lunes, 30 de noviembre de 2009

Las elecciones de Honduras o el lobo con piel de borrego

El día de hoy se celebró en la ciudad de Estoril, Portugal la XIX Cumbre Iberoamericana. Siendo una vez más el tópico del día la "cuestión de Honduras" que es quizás el tema más espinozo sobre todo para la misma organización iberoamericana. Lo cierto es que un gran protagonista puede considerarse al presidente de Colombia, Alvaro Uribe, quien sin ningún escrupulo declaró lo siguiente:"Colombia reconoce al nuevo Gobierno. Se ha dado un proceso democrático en Honduras, de alta participación, sin fraude, inobjetable" (Telesur). A su vez la presencia de la canciller de Honduras, Patricia Rodas dejó en claro su no reconocimiento a estos comicios, a la vez que instaba a las demás naciones presentes a no hacerlo por el carácter inconstitucional de las mismas. Mucho más matizado fue Miguel Angél Moratinos, Ministro de Relaciones Exteriores de España, quien enfatizó la postura de Españá, según la cual "España no reconoce las elecciones, pero tampoco las ignora" (El País,España).

Al parecer la actual índole de mantener una posición de mediación y de búsqueda de un consenso, da por hecho que el régimen establecido después del golpe tiene sus legítimas pretensiones, por encima de su carácter golpísta. Tiene que saltar a la vista que unas elecciones celebradas bajo estado de sitio, per se no se pueden considerar ni limpias ni democráticas. De hecho no hubo constancia de ningún organismo internacional que pueda corroborar los resultados emitidos por el Tribunal Superior Electoral (TSR) de Honduras,al no haber acudido nadie en tal calidad. Otro tema que los simpatizantes de los golpistas en el mundo entero se hubiesen trasladado hacia Tegucigalpa en apoyo moral a sus compañeros de causa común. Eso no puede ni debe de servir para legitimar unos resultados, que según consta la declaración del TSR, la participación fue del 60% y Porfirio Lobos del Partido Liberal ganó con el 55% de los votos censados. Zelaya por su lado maneja datos que contrastan tal afirmación, pues dice que habría un 75% de abstención, y que incluso el padrón electoral esta inflado.

Si el proceso de vuelta a la constitucionalidad fuese respetado en primer instancia en base del Tratado San Jose-Tegucigalpa, condición necesaria para la celebración de los comicios hubiese sido la restitución previa al cargo de Mel Zelaya. Dado que esto no se ha cumplido por el bando golpista, la última declaración de Zelaya ha sido contundente y clara: "Ni restitución para legitimar el golpe ni para avalarles un proceso que está totalmente viciado de nulidad". Sin embargo el primer gobierno en reconocer este presidente electo de dudosa calidad es de Uribe, lo cual no debe de sorprender a nadie, considerando el historial personal de Uribe en cuestión de constitucionalidad.

La salida de esta situación se encuentra entorpecida por el reconocimiento de facto de ahora cinco países, entre los que situan primeramente Estados Unidos mismo, luego Perú, Colombia, Panamá, y last but no least, Israel. Estos son ahora mismo los garantes de la continuidad del golpe de estado en pleno corazón de centroamérica, y su único garante práctico, el ejército de EE.UU. Luego estan los buitres del momento, que saben aprovechar este vacío constitucional para hacer grandes beneficios, las transnacionales con sede europea o estadounidense. De hecho el mero hecho de preguntarse el porque este país no ha colpasado en estos meses, es que simple y llanamente se basa en una economía vertebrada sobre el ejército hondureño y/o estadounidense presente en la base de Palmerola.

Esta cumbre fantasma, que es la XIX Cumbre de Estoril, no ha sido más que el espectáculo de como los halcones de América Latina se ennoblecen ante la opinión pública. Nadie parece tomar muy en serio la opinión ni del mismo gobierno de Zelaya en esos círculos, ni se molestaron en la ausencia de los presidentes de Bolivia, Ecuador, Uruguay, Venezuela,o Cuba. Casi que se entendían de maravilla por una vez, si no fuese por Patricia Rodas, que enturbió el clima tan amable en la sala. Si esto es lo que queda de Iberoamérica, sea cual sea su definición real, deja mucho que desear, y no sería más que la instrumetalización del empresariado euronorteamericano sobre América Latina.

Honduras ahora se encuentra más que nunca en un callejón sin salida aparente. Independientemente de si se realizara la restitución de Zelaya el 2 de diciembre, o no, ese camino ha sido rechazado por Zelaya mismo, que tiene que jugar con las cartas que le quedan en este golpe de estado tan dilatado, que quiere parecerse a una elección. Pero si que ese electorado fantasma no ha elejido a cualquier perrito para sucederle al perro mayor, nadie menos que al Pepe Lobo, quien ahora se ostenta de ser presidente electo por arte de dios, o de Obama al menos, y que según la opinión del mismo Rodríguez Zapatero, presidente de gobierno de España, es un nuevo actor de la contienda. Por lo visto hasta Zapatero le vió la piel de borrego democráta, y no hijo de un regímen golpista.

Cosas raras que pasan, como si el ciclo de democracia y dictadura se repitiera una vez más, tal como pasó en los años 30 en plena crisis económica internacional, y en los 60 en plena guerra fría hasta su fin abrupto en 1990. Ahora con una nueva crisis económica internacional, estamos viendo de vuelta los aires golpistas en toda nuestra América. Lo único cierto es que desde la era Obama, las democracias populares tendrán que cuidarse del Imperio más que nunca, que Pepe Lobo hasta parece cachorro al lado de Obama, maestro en engañar y apresar.

Muerte a los golpistas....
Muerte a los traidores de patria....
Viva el pueblo hondureño

Hasta la victoria siempre
Venceremos

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