jueves, 3 de febrero de 2011

La presión internacional sobre el "rais" de Egipto o el intento de convertir la situación de descontento en una guerra civil

Cada día que pasa la plaza de la liberación amanece más concurrida de los opositores al régimen de Mubarak. El día de ayer estuvo de nuevo lleno de nuevos acontecimientos y desarrollos tanto en el interior del país como en la escena internacional. En estos días la gran mayoría de las chancillerías han vuelto a emitir serias críticas al gobierno del "rais".

La Comisaria para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Catherine Ashton, dió a conocer la posición en común de los 27 acerca de la crisis vivida en Egipto. Exigió en un tono aún bastante neutral el cese de la violencia y el restablecimiento del orden. A su vez el secretario general de las Naciones Unidas se pronunció categoricamente contra la represión vivida en ese país, exigiendo a su vez un cese inmediato y la entrada de una transición política. Sin duda lo más sorprendente talvez, es que no solo Israel sigue apoyando al viejo militar octagenuario, sino el AL-Fatah, que en virtud de las negociaciones de "paz" y el orden post-Oslo de 1991 fue artífice de una cierta estabilidad política hasta hace poco. Sin dejar de mencionar a China que se solidariza con el régimen de Mubarak en un claro intento de frenar toda evolución que abriera la posibilidad de una oposición interna, y en clara alusión preexistente entre la plaza Tahrir de 2011 y la plaza Tianmen en 1989. Finalmente el primer ministro turco Recep Erdogan se pronunció claramente en favor del pueblo egipcio, y no con el régimen, con el cual han habido fricciones en la posterioridad de la operación contra la armada de la libertad hacia Gaza. Ankara, en parte aliado de EE.UU.,también en el pasado leal aliado de Israel, esta desarrollando una política exterior cada vez más autónoma y no siempre alineada con la línea oficial de Washington.

Sin duda Obama es que el que está tratando de lidiar con esta situación con el pragmatismo, que cada vez es más evidente. En un contacto telefónico, Obama le dió a entender su preocupación con la situación general en Egipto. Evidentemente lo incitó a llevar a cabo una transición, pero puntualizando la urgencia de ésta. Sin duda Washington, al igual que Tel-Aviv no quieren ver que el cruce del comercio internacional, ya en cierta dificultad en el mar rojo e índico en la altura del cuerno de África, se vea más perjudicado por un cambio de mandos en el canal de Suez De hecho el precio del petróleo ya subió a raíz de la crisis egipcia, dejando claro que lo político de a poco está pasando a algo más económico.

En el plano interior hemos visto como ha surgido un nuevo actor en el escenario. Este actor, que a príori se consideraría como un sector pro-Mubarak viene a convertir una manifestación netamente opositora, en un enfrentamiento de tipo guerra civil. Suponiendo que estos partidarios pro-Mubarak lo sean de convicción, y no de conveniencia. El ejército, que en teoría se dice contrario a levantar las armas contra el pueblo, se ha reducido a ser un colchón contra un enfrentamiento entre los opositores y los partidarios en una batalla campal urbana. La duda sobre la naturaleza de este nuevo movimiento estaría aún por determinar. Si se trata de una base de (ex-)policías asumiendo una función de camuflaje, o incluso gente pagada a diario para llevar a cabo acciones de vandalismo y de división en el movimiento contestatario. Lo sabido es que ahora mismo estos enfrentamiento han venido como elemento de distracción, en momento de suma debilidad del ejecutivo.

Mubarak hizo ayer una aparición la televisión pública, donde no solo reiteró su voluntad de no presentarse a la reelección en 2013, sino que habría una reforma de la constitución, que abriría la posibilidad de una oposición más consolidada en un marco constitucional, algo que hasta la fecha era casi impensable. Con todas estas promesas, pretende permanecer hasta el término de su mandato, en el año 2013, y no ha puesto en duda aún la vigencia de su mandato constitucional. En cambio si ha dado pasos preventivos, donde preservaría algo de su aparato estatal, en manos del vice-primer ministro, Omar Suleiman, quien en calidad de antiguo jefe de la inteligencia y miembro de la casta militar, tomaría el relevo del país en el inoportuno caso de una salida in extremis de Mubarak de Egipto. Es Suleiman quien parece ser el designado para "dialogar" con la oposición. Hasta ahora lo más contundente de su boca ha sido el pedido "que todo mundo vaya a su casa" y que vuelva el orden en la calle. Siendo ahora mismo el número dos del régimen, cuenta con importantes prerrogativas ante el ministerio de interior.

