lunes, 6 de mayo de 2013

Los rebeldes sirios acusados de uso de armas químicas por la ONU o el giro de suerte en el conflicto inter-sirio

El viento gira recientemente en Siria, donde se han producido novedades en las últimas 72 horas. El pasado domingo 5 de mayo, la aviación israelí bombardeó de forma unilateral un Centro de Investigación militar de Jamraya, en las afueras de Damasco. Además tuvieron como objetivos a más objetivos militares en la capital siria, pero también del convoy militar que se dirigía hacía Líbano, que fue alcanzado por los cazas israelís. Esto es equivalente a una  intervención ilegal y unilateral desde cualquier punto de vista, siendo una invasión directa en territorio sirio visto desde el derecho internacional.

El viceministro de relaciones exteriores Faisal Mekdad declaró ante los medios públicos, que el gobierno sirio tomada estas medidas como una “declaración de guerra” por parte del gobierno israelí. El Primer Ministro Benjamin Netanyahu sin embargo no se pronunció en ningún momento sobre el incidente por ahora. 

El segundo giro casi más interesante aún son las declaraciones de Carla del Ponte, jueza helvética encargada por las Naciones Unidas en el caso de las sospecha de armas químicas en el conflicto sirio. En un programa emitido por la  radio suiza Radiotelevizione Svizzera, donde sostuvo lo siguiente:

           "Disponemos de unos testimonios de médicos, personas afectadas y personal de                 
hospitales de campaña de los cuales se puede deducir que el arma química, en particular el gas sarín, no fue usada por el Gobierno de Siria, sino por los rebeldes" 

Estas declaraciones son un tanto contrastantes con lo que se venía escuchando por pate de los medios internacionales del mainstream occidental. Un portavoz del Ejército Libre Sirio, ala militar de la oposición siria, negó estas acusaciones, diciendo que probablemente sería el Hezbolah quien estaría en la medida de tal recursos militares, pero ellos se deslindan. La salida de estos giros ha puesto en cadena las cancillerías internacionales. El senador estadounidense republicano John Mc Cain, dijo que era necesario más que nunca ayudar y financiar a la oposición, para acelerar la caída del régimen. Obama, quien en el pasado se había puesto a acusar sin mucho fundamento ni argumento de por medio al gobierno sirio, el cual igualmente desmintió inmediatamente tales términos.

Resulta, que según el parecer de la jueza Del Ponte los infractores no es el gobierno, pero los mismos rebeldes. De ser el caso, de que esto grupos armados irregulares fueran los ejecutores de estos ataques, esto daría fe de un evidente armamento directo e indirecto de la oposición armada por parte de diferentes países patrocinadores, por vía de Turquía. Esta dinámica que de seguro tiene  que ser actual, aún no goza de unanimidad en el ámbito internacional, por lo que se lo único admitido son donaciones no letales, a dichos grupos. La doble moral detrás de estas nomenclatura no tiene más matiz, que el de querer aparentar neutralidad en el terreno político.

La situación  actual del estancamiento de la guerra, que actualmente es de puro desgaste, nos demuestra un gobierno que mantiene a raya a los rebeldes. Estos en cambio han visto su suerte girar. No logran la progresión necesaria para desestabilizar el régimen del todo, con los medios disponibles, y la superioridad numérica del enemigo es un factor a considerar. La extensión en el tiempo de la rebelión, sin el éxito esperado ha mermado sus finanzas, de las que dependen en gran medida para subsistir, mientras que el gobierno turco les siga dando las prerrogativas de las que gozan en suelo turco.

El operativo llevado el viernes 3 de mayo sobre infraestructura del aeropuerto internacional de Damasco, fue la primera de las recientes provocaciones de Israel en Siria. La presencia de bases operativas opositoras sirias en las alturas de Golán, desde donde recientemente el país fue atacado, dan prueba de un partido tomado por el gobierno de Netanyahu.  La escalada hacia un guerra regional está cada vez más cerca. No es de excluir, según salió en el comunicado oficial del gobierno de Damasco, que se riposte en un futuro, por ahora no tomarán medidas en particular.

La perspectiva de un conflicto armado en Medio Oriente en corto plazo parece un tanto preocupante, dado que las medidas unilaterales de Tel-Aviv no se detienen por ningún motivo, ni aunque vengan las quejas del mismo Obama,  quien tendrá que tomar posición en algún momento, si es que sabrá como mediar entre los distintos intereses que no siempre son fáciles de dosificar: Entre conservar la imagen progresista mundial, y de mediador potencial en el Medio Oriente, y en particular en el Proceso de Paz entre Israel y Palestina, y los lazos históricos y estratégicos que tiene Washington con Tel Aviv. Si Bibi Netanyahu sabe mesurarse, para no hacer explotar el polvorín regional, que de entrada no tiene buena perspectiva, al menos en el vecino Irak, ni tampoco el Líbano, que tampoco se salvan a la violencia que reina al menos dos años en mayor o menos medida.

¿Será  el derecho internacional, nunca aplicado y siempre invocado, capaz de interferir en este asunto en algún momento? La ONU siempre positiva ante la posibilidad de una resolución pronta, y además diplomática, no ha sido capaz de imponerse e mucho por ahora. Los dos enviados, hasta ahora, han demostrado poco éxito, a la vez que el actual, el argelino Lakhdar Brahimi está amenazando con dimitir en breves, al igual que su predecesor ghanés Kofi Annan. 

Independientemente si mañana EE:UU., Israel o cualquier miembro de la OTAN,  pasan a la acción concreta de intervenir al lado de los rebeldes, estamos en la vista de un caso del tipo de la guerra civil española, con el desenlace conocido de sobra. Una vez más los balances regionales se mueven con la fuerza bruta y con el engaño de por medio, para lograr romper el lazo tan peligroso Teherán-Bagdad-Gaza-Hezbolah. Israel, actualmente muy temerosa de su seguridad interna y externa, siendo vecina y ocupante de una parte de Siria, está forzando la tuerca, para ver si de algún modo le sacara provecho alguno, e indirectamente también apoyar a la rebelión.

No es novedad que a Israel el derecho internacional le parezca insignificante a nulo, pero además vemos como se desdibuja un escenario harto complejo, del cual sacar una conclusión por muy mínima que sea, es un trabajo arriesgado y algo especulativo. No obstante, lo cierto es que ahora más que nunca, estamos a nada de ver la guerra volver en el Golán, más temprano que tarde, con un desenlace incierto.

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