FMI junto al Banco Central Europeo. Se acordó un monto inicial de 110 millones de euros, que serían entregados en partes. En la actualidad no ha llegado aún la integra cantidad prometida.

Desde al menos varios meses la prensa internacional se ha enfocado de forma especial en el "caso griego", en la "crisis de deuda" o en otras denominaciones más o menos peyorativas. Se dice en los ámbitos anglosajones como centroeuropeos, que el pueblo heleno tiene que hacer esfuerzos para el bien de la unión monetaria. En otras palabras la prioridad siempre será que prevalezca el status-quo imperante, cueste lo que cueste. Inclusive se instauró el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), para que en un caso hipotético, algún país periférico, tambibién conocidos como PIGS, tenga que hacer recurso de ello, presente desde el precedente irlandés.

En concreto la maniobra sorpresa del gobierno heleno ha roto todos los esquemas dados. Las negociaciones en curso, el plan establecido y pasado por los parlamentos de los 17 países que forman parte, y los intereses inmediatos ante una cumbre del G20 en Cannes, Francia hacen que hay consternación tanto en las cancillerías europeas, en las instituciones financieras internacionales, y en la sociedad civil, que está implicada con anterioridad en una lucha contra el expolio nacional jusitficado por la deuda. El efecto sorpresa está por ahora prestne. Habrá que ver si el viernes el voto de confianza del gobierno pase por el Parlamento. En cualquier caso ésta maniobra demuestra una creciente flexibilidad de las opciones del gobernante.

Existen por consecuencia dos caminos a esto: Si sale el si, será una legitimización de las medidas por implementar a cambio de los créditos ansiados. Entonces hasta cierto grado se podrá argumentar que la vox populi lo ha consentido. Si saliese el no, entonces estamos ante la posibiilidad de una bancarota y en consecuencia una salida del euro acompañada de una vuelta a la drachma. Esto no quiere decir en ningún caso una salida de la Unión Europea, si supondría un necesario reajuste globlal, de formas aún impredicibles.

El presidente francés Nicolas Sarkozy hizo una delcaración de prensa ésta noche, donde remarcaba ante todo que frente a esta decisión de los griegos, recuerda que los compromisos adquiridos por el gobierno heleno tendrán que seguir siendo vigentes. Este jueves se abrirá la cumnbre del G20 de Cannes, Francia, y estos recientes desarrollos inesperados han sacado un poco de agenda a los gobernantes de Berlín y Paris. Grecia hizo uso de un recurso de la soberanía popular, paradójicamente convocada por el primer minisitro más impopular de su historian reciente. Previsto para enero 2012, este referendum marca el inicio del año entrante desde ahora, y deja la incógnita y la incertidumbre, ultimamente tan presentes en los círculos financieros internacionales. ¿Será Grecia capaz de defenderse contra el asedio internacional mediante nada menos que la soberanía popular? Lo único cierto es que en ésta historia, nada está escrito de antemano.