Al parecer el efecto contagioso llevó por ejemplo al rey de Jordania Abdallah II a formar un nuevo gobierno de "saludo nacional", encabezado por el antiguo primer ministro y consejero militar Maroouf Bakhit. De esa forma quiere ventilar las protestas en su reino por la mala situación económica, y la creciente pauperización de la sociedad. Otro régimen en crecientes dificultades es el de Yemen. El presidente Ali Abdallah Saleh, en poder desde 1978, primero de Yemen del Norte, después del Yemen reunificado, ha prometido no volver a presentarse a reelección en 2013. En Sanaa se han producido una serie de protestas anti-gobierno, y otras en favor al gobierno,casi en similitud con lo que actualmente ocurre en Egipto.

La guerra mediática que lleva ahora el conflicto egipcio, como en en cualquier otro régimen similar, es el de la recuperación del control de los medios de comunicación por parte del gobierno. Los avances tecnológicos han dados nuevas armas a gente, que antes no podía posiblemente llevar a cabo acción alguna contra la arbitrariedad del régimen. Esto ha cambiado con los nuevos celulares, smartphones, redes sociales, blogs,Twitter etc, que pueden convertirse en armas políticas. El vano intento de cerrar dichas comunicaciones en Egipto tan solo ha llevado a los opositores a avanzar en su conocimientob de de formas de contrarrestar la censura. Cuando el régimen cierra un canal, alguna empresa internacional busca la forma para seguir ofreciendo algún tipo de acceso para hacer llegar información de la calle directamente a la red.

El periodismo es uno de los principales enemigos del régimen actualmente. Las restricciones a canales internacionales cubriendo los acontecimientos se han multiplicado. Un periodísa belga, Serge Dumont, corresponsal del periódico Le Soir editado en Bélgica, fue víctima de un escuadrón de agentes no identificados el miércoles. Su retención duró varias horas, donde fue interrogado y acusado de ser un espía en el país. La paranoia es por lo visto capaz de mucho en una situación tan tensa.

Mientras que en los enfrentamientos nocturnos de ayer se da un nuevo saldo aproximativo de al menos dos muertos y centenares de heridos. La dimisión de Mubarak se esta convirtiendo en un rompecabezas para el pueblo egipcio, como para los estrategas de EE.UU. o Gran Bretaña, que no ven de buen ojo un cambio de eje en el bastión de la estabilidad post-1967 que es Egipto. Sin ese aliado posiblemente toda la estategia estadounidense se podría ver perjudicada a largo plazo, y sin duda entraríamos en una nueva fase en la guerra contra el terrorismo, con nuevos frentes. Ante todo Israel y el Al-Fatah que se verían bastante aisladas en un nuevo Medio Oriente renovado desde abajo.

Hay que darle tiempo al tiempo, y sobre todo tratar de entender la importancia de un posible cambio del status-quo que parece advenir. La "comunidad internacional" se encuentra entre la espada y la pared, no poder sostener a un presidente abiertamente autoritario, pero que ciertamente ha sido muy útil a dicha comunidad, y la imagen que quiere darse Occidente frente al mundo árabe cada vez más radicalizado, de por si anto-estadounidense. Los islamistas moderados, que aún gobiernan en el Golfo Pérsico o en Arabia Saodíta constituyen ese núcleo de buenos colaboradores con EE.UU.. Su inminente caída pondría en duda la continuidad del abastecimiento en petróleo, o posiblemente a una nueva situación tal cual la crisis del petróleo de 1973. Si predominan en dichas "democracias" en un futuro los islamistas radicales, ciertamente la única forma de evitarlo será de llevar a cabo fraudes sistemáticos, o como en Gaza, desconocer dicha votación por no convenir geoestatégicamente. Lo que se esta cociendo no ha tomado aún forma del todo. Pero lo cierto es que falta poco ya para que la cocción sea completa.

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