martes, 28 de diciembre de 2010

El espejismo de crecimiento en la Union Europea o el proceso de pauperización generalizado

Con el fin del año a la vista, cabe hacer una breve analisís económico de este año 2010. Visto desde Europa se puede hablar en términos generales de una continuidad de la crisis económica. Si bien la locomotora de Europa, Alemania ha vuelta a un ritmo de crecimiento sin precedente, en el resto del subcontinente la salida de la crisis no parece tan evidente.

En 2010 dos países se declararon en bancarota, Grecia e Irlanda. En ambos casos se puede presumir una presión de los mercados internacionales, como de las instituiciones internacionales, en búsqueda de los beneficios perdidos astronómicos de los tiempos de la bonanza. Esto los condujo a presionar cada vez más los países más vulnerables mediante la degradación de sus notas crediticias, como tambien por la subida de las tasas de interés por encima de 5% comúnmente aplicadas. Hay que tomar en cuenta siempre la burbuja creada por la incoporación de 10 países en el año 2004 a la Union Europea, como la progresiva incoporación a la moneda única, el euro, lo cual precipita cada vez mas economías al régimen único como a las limitaciones que ello impone, como la pérdida de la autonomía de los bancos centrales en favor del Banco Central Europeo (BCE). Esto explica en parte la catástrofe económica irlandesa, que ha incluso obligado a revisar el Tratado de Lisboa sobre la cuestión de los rescates de países en dificultad. No es dificil imaginar que en el año próximo Portugal, España o Italia se vean obligadas más temprano que tarde a pedir dinero para paliar sus crecientes gastos corrientes.

Ahí entra la cuestión de la política de autsteridad que ha dominado el subcontinente en términos generales. El mero hecho de reducir los gastos del estado, pretende disminuir el déficit y mantener el status-quo económico. Esto a la larga sin embargo pone en peligro el efímero dinamismo aún existente en dichas economías por los recortes. Obliga a muchos hogares a pasar por debajo de la línea de pobreza, donde los funcionarios suponen el el ingreso más seguro. La desestructuración del estado social puede paliar a corto plazo las dificultades de pago, pero a la larga pone la economía del país cada vez más en dependencia del sector privado, el cual a su vez en crecientes dificultades no es capaz de absorber los desempleados del sector público. Esta tendencia de bajar a mínimos todos los factores obedece a una tendencia de "terciarización" absoluta de las economías.

Estas observaciones solo pueden llevar al punto de inflexión, que puede ser el año 2011. El de un descontento general prevalece en la mayoria de los países, excepto Alemania, único país en excedente presupuestario. En la medida que la morosidad avanza y la taza de endeudamiento sobre el PIB crece, incluso en países considerados estables, como Francia, la presión fiscal y la subida de los precios de vida en los productos básicos conduciran a una pauperización, y a una inversión de la tendencia migrtatoria. Si hasta ahora Europa recibía inmigrantes, ahora es exportadora de emigrantes en otras zonas más prósporas, como el América del Sur o Australia o Canadá. Casos específicos, como Irlanda, España, Italia, Alemania, estan viendo como la pérdida de población joven solo ayuda a acelerar el proceso de envejecimiento. La sustitución de dicha población por mano de obra extranjera ya no es una solución temporal, por el clima económico desfavorable en la conyunctura global europea y las trabas migratorias crecientes.

La tasa de crecimiento baja, pero por encima de cero que pueden registrar hasta hoy economías como la de Italia, con un 0,9% o Francia con un 0,6%, son un mero espejísmo de la injección de dinero liquido del BCE, método in extremis que ha servido hasta ahora para contrarestar la erosión general de la divisa común. Sin embargo los recursos estan comenzando a escasear, y los efectos secundarios, que son la inflación y el en consecuencia la subida del nivel de vida van a terminar por romper el ideario de Europa (o la UE) como una zona de prosperidad. Esta cada vez menos repartida, se esta pareciendo cada vez más al mal llamado "tercer mundo".

El optimismo existente actualmente en Alemania da por sentado que la crisis ha sido superada. Incluso la inmigración ha vuelto, y con ello los mecanismos coercitivos necesarios para controlarla. La pauperización terminará también por afectar a los sectores más desfavorecidos de esta economía faro. Por ahora con las fiestas en vista, el consumo ha vuelta a níveles record, y los negocios parecen sacar un excelente beneficio. La gran pregunta sin embargo es, ¿Por cuanto tiempo durará esta conyunctura? Nadie sabe con ciencia cierta, pero lo cierto es que con una economía tan interdependiente, con un miembro más del euro en caer en bancarota, la moneda única volverá a ser una vez más dividida en el euro del norte y el euro del sur. Los ricos no querrán pagar el rescate de los pobres, y en un clima cada vez más tenso, la misma existencia de la moneda común puede correr riesgo de quebrar.

Esto solo constituye una perspectiva a la baja de los factores existentes hoy día. El año nuevo viene, y con el la esperanza de pasar porfín de vuelta al crecimiento tan ansiado. Al menos que sea, en palabras de la ministra de economía de Francia, Christine Lagarde, un crecimiento negativo.

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