domingo, 2 de noviembre de 2008

España es Iberoamérica o la lenta decadencia del imperio económico español

"España es Iberoamérica y es Europa". La octava potencia del mundo tiene que estar presente en una reunión tan importante como la que va a celebrarse en Washington. Además resulta que ahora hay una "voz latinoamericana", la cual puede representarse por el mismo presidente de gobierno Rodríguez Zapatero. Es muy irónico que en este contexto la presidenta argentina tenga que garantizarle a Zapatero que no expropiará las pensiones argentinas en manos de banqueros españoles. ¿De qué tipo de voz se trata aquí realmente? ¿O acaso es la voz de las inversiones españolas en América que podrían representarla? En ese caso que manden a Emilio Botín a la reunión de Washington.

Haz lo que te diga, pero no lo que yo haga. Con ese lema se toma hoy en día el combate contra el mal actual de la crisis financiera, que crisis en la cúpula se ve poco, cuando el Banco Santander sigue acumulando beneficios millonarios a pesar de la crisis que sufre el sector. O acaso alguien se acuerda que en realidad se está hablando de la Cumbre Iberoamericana en San Salvador, y que el tema de este año es la juventud. Pues en ese caso la crisis ha logrado eclipsar totalmente el propósito. Mientras que Zapatero continúe promocionando su asistencia a la cumbre que es la de Washington el 15 de noviembre, es capaz de instrumentalizar cualquier índole con tal de conseguirlo. Hasta de darle la voz que se merece América latina cuando más necesita su apoyo, o sentándose en la silla de Nicolas Sarkozy. Habría que mandarle un serio mensaje a su correo, donde se le podría aclarar que si se ha convencido de la importancia del "sur", en buena hora, que sea consecuente con su palabra y que deje de ser el representante de lobby de los banqueros, y por una sola vez represente su pueblo, y su ideología.

Si España perdiera sus cuantiosas inversiones de la noche a la mañana, que perspectiva podría posiblemente tener con su denominda "Iberoamérica". sería como una repetición del año 1898. Volvería a ser solo Europa. Aunque al parecer la solidez de las garantías de las inversiones son aún mandamiento en el mundo político. Sería el derrumbe de la economía española. O dicho de otra forma volvería a ser lo que realmente representa sin el extra de la masa monetaria que ingresa cada año de los beneficios sacados de los sectores liberalizados en América latina. Telefónica tiene un fuerte monopolio de las comunicaciones, y quiere más partes del pastel. Ese beneficio sacado de un servicio encarecido y mal hecho es realmente lo que supone su beneficio anual. El mercado español es simbólico en comparación con lo que puede representar Colombia, México o Argentina. Los bancos españoles por su lado cobran por donde pueden, y encima logran evadir los impuestos que deberían de pagar a los gobiernos de cada país. Las petroleras como Repsol que se hacen pasar por las adminstradoras de los recursos que ya no son suyos desde las independencias americanas en el siglo XIX. Los yacimientos de petróleo de Ecuador, Venezuela, Argentina o México son su fuente de ingresos. Y al parecer ya no por mucho tiempo, pues en Ecuador el gobierno ha expulsado a Repsol por no colaborar con los nuevos contratos de explotación que ha requerido Rafael Correa desde su ascenso al poder. En Venezuela tuvieron que acatar un reparto más justo de los beneficios. Los tiempos del neocolonialismo están llegando a su fin, cuando se ve que España necesita de los americanos y para eso tiene que ceder en algo para alcanzar su fín obsesivo de estar presente en la gran mesa de los paises considerados ricos, el G8 y e G20. España no forma parte de ninguno de ellos, pero si incorpora la arrogancia y el menosprecio del otro que es el que da las materias primas, como si hasta le estuviera haciendo un favor al considerar que el americano no es capaz de explotar sus recursos solo, y necesita aistencia del norte, que nunca es altruista, y mucho menos gratis.

Ahora es cuando los gobiernos deberían plantar cara, y decirlo de una vez ese rotundo NO, que tanto ha faltado en las decadas pasadas. No se permitirá más saqueo de los recursos propios de los americanos, ni la impunidad de los banqueros que se creen reyes y creen estar por encima de los demás miserables pobres americanos que no tuvieron la suerte de tener como oficio administrar dinero ajeno. No se tolerará más tiempo que haya regiones y paises que son tratados como menores de edad. La indepedencia política se hizo hace doscientos años, ahora viene la independencia económica, que es la que falta por consumirse. Ya llegarán los tiempos donde la economía española tenga que pedirle más favores a América latina, y dejarán mucho más a cambio, pues de a poco la hegemonía sobre el continente se está desvaneciendo. No es que haya rencor o deseo de venganza, sino la voluntad de poner el diálogo de los países en un mismo nivel.

Pero esto ya está encaminado, y nada podrá detener el irresistible avance que está viviendo el continente hacia su emancipación real frente a poderes que ven sus cimientos temblar y están más susceptibles a un ataque premeditado que antes. Su todo mundo se pusiera a expropiar lo que es suyo, quedaría España como un país sin recursos y viviendo de su pasado glorioso de cuando administraban en nombre de otros medio continente.

Abajo con las oligarquías
Fuera los empresarios buitres de América latina
Solo los pueblos unidos pueden vencer al imperialismo

Hasta la victoria siempre

Venceremos

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