lunes, 5 de mayo de 2008

Santa Cruz: Una oligarquía en crisis

La ola de desestabilización se extiende cada día un poco más por nuestra América. La alza en los precios de los cereales están creando serios problemas en millones de hombres y mujeres en el mundo, y mientras tanto los intereses estadounidenses están llevando a cabo un gran golpe a los gobiernos progresístas del cono sur. En específico la consulta autonómica en Santa Cruz ha suscitado un recrudecimiento de la extrema derecha boliviana encabezada por el gobernador de Santa Cruz. La especulación se ha desatado entorno a los resultados de esta conslta, la cual no tiene ningún rigor ni legalidad. Es altamente probable que encima de ser ilegal y plagada de un alto abstencionismo, se efectúe un fraude de los hipotéticos resultados, los cuales no son vinculantes ni para el gobierno de La Paz ni para ningún organismo internacional.

La Constitución que ha impulsado Evo Morales pasó momentos de crisis y estancamiento por la capitalidad puesta en duda por parte de los socialdemocratas del Podemos, fue el argumento clave sobre el cual se planificaba el rotundo fracaso de la misma. Con una habilidad y paciencia se seguía insistiendo sin embargo el incluir a todos los interesados en la mesa de negociacióon, a pesar de su falta de madurez política. El resultado no fue otro que al fin y al cabo ellos mismos se fueron de ella y parecia hace un mes que todo estaba encaminado para que el domingo pasado se celebrara el referéndum constitucional. Ante esa perspectiva las opciones para paralizar el proceso se volvían cada vez menores, si no se quería incurrir a romper las leyes establecidas de diálogo. Por lo mismo las prefecturas de la media luna simplemente hicieron lo mismo que la Asamblea Consituyente. Convocar a la consulta autonómica según la versión opositora. Con eso lograron anular la consulta oficial del mismo 4 de mayo. En cierto modo están dándole un doble golpe a Morales, al arruinarle la consulta y además agrandar la brecha entre Santa Cruz y La Paz.

Parte del proyecto separatista se está consumando en estos precisos momentos. Se creará una hacienda propia para Santa Cruz, al igual que un cuerpo polical propio. La Carta autonómica a diferencia de la constitucional se redactó en dos día a puertas cerradas. Su contenido es tan desconocido como ambiguo para los votantes. No se trata de lo que se está votando, sino que es la aglutinación de los intereses oligárquicos en un evento que se disfraza de democrático y legítimo, pero que carece absolutamente de estos atributos. Es lo mismo que darle una carta blanca a Ruben Costas, con la cual podrá seguir su cabildo con una nueva fachada.

Un elemento muy marcado alrededor de esta consulta es el tono con el cual se ha vuelto al histórico conflicto criollo-indio de tiempos coloniales. Hay un profundo racismo que impera en la provincia, de la cual sin embargo predominan los indígenas. Durante los tiempos coloniales los criollos se consideraban reprimidos y relegados de su natural posición dominante en la sociedad por los funcionarios mandados por la metroplís. Lo cierto es que nunca pusieron el duda ni cuestionaron su tradicional poder sobre los indígenas. Los cabildos eran terreno exclusivo de los terratenientes y de los adinerados. El que no perteneciera a esta casta dificilmente podía llegar a algo en la estrucutra de poder existente. Esto ha sido igual desde la independencia de España. Una minoría blanca siempre ha estado en el poder y ha manejado la política según sus intereses de clase. Y de repente hay un presidente aymara que quiere cambiar el sistema existente de las oligarquías. Es evidente que no se dejarán arrebatar sus privilegios facilmente. Están debilitados en el plano político en un grado nunca antes visto perol les queda aún la fuerza de sus influencias. No es secundario ser el gobernador de la provincia que produce la mitad de la riqueza nacional. Además no solo es Santa Cruz, sino Beni, Tarija y Pando quienes han estado desde el ascenso de Morales al poder obstaculzando en todos los medios las medidas sociales como las estatizaciones del gobierno central.

Esta consulta de facto ahondará las divisiones del país, aunque puede que su integridad esté garantizada a corto plazo. El "diálogo" podrá continuar igual de infructuoso que antes. Lo cierto es que esto podría dificultar el desmepeño del presidente Morales, el cual si bien no ha perdido ni en popularidad, ve su poder real limitado en un país donde las decisiones importantes se tomadas en Santa Cruz y no en La Paz.

Por primera vez quizás se está haciendo uso de todas la facultades que conlleva ser presidente. Pues antiguamente este siempre estaba en la línea de los intereses oligárquicos, y en todo caso había revuelta popular, como le pasó a Sanchez de Lozada o a Carlos Mesa. Nunca era el establishment mismo que estaba en pie de guerra. Esto si que es el mundo al revez.

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