martes, 2 de agosto de 2011

La aprobación del nuevo techo de deuda de EE.UU. o el fin de los tiempos dorados del imperio

Al final EE.UU. se salió con la suya, pero nunca estuvo tan cerca de la suspensión como ésta vez. Entre el día de ayer y hoy tanto el Senado (Casa de Representantes) como el Congreso pasaron por votación el proyecto de ley para elevar el techo de deuda por un monto de 2.1 billones de dólares. Asimismo el día de hoy el presidente estadounidense promulgó la misma ley, con lo que permitirá a EE.UU. in extremis garantizar los pagos de sus obligaciones contraídas con sus acreedores tanto en el extranjero como las prestaciones hacia sus conciudadanos.


El día lunes 1 de agosto la Cámara de Representantes aprobó con 269 votos a favor y 161 en contra dicha medida, donde la mayoría es del partido demócrata. Finalmente hoy el Congreso de la Unión, de mayoría republicana aprobó a su vez el proyecto de ley con 74 votos a favor y 26 en contra. Con la firma del presidente Obama, el nuevo techo de deuda se convirtió en ley, habilitando al gobierno estadounidense a contraer de nuevo más deuda de aquí al menos hasta el año 2013.Las arduas negociaciones que se fueron dando en las semanas pasadas daban a entender un profundo desacuerdo entre los dos grandes partidos, el demócrata y el republicano.


Dada la particular situación de mayoría-minoría de ambos, metidos en un sistema bicamaral como es el de dicha nación, las presiones tanto del ala más de izquierda de los demócratas como el ala más de derecha de los republicanos, también conocidos como el tea party, tenían unas pretensiones que pasar antes de ceder en la aprobación tan necesaria. Los demócratas tenían en prioridad mantener los acervos sociales alcanzados durante el mandato de Obama, como es la seguridad social del estado y el mantenimiento de las pensiones y de las becas para estudiantes. Para los republicanos en cambio, desde una óptica diametralmente opuesta, se buscaba disminuir en la medida de lo posible la presencia estatal en la economía, y evitar toda imposición de nuevos impuestos a los más pudientes de la nación. Al final los dos campos tuvieron que hacer concesiones, los dos en cierta medida han decepcionado a sus simpatizantes, con el fin de no poner en riesgo la integridad de la economía en sí, que sin duda daría a entender una falta de sentido común, y una total incomprensión de la razón del estado por encima de todas las posibles diferencias particulares.


En las concesiones de los demócratas estaba una reducción significativa de los programas sociales, en el afán de alcanzar una reducción del déficit público por un monto de 2.4 billones, además de una comisión mixta de ambos partidos para conseguir un ahorro adicional de 1.5 billones de dólares, que en el año en curso publicará sus conclusiones pertinentes. Para lo que lleva a los republicanos, se accedió a que la imposición de los más ricos se incrementara de forma moderada, a la vez que sus pretensiones de reducir el estado de bienestar se vieron tan sólo parcialmente cumplidas. A efecto inmediato se incrementará el techo de deuda por 1 billón de $, por lo que el resto de monto acordado se hará efectivo en 2012, de forma a garantizar la solvencia del país, a mediano plazo, por encima de la época electoral en vista en 2012, donde Barack Obama ha declarado su intención de buscar la reelección. Se espera de esa forma que la política esté exenta de toda inestabilidad financiera.


Las bolsas de valores en el mundo, que en las semanas pasadas habían vivido caídas constantes, como la de Madrid, Milano, Frankfurt, Tokio, etc., se han mostrado en alza, desde que se dió a conocer el lunes la posibilidad de un acuerdo sobre la salida de la moratoria el 2 de agosto. Al final EE.UU. se salvó a si misma, supo poner de lado sus intereses particulares partidistas, y sacar de nuevo solvencia donde no la había. Sin embargo esto no termina de disipar todas las dudas sobre la solidez de la economía estadounidense. La moneda común europea por su lado sigue su lento pero decisivo deterioro, mientras que sus miembros más débiles, al sur de Europa, Grecia, Italia, España, Portugal sufren de constantes devaluaciones por parte de las agencias de notación crediticia, Standart´s & Poor, Moodies, Fitch, que nunca parecen satisfechas con ninguna medida de austeridad, pues siempre están por debajo de sus expectativas, y por lo mismo siguen alimentando un clima de desconfianza general en los circuitos financieros. El mundo occidental comúnmente denominado como industrializado o desarrollado no parece salir más de este ciclo de turbulencias.


De la misma forma los EE.UU. han llegado a un grado de endeudamiento del 97% de su PIB , y si ahora se dicen de nuevo fuertes y capaces de seguir adelante, es seguro que en algún lado tendrán que recortar gastos, y esto podría posiblemente afectar al ejército. El país que más gasta en ese concepto en el mundo, tendrá que ahorrar, abaratar sus misiones en el exterior, posiblemente acelerar la salida de sus tropas en zonas estratégicas, como Afganistán o reducir su participación en la misión en Libia. Las intervenciones militares estadounidense están comenzando a costarle muy caro a nación norteamericana.


Los tiempos dorados de EE.UU. han llegado a su fin, pero el tigre aún no se ha rendido del todo. Lo cierto es que en términos generales la salud de la economía mundial está bastante deteriorada, en parte debido a la debilidad crónica de la Unión Europea y de EE.UU. El eje económico se ha mudado con certitud al pacífico, y en cierto modo vemos venir lo que podría determinar las décadas venideras, un lento pero constante declive de las economías arriba citadas y una presencia cada vez más omnipresente de China. El billete verde se salvó de poquito de la depreciación, y se preservó hasta nuevo orden la calidad el AAA de EE.UU. La pregunta ahora sería, ¿Hasta cuando podrán los EE.UU. salvarse a si mismo de la catástrofe económica, y de pasó arrastrar a sus socios al abismo?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Así funciona esto usa imprime billetes no les cuesta nada con esto compran petróleo ellos a su vez compra bienes en todo el mundo el obrero o el campesino que recibe este dinero y que sí trabajo lo gasta en televisores vehículos etc etc los dólares van a para a las cuentas de diferentes países donde reposara por largo rato quizás décadas este dinero no regresa nunca al lugar donde lo imprimieron porque su tenedor se siente seguro con el guardado. EL PLANETA AGUANTA TODAVÍA UNOS 100 trillones más hasta que se den cuenta que tienen guardado sólo basura.