jueves, 26 de noviembre de 2009

La democracia desde zero en Honduras o la legitimización de los golpistas por las urnas

El tiempo pasa, y Mel Zelaya estará a esta altura viviendo su segundo mes recluido en la embajada brasileña de Tegucigalpa, en la cual ingresó el 21 de septiembre. A su vez se acerca peligrosamente el día 28 de noviembre, día que cumple 5 meses fuera del poder. Lo cierto es que las elecciones tan polémicas de Honduras de ese mismo día se ven opacadas por una serie de hechos irrefutables.

Primeramente hasta hace menos de una semana esta se movía en una soledad internacional, incluso del mismo gobierno de EE.UU. Esto ya no es así, pues de hecho Obama se ha terminado por decantar por un reconocimiento formal del resultado de dicho proceso electoral bajo estado de sitio. Esta vuelta de tuerca se vio acompañada de una oleada de gobiernos latinoamericanos filoamericanos, llamese Perú, Colombia, Panamá, y el jefe de orquestra, EE.UU. Esto rompe el consenso de la OEA de no reconocer de hecho ninguna elección, sin antes restituir al presidente constitucional Zelaya.

Luego el golpe de estado perpetuado bajo la férula de Roberto Micheletti, ahora mismo se ha visto abandonada por este mismo. Micheletti se ha "retirado" de la presidencia temporalmente, para reincorporarse el 2 de diciembre. Ese mismo día es el que supuestamente se iría a celebrar la sesión en el Congreso hondureño, acerca de la restitución o no de Zelaya hasta el término de su mandato consitutucional en 2010. Tomando en cuenta que aqui se ha puesto la carreta por delante del burro, reconocer la validez de estas elecciones, implicita pasar de alto a Zelaya, pues si primero se celebran las elecciones, sin cabeza de estado en funciones y legitimado por la comunidad internacional de parte entera, ni Micheletti, en vacaciones, ni Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil, el pacto San Jose-Tegucigalpa no se estaría cumpliendo.

Además que ahora mismo el conflicto ha pasado a que Obama lo reconozca, pero Lula da Silva no. Siendo el peso más pesado de América Latina, aunque carente de un poder de veto del que dispone Obama, eso si valedor del último refugio para Zelaya en su propio país. La OEA en su conjunto y saliendo de su secretario general, Jose Manuel Insulza, tanto como la ONU no reconocerán ni observarán la validez de estos comicios.

Con estos hechos a la vista y la noticia de la bomba que estalló en la sede del Tribunal constitucional de Honduras ayer, la tensión esta en su máximo. Al parecer la retirada de Micheletti en si, para algunos analistas, o incluso para algunos gobiernos es hecho suficiente para darle una nueva legitimidad a la democracia hondureña. Zelaya empezaría a sobrar en el panorama, si no fuese por el empecinamiento de Lula a sostenerse en Zelaya y en el bando izquierdista de Chávez, tal como llega a opinar algún periodísta poco sensato de El País (España). El mero hecho de que volviera pese a todos los obstáculos hace un poco más de dos meses, de por si hace creer que aqui se estaba orquestrando un cambio de mando desde arriba, pero que algunos elementos al final se han salido de su orden establecido en el camino.

Ahora habiendo visto con toda evidencia la voluntad dilatadora del bando golpista, Obama insiste en "comenzar desde zero", pasando de alto la misma calidad de golpistas a quienes se han visto como perpetuadores o colaboradores de este escenario tan estático e immovil. No sin razón estos intentan limpiarse la cara una vez más ante la comunidad internacional, o como menos intentan facilitarle a Obama presentar al mundo estas elecciones como algo un poco más correcto y limpio. Su retirada temporal no solo supone por un lado una doble maniobra, pues no abandona el poder explicitamente, se retira después de poco menos de cinco meses al mando de un poder usurpador, el cual evidentemente es un esfuerzo descomunal, y es cierto, hasta un golpista necesita sus vacaciones. Solamente que tomarlas cuando más tensión hay sobre el régimen, hasta da un poco el aire, de que su responsabilidad política se reduce a lo que le plazca,tal como recibir la selección de futbol, que se ha clasificado al mundial 2010 en Sudáfrica y para lo demás que hablen sus padrinos políticos, Obama, Uribe o Alan García.

En lo que concierne la legalidad de esta medida, quizás en Oslo debería comenzar a cuestionarse quizás, que tan acertada fue la decisión de concederle tan rapidamente el premio nobel de la paz al presidente de EE.UU. en funciones. Habría que cuestionarse incluso que lobbies o intereses estan atrás de estas medidas ciertamente contradictorias. O acaso ahora el malo aqui es Lula que no termina a acceder a las peticiones de los grandes de occidente, que consideran que esta república bananera ciertamente no tiene ni necesita una democracia fundamentada, sirve con que no sea de izquierda, y que no amenace al orden establecido. El hecho que este país en 5 meses no haya colapsado quizás solo responde a la evidencia que el embargo comercial no se le estará aplicando por orden presidencial de Obama, tal como ocurrió con Haíti bajo la presidencia de Clinton.


En dos días entonces se celebrarían estas elecciones, que el mismo Micheletti dijo que eran casi obligatorias y compulsivas. El ciudadano que no colaborara con ellas o incluso intentara sabotearlas se consideraría delincuente y antidemocrático. Eso si, todos los candidatos han tenido que hacer campaña en estado de sitio, y con el filtro de pasar de alto la inconstitucionalidad de Micheletti. Solamente uno de los seis candidatos oficiales, el independiente, Carlos Reyes ha manifestado retirarse por no cumplirse la restitución de Zelaya.

Al final todo cambia para que nada cambie. El ejército sigue siendo la fuerza de orden más inconsitucional, al estar al mando de un comandante en jefe, Vasquéz Velasquez, quien al parecer escucha más al embajador de EE.UU. Hugo LLorens, que al presidente Zelaya en su momento aún en funciones. Llorens de paso, es hijo de nada menos que la operación Peter Pan, que saco de Cuba a centenares de niños, para que se críen en Florida, y ciertamente aprendió la lección de niño, de que si estas del lado del imperio, siempre estas del lado de la razón. Llorens es con seguridad el protagonistas en la sombra de este golpe de estado que en la actualidad nos recuerda que la era Reagan es capaz de reproducirse bajo la vaga esperanza que :Yes, we can change the world. Solamente que para nuestra conveniencia.

Con la esperanza de que el pueblo podrá sobreponerse a esta intolerable situación, insistó y reiteró que el imperialismo no triunfará por encima de la voluntad popular, y sobre todo tal como decía Daniel Viglietti en Manaugua entonces en el año 1983 algo contextualizado

Si Nicaragua venció

Honduras vencerá

Hasta la victoria siempre.

No hay comentarios: