martes, 7 de diciembre de 2010

Costa de Marfil: el estado bicéfalo o el fracaso de la segunda vuelta presidencial

Costa de Marfil es oficialmente un país bicéfalo. Dos presidentes se arrogan la victoria electoral de la segunda vuelta del 28 de noviembre de 2010. Laurent Gbagbo y Alassane Ouattara. Hasta el día de hoy las fronteras estuvieron cerradas y todas las comunicaciones al mundo exterior cerradas. El clima en la capital Abidjan más que tenso, eléctrico, en un país que tiene antecedentes de violencias étnicas no poco sangrientas.

El presidente "saliente" Laurent Gbagbo, quien ha servido desde el año 2000 hasta 2005 constitucionalmente, ha pospuesto las elecciones por diferentes razones, hasta el 2010. El mismo había sin embargo sido el artífice de una salida de un conflicto interno, que desgarró el país entre la salida del poder del ex-presidente Bedié, quien tomó la presidencia desde la muerte de Houphouët-Boigny en 1993. En el año 2002 surgió una rebelión entre el Norte y el sur de Costa de Marfil, ante un intento frustrado de golpe de estado mientras que Gbagbo se encontraba en visita oficial en Roma.

Después en 2004 un enfrentamiento directo con tropas francesas estacionadas en Costa de Marfil llevó a una tensión sin precedente entre la antigua metrópolis y Costa de Marfil, con el bombardeo de una base francesa por la fuerza marfileña, y la respuesta francesa sobre una base aérea marfileña. La guerra civil iniciada desde 2002 no se concluyó hasta los acuerdos de Ouagadougou (Burkina Faso) del 3 de marzo de 2007, donde Gbagbo accedió a poner de primer ministro al líder de la rebelión, Guillaume Soro. Es esta la trayectoria que finalmente lleva al país a un acuerdo según el cual, en 2010 habría nuevas elecciones presidenciales.

Es de saber que la constitución marfileña fue modificada en el año 2000, poniendo por primera vez un criterio de nacionalidad muy estricto, indicando que un candidato tenía que tener ambos padre y madre marfileños por ambos lados, y haber vivido en los últimos cinco años en Costa de Marfil para poder incluso presentarse como candidato.
El candidato del "Rassemblement Democratique Républicain", Alassane Ouattara fue el primero en caer en la acusación de falsa "marfileñidad" según estos mismos criterios.

Alassane Ouattara a su vez merece una retrospección en el tiempo. Ouattara fue primer ministro entre 1990 y 1993 durante la presidencia de Houphouët-Bouigny, además de haber conducido el estado en el interim hasta las nuevas elecciones presidenciales de 1993, donde salió electo el presidente Bedié. Ouatarra se retiro de la política marfileña y se incorporó al FMI, donde actuó de secretario adjunto. Es también de mencionar el hecho que sus políticas durante su gobierno fueron ante todo de corte neoliberal en búsqueda de una nueva confianza en el mercado internacional y ante las finanzas internacionales. No es coincidencia que haya estudiado en EE.UU. economía, como mucha élite africana, que posteriormente implementan con perfección lo aprendido en sus países respectivos, una vez el poder conquistado. El hecho tan sorprendente es que Ouattara mandó arrestar a Gbagbo, entonces ferviente opositor a Houphouët-Boigny durante unos meses, pero condenado en un principio a dos años.

Las elecciones tantas veces pospuestas por varias razones por parte de Gbagbo desde 2005 hasta 2010 terminaron por conducir a un periodo preelectoral a partir de 2009-2010. De los 14 candidatos, muchos fueron vetados por la Corte Constitucional (CI), entre los que figuraba Alassara Ouattara. Sin embargo en base a una pugna legal, pudo porfín presentarse como candidato del RDR en 2010. En la primera ronda del 31 de octubre hubo un empate técnico entre el presidente saliente Laurent Gbabgo con 38% de los votos, y Ouattara con 32%, en tercer lugar con Bedié, con 25%. Esto condujo a la segunda vuelta, programada para el 28 de noviembre pasado.

