miércoles, 3 de junio de 2009

La Unión Europea Socialista

Reflexionando acerca de las elecciones europeas del 7 de junio, me vinieron a la mente las diferentes ideas que salieron a raíz de las campañas políticas de diferentes países. Entre los spots de la Izquierda Unida (España) como también de Die Linke de Alemania. Lo cierto es que a su vez la derecha ha lanzado sus mejores flechazos a estas elecciones que parece ser que despierta un interés como menos interesante, en comparación con años anteriores. Quizá este también todo condicionado con el fenómeno crisis que azota en mayor o menor medidas las economías occidentales. También puede estar relacionado con el nivel de descontento general que hay en la población de la mayoría de los países europeos por el declive del estado de bienestar. Ciertamente los factores son muchos y específicos a cada microeconomía europea en particular.

Todos tocan en algún momento el concepto de "Europa", desde la lectura que le de cada formación. Si las demandas de muchos partidos de izquierda "radical" se plasmaran por un momento en una Europa, este sería más o menos a lo que habría que llegar.

Una Europa abierta al mundo, sin obstáculos ni restricción a la inmigración. Esta inmigración que es a su vez el sustento básico, como también el pilar que garantiza a Europa retardar el envejecimiento de la población que sería mucho más avanzado si no fuera por la aportación de nacimientos de mujeres, en su mayoría, extracomunitarias.

Una Europa que haya superado el régimen de apartheid oculta que se lleva a cabo mediante la clasificación de ciudadanos entre comunitarios y los extracomunitarios. Esta distinción que de hecho es el origen de fenómenos como la llegada de cayucos en las costas exteriores de la Unión (Canarias, Ceuta, Melilla, Lampedusa, Malta, Grecia). El Frontex, operativo de vigilancia de la UE en dichas aguas, con métodos y prácticas poco ortodoxas, si se comparara con la aparente legalidad de las legislaciones que avalan las mismas. Se estima que alrededor de 1500 muertes ocurrieron en las fronteras exteriores del imperio. En muchos casos es constatado que se llevan a cabo violaciones sistemáticas de los derechos humanos más fundamentales. Por ejemplo en las aduanas de los aeropuertos principales, como Frankfurt, Paris, Londres o Madrid. Retenciones arbitrarias, demandas de requisitos en el límite de lo tolerable. Si acaso el visitante no dispone de 50 euros diarios, comprobables en extractos de cuentas bancarias o tarjetas de crédito, xomo de una carta de invitación, debidamente sellada por una comisaría de la policía española,además de una reservación de hotel etc, puede ser reenviado directamente a su origen, sin haber llegado a respirar aire europeo y con la prohibición de entrar a Europa en los siguientes 5 años.

Todo esto es presentado por la categoría marginalizada, los comunitarios en cambio gozan de una libertad de movimiento dentro de todo el espacio Schengen y sin necesidad de mostrar más que un documento de algún miembro de la unión. Al extracomunitario puede que con todo esto en regla, duden en que podría ser un futuro clandestino, listo para engrosar a la ya extensa comunidad extranjera residentes de forma ilegal. Todo los males económicos y sociales no deben ni pueden poner en entredicho el trato humano.

La expulsión, el confinamiento en zonas grises de los aeropuertos, esperando ser repatriados, redadas antimigrantes etc. El combate por parte del mundo de la política por controlar esta oleada de extranjeros, que fueron las manos que trabajaron la riqueza que fue durante más de una década la gallina de oro de la economía española, la construcción. Y si no es ahí, muchas mujeres se encargan del cuidado de ancianos, que no reciben el cuidado necesario por parte de las autoridades competentes. El stigma siempre esta presente, de que esa comunidad ya forma parte de una ciudad, de una región. Sus hijos crecerán en las escuelas del país en cuestión, y serán las denominada segundas generaciones, que tanto cuesta integrar a la sociedad.

Es cuando entra la Europa solidaria, aquella que no discrimina por origen o nivel socioeconómico.Aquella que es capaz de integrar a la sociedad entera, no solo los privilegiados de no tener que llevar la espada de democles de la expulsión. Piénsese un momento las razones para emigrar. Muchos casos son debido a que en los países de origen la economía nacional esta tan deteriorada por el neoliberalismo, que gran parte de la juventud sin salida laboral digna, sale del país hacia Europa para después mandar remesas a sus familias.Cada trabajador que pierde su puesto, deja su familia en desamparo. Si al fin y al cabo los europeos dejaron en su tiempo también sus tierras para buscar nuevas oportunidades en América. Parece ser que esta generación no esta consciente de ello. Que fácil es dejar de lado la humildad a cambio de un nuevo modo de vida aparentemente media clase. Cuando se vive en realidad sobre deudas. Nadie desea ni penuria ni hambre, pero tampoco el consumismo desenfrenado que vivimos.

La normalización de una economía enfermiza es absolutamente necesario. Todos los síntomas estan presentes, solo falta la cura. Esta talvez no esta disponible por que la presión de los que prefieren a un paciente crónico a uno curado es más fuerte. Aún queda la vía de salir de este callejón sin salida.Quedan aún los recursos necesarios para incluso alimentar y arropar la población mundial de forma digna. No quizá con la abundancia actual de Europa y EE.UU. Esta es justamente lo que ha desencadenado la crisis del sistema. Cuando los elementos coercitivos se vuelven cada vez más presentes, y las vías alternativas más radicales, como es el cuadro actual, hay que aprovechar situaciones como detonante de la aglutinación de una masa de parados, que por su peso demográfico y su poder real podrían volverse en la vanguardia de una posible revolución. Esto no es el típico discurso ya desgastado del marxismo. La realidad revela que el grado de marginalización ha llevado a revueltas duramente reprimidas en las periferías del imperio. En Guagalupe y Martinica en el Caribe francés. También en Grecia, donde un movimiento solidario por la muerte de un adolescente en plena calle por un policía desencadenó una revuelta que se mantuvo y se sigue manteniendo como contrapeso a la presencia de medidas antipopulares en el gobierno de Karamanlis. En Berlín esto provocó actos de solidaridad, de mayor y menor envergadura en todo Europa. Lo cierto es que esto fue sistemáticamente tapado y manipulado por parte de los noticieros del mundo entero y acallados en complicidad por otros medios europeos, que no querían hacer ver a sus ciudadanos la verdadera faceta de los motines que se veían en la tele.

Hay que comenzar a forjar alianzas de solidaridad, de cooperación,cada vez más densas. Hay que llegar a que esta red adquiera fuerza capaz de no solo promover la integración total de la sociedad, sino conseguir contrarrestar las medidas racista de las leyes de extranjería vigentes en todo el espacio Schengen en su conjunto.
Algún día quizá será realidad la Unión Europa genuina, la Unión Europea Socialista.

Hasta la victoria siempre

Venceremos

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