martes, 1 de febrero de 2011

¿Se vienen los radicales al poder en el mundo árabe?

Dos focos de insurgencia han brotado en particular en el mundo árabe desde finales de 2010 hasta la actualidad, Túnez y Egipto.

En el primer caso la rebelión tomó forma en Túnez a raíz de una autonimolación pública, en Sidi Bouzizi, el 17 de diciembre de 2010. La propagación de este acto de desesperación absoluta dió a un incremento de la ola de descontento general, ya preexistente. La claudicación a nivel nacional de la presencia estatal vino como consecuencia de una hulega general estatal. La parte organizativa siendo muy ligada a la Union General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), que contribuyó en gran medida con la expansión de la hulega hacia una guerra partisana entre el la policía y el ejército leal a Ben Ali, y la oposición compuesta por todos aquellos sectores excluídos de una forma u otra por el clan Ben Ali.

La salida al exilio de Ben Ali y su familia el 14 de enero 2011 hacia Arabia Saodita dejó un poder que con toda evidencia quiere favorecer la permanencia de Mohamed Gannouchi como primer mandatario. Ciertamente hubo una purga de ministros ex-aliados a Ben Ali, que han dejado su cartera. Sin embargo la cabeza de Gannouchi es la mayor contuinuidad hablando. Su permanencia ha llevado que los manifestantes que obligaron la salida de Ben Ali, ahora se ven enfrentados a un poder aparentemente provisional, pero que en la práctica es contuinuista. En los momentos mismos de la redacción nuevas reveindicaciones se están produciendo a nivel nacional en Túnez y con salida incierta.

El día de ayer hubo serios disturbios en la cuidad de Kassine, donde la comisaría de policía fue atacada por la multitud. Además que hay provocadores por cientos, que se dedican al pillaje de negocios y la degradación de patrimonio público. Representantes de la UGTT han exprimido que estos son agentes pagados por el RCD, partido del ex-presidente Ben Ali. La presión en la calle exigiendo la demisión del Gannouchi se he cada vez más evidente , mientras que el gobierno considera a estas horas levantar el toque de queda impuesto desde la salida del ex-presidente. ¿Acaso está es el asalto final contra el régimen provisional, considerado por gran mayoría contrarevolucionario y continuista del régimen Ben Ali?

En Egipto la propagación fue en un inicio muy similar a la tunicina. Una serie de ocho auttoinmolaciones terminaron por sembrar un pánico en las calles de las principales ciudades de la ciudad. La imposición de toques de queda cuasi permanentes en Suez, Alejandría y Cairo han dejado con toda evidencia la baja aprobación que tienen con el presidente Mubarak. El 25 de enero comenzaron públicamente una serie de oposición ciudadana que con diferentes pancartas políticas, fue directamente hacía los edficios más enigmáticos, tal cual la toma de la Bastille en la revolución francesa, fue la quema de la sede del Partido Nacional Democrático, partido único de Hosni Mubarak. La militarización de todos los ministerios claves del régimen fue necesaria, desde que los manifestantes en todas las ciuidades se están ataquando sistemáticamente a comisaría de policiá o ministerio que fuese. La demisión parece desde el punto de vista de todos en unanímidad, dégage Mubarak! (Lárgate Mubarak). Según el ejército en el último comunicado dado a los medios, es que el su institucón estaba consiente de los manifestantes, y que no iba a intervenir en dichos casos. La creciente hermanación conllevaría a un acuerdo verídico?

Para el día 1 de febrero se convocó a la “marcha del millón”, que pretende convocar a un millón de personas en las calles. Según la última actualización, a las 12h había ya 200 000 personas en la plaza Tahir. Las movilizaciones del día de hoy pueden convertirse en cruciales, sobte todo con la entrada en la escena de las hermandad musulmana, que ha pedido explícitamente la demisión del presidente egipcio. Con formulaciones parecidas Mohamad el Baradei ha dado a entender desde su arresto domiciliario, que el presidente tendrá que irse antes del viernes de esta semana.
Ni los cambios de ministros puede salvar ya a Hosni Mubarak como parece. Su nivel de impopularidad llegó a límites insospechables aparentemente. Cuanto tiempo más el ejército siga las órdenes de Mubarak, más tiempo podrá permanenecer en él. Sin embargo altos mandos del ejército han dado a entender que no procederán a levantar las armas contra el pueblo egipcio. De lo contrario su salida hacía Arabía Saodíta de seguro ya se esta convirtiendo en una alterrnativa real.

En la medida que la fuerza de la base permanece, o incluso se fortalezca, el poder popular existente es como se puede ver en estos dos casos, efectivamente de quitar a los gobernantes. El sentimiento que se está propagando en casos como Jordania, donde el nivel de descontento hacia el gobierno se ha lantente.

La administración de Obama por su lado se dice preocupada, por la llegada de grupos islámista fundamentalistas al poder, lo cual Washington sin duda alguna objetaría. Cabe ahora preguntarse si EE.UU. pierde en este caso dos aliados en zonas altamente estratégicas, las cuales se estarían “emancipando”, si intervendría al estilo de 1956 lo hicieron también. Es una pérdida de más que los países en sí. Es la situación geoestratégica para el comerción mundial, el controlar el canal de Suez, que en teoría tendría que ser neutral ante los pabellones. Pero esa neutralidad en este momento podría repétir el caso donde Israel se ve cerrado sus paso por el estrecho de Tirana, por en su sola salida al mar rojo, como también ell uso que hacen de aguas territoriales egipcia para sus momvimientos.

Hasta nuevo orden Israel tenía un excelente aliado en el este. Después de firmar las paces con Egipto en 1979 bajo Sadat, todos los gobiernos Israel han tenido excelentes relaciones con Mubarak. Benjamin Netanyahu dio recientemente una declaración, según la cual estaría con los socios de la paz, creada después de 1967. La caducidad de ese régimen asociado parece no haber entrado en los esquemas de sobrevivencia de Israel. De hecho, los medios de Israel se sienten amenazados, al declarar que tanto el cambio de primer ministro en Libano, de Saad Hariri a Najeb Mikati, como las presiones soclaes que amenzan con el poder de facto de su vecino, son una amenaza para su seguridad. En claves estratégicas, Israel se encontraría casi rodeada de enemigos, si se incluyese Egipto, Siria, Líbano, Gaza, e Irán juntos contra ella. Acaso la Jordania haría una diferencia, exceptuando el caso que ahí también caducara la monarquía hachemita.

Nueva asociaciones que perjudican los antiguos cálculos estratégicos de diferentes imperios, que se enfrentan a fuerzas populares que han vuelta a tomar por la mano la justicia, de impartir un poco de dignidad frente a una serie de oligarquías gobernantes. Es la hora de los pueblos que se ha declarado en los cuatro vientos. Cuando está la creencia en todos los individuos, los pueblos unidos pueden hacer sucumbir cualquier poder de facto.

¿Es éste el comienzo del fin para Israel? ¿Es este el final de la predominancia estadounidense y británica en el medio oriente. ¿La hora de la emancipación habrá llegado?

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