Al segundo turno se presentaron ahora en duelo Gbagbo y Ouattara. Fue en su momento visto como una oportunidad histórica para apaciguar el país, una celebración de la democracia en África, etc en los medios. Fue ante todo una elección observada por varios países y organismos internacionales, en vista de evitar todo fraude electoral. Las elecciones se dieron, y al parecer todo dependía de los resultados dados por la Comisión electoral. Sin embargo reinó el silencio por días. Mientras tanto el presidente Gbagbo impuso un cierre de las fronteras como de los medios de comunicación. Pasaban los días sin resultados algunos. El día 3 de noviembre la CI finalmente emitió un resultado, que daba la victoria a Ouatarra con una mayoría de 54%. Sin embargo la Corte Consitucional imputó los resultados, dando en su opinión una escasa mayoría de 51% para Gbagbo.

Mientras que Ouattara permanecía en resguardo de las fuerzas de la ONU, en un sitio protegido de la capital, el día 4 de noviembre el Gbabgo procedió a asumir los poderes presidenciales. No estuvieron presentes ninguna delegación extranjera, ni tampoco toda la cúpula del ejército, tan solo unos cuantos generales leales a él. Ouatarra también llevó una ceremonia de toma de poder, desde su cuartel general, donde recondujo al último primer ministro, Guillaume Soro, y llamó a Gbabgo a bajarse del poder. En el ámbito internacional sonaron las alarmas, ante la presencia dos poderes ejecutivos paralelos. Se envió al ex-presidente Mbeki de Sudáfrica, enviado en nombre de la Organización de la Unión Africana. Su mission: reconciliar el país antes de que caíga de nuevo en una guerra civil tal cual entre 2002-2007.

A estas alturas nada ha cambiado desde ese status quo. La autodenominada "comunidad internacional" ha manifestado en boca de diferentes portavoces, como el presidente francés Sarkozy, su repudio por el fraude electoral y por que Gbagbo permita la transición pacífica del poder al presidente electo Ouattara. Interesante es ante todo el perfil tanto de uno como de otro. Es cierto que Ouattara como representante de una escuela neoliberal, ya ha demostrado sus inclinaciones en cuestión económica, pero a su vez esto no puede invalidar un presidente electo, sea del color que sea su política. Mientras que en la calle la tensión es evidente, ya se han constatado focos de violencia incluso antes de la segunda vuelta, donde unos militantes de Gbagbo han agredido y matado a simpatizantes de Ouattara en plena campaña electoral.

Todo esta por determinarse en estas horas. Según las últimas actualizaciones se estan aplicando toques de queda en todo el país y sobre todo en Abidjan. Catherine Ashton Alta comisaria de asuntos exteriores de la Unión Europea, ha llamado a una resolución rápida de la crisis política. Mientras que el país permanece bajo el poder de Gbagbo hasta nuevo orden. El mercado internacional resiente esta crisis en la subida de los precios del cacao a nivel mundial, entre los que figura la Costa de Marfil entre los primeros productores. Alassane Ouattara sigue resguardado por las fuerzas internacionales. Todas las especulaciones son fútiles, tanto como la situación real sigue en parte oculta por el aislamiento relativo al que se ha puesto a Costa de Marfil.

Quien esta detrás de esta crisis realmente? Cuales intereses prevalecen en cada campo, y en todo caso, quien apoyaría a un presidente saliente, que desfavorecido por unas elecciones que presumen de ser limpias, no ha sabido mantener en raya una oposición, que goza de tanta popularidad en el ámbito internacional? Lo cierto es que la inestabilidad no se ha resuelto aún y que ante novedades y actualizaciones, estamos presenciando la convulsiones de una nación desgarrada por un presidente saliente y otro electo. Quien saldrá ganador, en todo caso se sabe que el grande perdedor sera una vez más, el pueblo marfileño.

No hay comentarios: