lunes, 11 de febrero de 2008

La guerra económica contra Venezuela

Mientras en EE.UU el clima electoral saca todos los trapos sucios de los respectivos candidatos,el mandatario saliente Georg W. Bush está incrementando la presión sobre los gobiernos progresistas de Suramérica.

En Ecuador se han reportado casos de intentos de soborno a los asambleístas de Alianza País. Las grandes empresas petroleras están a su vez obstaculizando la implantación del nuevo tipo de contratos de explotación de gas y petróleo. Al mismo tiempo en Bolivia las negociaciones entre oposición y oficialismo se alargan indefinidamente sin resultados palpables en un clima de incertidumbre, donde no se excluye que EE.UU haya infiltrado espías en el país andino, como lo han reconocido en la misma Embajada estadounidense en La Paz.

El foco de atención ha vuelto ahora a Venezuela. La escalación comenzó cuando la EXXON TOTAL congeló fondos de la PDVSA a título preventivo, en base de una sentencia en los tribunales de justicia del Estado de Nueva York. Algunos manejan la cifra de 12 mil millones de dólares, aunque otros la reducen a 300 mil dólares. Lo cierto es que el forcejeo se está llevando del campo político al campo económico. El presidente venezolano no ha dudado en poner de nuevo entre paréntesis la continuidad del flujo de petroleo a EE.UU, el cual supone para Venezuela el 55% de sus exportaciones, y para EE.UU no menos que la cuarta parte de sus importaciones. Es evidente que dejar de exportar la mitad del petroleo es un riesgo inminente para la economía venezolana, pero con Petrocaribe y las diferentes alianzas hechas con otros países productores, Ecuador, Bolivia, Irán, si se produjera este escenario, habrá forma de paliar ese porcentaje en otros mercados alternativos.

No es la primera vez que Chávez incurra a tal amenaza, pero es también claro que entre un vecino (Colombia) que se está armando permanentemente, con unas relaciones tensas con su mismo presidente Uribe, y una creciente inseguridad en la frontera colombiana, la cual parece penetrar territorio venezolano, es para preocuparse. Por dentro hay a la vez una crisis de abastecimiento,real o artificial, según si se es de la opinión de que es la oposición que está forjando un clima de inestablildad, o sea el descenso de importaciones de alimentos básicos colombianos a Venezuela, siempre hay un componente desestabilizador en el aire. Con las elecciones de alcaldes proximamente, reina la inseguridad en todos los sentidos respecto a la continuidad de la revolución bolivariana en Venezuela.

La derrota del 2 de diciembre de 2007 nos demostró que la derecha está más unida que nunca, sea por propia fortaleza o por apoyo del extranjero, o ambos. Ahora más que nunca habrá que esperar que en los comicios, como en todos los demás campos de acción prevalezca la unión antes de la división en la izquierda de Venezuela. Hasta ahora sólo ha sido la excepción el Estado de Zulia, donde fue alcalde Rosales, el contrincante más fuerte de Chávez. Habrá que ver los resultados esta vez, pues en este panorama todo puede suceder, y nunca estará excluida la injerencia de intereses extranjeros en los procesos democráticos, como en el mismo desempeño de la economía.

Ante la reinante desinformación de los medios, cualquier lectura de estos acontecimientos resulta difícil de interpretar, cuando se manejan medias verdades, o rotundamente mentiras sobre un régimen de muy mala prensa en el mundo globalizado. Habrá que estar atentos pues nos esperan tiempos de incertidumbre en los gobiernos progresistas, amenazados por muchos lados, y por enemigos fuertes. Si hay unión antes de división nada podrán conseguir los oligarcas traidores, pero que nunca se pierda.
El viejo lema tan gastado aún no ha perdido vigencia alguna:

EL PUEBLO UNIDO JAMÁS SERÁ VENCIDO.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

No hay comentarios: