sábado, 5 de febrero de 2011

El “día de la salida” o el inicio del despertar en el mundo árabe

El “día de la salida”, el viernes 4 de febrero, onceavo día consecutivo de las protestas anti-mubarak se ha producido con una cierta tranquilidad, a diferencia de la violencia callejera observada ayer. 10 mil egipcios pernoctarán eta noche en las tiendas de campaña en la plaza Tahrir. A su vez se produjeron concentraciones de grupos pro-mubarak, con la finalidad de contrarestar las voces de protesta.La visita del secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa en la plaza Tahrir fue sin duda el evento de culminación del día de hoy. El secretario general ha expresado repetidas veces su apoyo a la voluntad del puebo egipcio. El cerco hacia los corresponsales de prensa extranjeros como egipcios fue generalizada, con la intervención de agentes no identificados de la policía que perjudican la labor periodística.

El sábado a su vez fue día de concentraciones en la plaza Tahrir, donde incluso hubo la presencia de grupos coptos que se solidarizaron con la causa.Este sábado otros ataques se dieron esta vez a un oleodúcto que alimenta a Israel con gas natural. Esto suscitó una protesta por parte de Tel Aviv, además que puso en evidencia una falta del control efectivo en zonas estratégicas por el régimen de Mubarak.

El presidente francés Nicolas Sarkozy, que actualmente ostenta la presidencia pro-tempore del G8 y del G20, ha condenado formalmente la posición del gobierno de Hosni Mubarak con las protestas presentes en Egipto. Exigió el cese de la práctica de la censura de la prensa y el inicio de la transición política de forma inmediata. La Unión Europea por su lado ha pedido la entrada de un régimen de transición más democrático.

Incluso el presidente estadounidense (ee.uu.) Obama ha expresado una condena formal por el uso de la fuerza del régimen egipcio. A Obama el pasado parece haberlo alcanzado, con lo que se conoce como el discurso del Cairo, pronuncaido en la universidad de dicha ciudad en el año 2009. En este el presidente prometía un cambio con la nueva administración en relación con el mundo árabe, y pretendía la normalización de las relaciones diplomáticas en diferentes frentes, sobre todo con Damasco. Sin embargo en la práctica la nueva doctrina no tuvo mayores repercuciones hasta ahora. Pues parece que la promesa de cambio, lema principal de su campaña presidencial lo obliga a tomar medidas reales de distanciamiento con el régimen de Hosni Mubarak y posicionarse con la voluntad del pueblo egipcio en la calle. La diplomacia ee.uu. se ha puesto en marcha, para crear un gobierno de transición, encabezado por el actual vicepresidente Suleiman. Su actual objetivo siendo la transición más favorable ante todo a los intereses geoestratégicos paracon Israel. El vicepresidente Suleiman es según Washington el más adecuado. Este cambio de estrategia hacia un régimen pro-occidental, con su longetividad de tres décadas, suscita críticas entre los republicanos. Otra crítica desde la izquierda que apostó por Obama entonces, que se había visto decepcionada por la tibieza del personaje una vez entronado, ahora al menos podrá ver un poco más de contundecia política ante la urgencia de la situación general del Medio Oriente.

Otro actor de la escena internacional se ha pronunciado el viernes. El Ayatola , líder de la revolución iraní de 1979, se ha pronunciado públicamente. En su intervención denominó el pueblo egipcio como el inicio del despertar del mundo árabe, y exigió además la revocación inmediata del tratado de paz firmado con Israel en el año 1979. En Jordania por su lado las protestas contra el nuevo primer ministro Marouf Bakhit continuaron con al menos varios miles de personas. La demandas políticas, que apelan al espíritu revolucionario tunecino y egipcio, se persiguen en simultanéidad en varios frentes en el mundo árabe, que tienen origenes varios pero en el fondo una finalidad de renovación del estado.

En Argelia la oposición al régimen pseudo-socialista de Abdelaziz Bouteflika hace olas. Las manifestaciones violentas entre policías y jóvenes se hacen presentes en varias ciudades del interior, como Oran o Annaba, como en diferentes partes de la capital Argel. Considerando que en Argelia la prensa no goza de una auténtica libertad de prensa, y que muchas demandas de la sociedad son ignoradas por el régimen cleptómano de los generales que están efectivamente al mando del país.

“El viernes de la salida” talvez no tuvo el éxito esperado, pues hasta la fecha las instituciones como el ejército permanecen fieles al presidente, pero ha cristalizado un poco más esta revolución encaminada hace ahora 12 días días al derrocamiento del presidente. Sin embargo el gobierno está aislado internacionalmente, con la excepción talvez de países como China, Israel o Arabia Saodita. Ha causado una incertidumbre en los ámbitos financieros, pues la posibilidad de un cierre del canal de Suez, o de un cambio de mando político, que restringiría el comercio internacional que transita a traves del mismo. El barril del petróleo ha subido considerablemente en las principales bolsas de valores, acercándose a los 100$.

Lo cierto es que la crisis política en Egipto es hoy un factor de altibajos en las bolsas de intercambio del mundo, Francfort, Nueva York o Londres. Incluso ha llevado al presidente ha dejar el cargo de líder del Partido Nacional Democrático y a remodelar un poco más lo que le queda de gobierno bajo Ahmad Chafic. Con la nueva función de mediador de EE.UU. en la búsqueda de una transición política, la administración Obama ha tomado finalmente postura en la crisis. Esta sin embargo es un tanto conservadora y continuista, y si bien puede que por la influencia de Obama Hosni Mubarak acceda a dimitir, la función de aliado de EE.UU. es al parecer imprescindible desde la óptica de EE.UU. y sobre todo de Israel.

Los egipcios se han levantado en armas para exigir la dimisión del presidente Mubarak. No parecen retroceder ante esta demanda tras 12 días. Además están recibiendo el apoyo del mundo entero en este empeño. Mucho dependerá de la continuidad del movimiento revolucionario egipcio, pero también de los actores internacionales que pueden contribuir a la caída de Mubarak. Ojalá sea este el inicio del despertar del mundo árabe, y en consecuencia el fin de un estatus caduco de la guerra fría.

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