El día 17 de enero el presidente François Bozize de la
República Centroafricana (RCA) nombró formalmente como primer ministro Nicolas
Tiangaye, abogado militante de la Oposición Democrática centroafricana. De este
modo el presidente cumplió con su parte del acuerdo de paz de Libreville del
pasado 11 de enero 2013.
Los acuerdos de paz inter-centroafricanos llegaron a término
un 11 de enero 2013 en la ciudad de Libreville, Gabón. En este acuerdo el
gobierno centroafricano y la alianza “Séléka” llegaron a un acuerdo de paz,
donde se aceptó por ambas partes un cese-el-fuego inmediato por siete días.
Además se garantizaba la liberación de presos políticos y la nominación de un
primer ministro que fuera de la oposición. Este mismo a su vez no podría ser
revocado por un periodo de 12 meses, a la vez que el presidente François Bozizé
permanecería en el cargo hasta terminar mandato en el año 2016. Finalmente se
decretó la salida de las tropas surafricanas del suelo de la RCA.
El primer ministro saliente, ex rector de la Universidad de
Bangui, Faustin-Archange Touadéra deja su mandato, que le
encomendó el presidente Bozizé un 22 de enero 2008 al término de cinco
años. La nominación del nuevo gabinete
es la difícil tarea que tiene a partir
de ahora Tiangaye, puesto que su composición viene en gran medida condicionada
por los acuerdos de Libreville II, al tener que incluir a los integrantes de
Séléka, a antiguos rebeldes, a miembros de la sociedad civil, a la oposición democrática y a gente leal a Bozizé. Este futuro
organigrama promete ser como menos interesante,
en el mejor de sus intentos. La implementación real del cese-el-fuego
tendrá que verse en hechos concretos. En todo caso se prevé la integración, una
vez más, de los integrantes de la Séléka en el ejército centroafricano.
Todo este cuadro es desde todos ángulos posibles complicado.
Los ciclos de paz y violencia en la década pasada han hecho producirse el
primer acuerdo de paz de Libreville en
2007, el cual fue de implementación un
tanto problemática, si se considera la situación que se crea el año pasado, que
de hecho conduce a un vuelta atrás de todo lo acordado previamente. Por ello
hay que tomar estas noticias con cautela, ante la imprevisibilidad a corto
plazo. Por ahora Séléka se mantiene en la línea, y las fuerzas de la ONU, la
MICOPAX está y permanece presente en suelo centroafricano. Por ahora el tema de
las tropas surafricanas no parece haber dado ningún giro desde antes de
Libreville II, por lo que hace falta seguir este tópico en el futuro o sus
posible consecuencias.
A primera vista la mediación de la Comunidad de los Estados
de África Central (CEEAC) cumplió al menos formalmente con la resolución de un
conflicto civil. No obstante en el pasado se dieron casos de ruptura posterior
al acuerdo, que pusieron en entredicho una paz relativa. Será ante todo
necesario que el espíritu de colaboración sea presente en todos los actuales
actores políticos salidos de dicho acuerdos de paz. Esto sólo podrá comprobarse con el
paso del tiempo.
Las condiciones de
una normalización institucional se han dado en una velocidad sorprendente.
Sin lugar a duda la última mesa de negociación fue plasmada de mucha voluntad a un compromiso.
Luego es cierto que el gobierno cedió parte de su autoridad, en la medida que se
comprometió a sostener a Tiangaye hasta enero 2014. Sea cual fuera en la
práctica la administración Tiangaye, está condenada a su vez a reconocer al
presidente constitucional, y a colaborar con él y viceversa.
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