lunes, 16 de marzo de 2009

La victoria del FMLN en El Salvador o la radicalización de la derecha en América Latina

A partir de ahora habrá un país más en la izquierda latinoamericana, El Salvador. Esa nación centroamericana, que ha vivido en los últimos años entre dictadura militar o gobiernos de derecha bajo el partido Arena. El nuevo presidente salvadoreño que sustituira a Elías Saca González sera Mauricio Funes. Esta es la primera vez en la historia de El Salvador que sale un gobierno de izquierda, sino que el presidente es ex-guerrillero. Sin más ha emitido el FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional) un mensaje conciliador hacia la ARENA que ha emitido anuncios electorales acusando a la FMLN de querer aliarse a Chávez y perder las ventajas comerciales que actualmente goza la oligarquía salvadoreña. Lo cierto es que no es tiempo para bajar la guardia, pues en Bolivia se ha expulsado definitivamente a la última presencia de la DEA en el país, por lo que EE.UU. ha comenzado a acusar a Morales de fomentar el narcotráfico por falta de cooperación de Bolivia. En Venezuela el gobierno se ha dispuesto ha recuperar el control efectivo de los puertos y aeropuertos del país, con un mensaje dirigido principalmente a Maracaibo, Zulia y a Puerto Cabello, isla Margarita.

En realidad se puede decir que por un lado a excepción de Colombia y Perú todos los gobiernos han girado a la izquierda, signo de que de forma general se esta buscando alternativas al modelo neoliberal estadounidense. Ahora en El Salvador se suma a esta presencia cada vez más firme en todo América Latina. Se puede llegar a relacionar por un lado una debilidad temporal de una nueva administración estadounidense, que tiene prioridades internas antes que externas, y probablemente deje en segundo plano a su antepatio americano. También se entibian las buenas relaciones con Uribe, quien en una situación de aislamiento político ha optado por la moderación y la buena convivencia con sus vecinos. Lo lamentable es que no es dueñó de la situación, pues si ministro de defensa ya esta planeando su propia sucesión después del final del mandato constitucional. El mismo busca un tercer reelección, pero no ha logrado imponer esa voluntad en el Congreso, por lo que tendrá que delegar la silla presidencial en 2012. Para ese entonces Juan Manuel Santos se quiere ver como la continuación, y a estas alturas ya esta llevando una política propia, que contradice abiertamente al primer mandatario. Con un TLC aún por ratificar por un congreso demócrata y una serie de presiones exteriores, hasta el más línea dura tiene que ceder algo para mantener su sitio

Eso si que la creciente debilidad del dólar esta llevando a apuros al sistema financiero latinoamericano. Las tendencias de querer fomentar un mercado interior realmente existente podría porfín realizarse, pues no solo existe una unidad nunca antes vista por parte de los países del cono sur, que han llegado a un acuerdo de defensa común, que en el futuro podría servir como arma comunitaria. Si bien es sabido que es ante todo simbólico, pues nada de eso verá la luz hasta en diez años con suerte. El UNASUR esta agarrando vuelo, y la radicalización cíclica de la derecha ha vuelto a aparecer, en diferentes frentes. En Ecuador por ejemplo ya se esta planteando las nuevas elecciones donde se va a candidatear de nuevo Lucio Gutierrez o Noboa, que fueron derrocados en las últimas elecciones que subieron al poder al actual presidente Rafael Correa. Ahora con la nueva consitución en vigor, se verá los resultados de esta nueva configuración políticas y económica.

Con la relativa normalización de relaciones, donde en cada país figura una pugna muy radicalizada entre bandos ideológicos, y donde se esta viendo un nivel de transparencia en los procesos electorales, algo realmente insólito para este continente, la oligarquía ve a cada paso aminorarse su poder efectivo. Esto provoca naturalmente resistencia, y violencia, pues este a menudo es un último recurso cuando ya no se dispone de ninguna razón válida para reclamar tal o cual privilegios. El mismo fantasma de un golpe de estado actualmente ya no puede lo que antiguamente suponía. Un cambio manu militari que le da la vuelta a una situación contraria a la línea por seguir por el norte. Esto ya no impresiona a nadie, a estas alturas la OEA afortunadamente se ha democratizado, y ha dado la función que debe cumplir minimamente, el control de la transparencia de los procesos electorales y la legalidad consitucional en los países. Excepto en México donde con toda evidencia se pudo imponer un presidente fraudulentamente con el aval de la comunidad internacional, que veía sus intereses tocados por el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador. Habiendo pasado ya 3 años desde entonces, su liderazgo sigue casi intacto, y de hecho su colaboración fue solicitada en la reforma energética, que dejó a Pemex en un status quo ante, sin mejoras, pero al menos habiendo garantizado la constitucionalidad de los contratos.

El Imperio esta tambaleando, y de a poco se le estan llendo las cosas del control. Fue culpa de dos administraciones de Bush, que fueron el enemigo en común, que unifico desde movimientos antiglobalistas, hasta llevar a la victoria a mandatarios contrarios a la línea de Washington. Hay que mantener el rumbo y no permitir lo que le han asesorado a Obama para aislar a Chávez, cobrar el mismo protagonismo, y si posible más que Venezuela, dejando la última marginalizada. Es dudoso que lleven a cabo tan rapìdamente un cambio de polos y que estos puedan juntar rapidamente una unión de derechas capaz de hacerle sombra a la actual izquierda. En todo caso se pondrá a prueba la democracia y su resistencia a golpes e inconsitucionalidades.

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