En algunas regiones del mundo parece que la guerra fría no
cesó aún. La República Popular Democrática de Corea (RPDC) persigue su giro
bélico, que por ahora permanece en palabras, pero comienza a alertar incluso a
la comunidad internacional. Desde el 30 de marzo oficialmente la RPDC está en estado de guerra, medida que el joven líder
Kim Il Un toma de forma sorpresiva, incluso para sus más estrechos
colaboradores en la escena internacional, China y Rusia. La escalada no sólo se
traduce en un despliegue masivo de propaganda norcoreana con un claro afán
militarista, sino que el movimiento de soldados, que están en máxima alerta
permanente.
Las tensiones intercoreanas llevaron al cierre unilateral de
la zona industrial de Kaessong, la cual era el único proyecto económico entre
ambas naciones en funcionamiento, y aparentemente una importante fuente de
ingresos para Pyong Yang. No obstante ello desde miércoles el paso fronterizo a
la susodicha zona industrial fue cerrado a los trabajadores surcoreanos, al
querer dirigirse a su lugar de trabajo en suelo norcoreano.La preocupación internacional se hace notar desde casi todas
las cancillerías y personalidades. El día de hoy tanto Angela Merkel, canciller
alemana, como Vladimir Putin, presidente ruso, condenaron las medidas y
declaraciones de la RPDC. Por ahora tanto los chinos como los rusos se han
mantenido cautos frente a los eventos aquí descritos, sin embargo su
colaboración fáctica no es garantía aún del mantenimiento del status quo
existente.
En diciembre 2011 con la muerte de
Kim Yong Il, le sucede su hijo, y actualmente máximo mandatario de la nación
asiática, Kim Il Un. Cuando la comunidad internacional especulaba sobre la
transición política derivada de este cambio, se le dio desde siempre muy poca
credibilidad al nuevo líder, de tan sólo 28 años de edad. Sin embargo éste supo
ganarse la adhesión necesaria para permanecer, y por lo visto ahora quiere
darse incluso algo de protagonismo en la población, con medidas fuertes, según
algunas interpretaciones. Además de eso el tercer ensayo efectuado en febrero
2013 reavivó las inquietudes de sus vecinos. Las relaciones exteriores de RPDC son ahora
mismo bastante escasas, en una región que ha visto sus gobernantes cambiar
recientemente. En Corea del Sur Park
Geun-Hye le sucede a Lee Myung Bak en la presidencia del país, como primera
mujer en este puesto. En Japón el nuevo primer ministro Shnizo Abe también
entra como nuevo actor internacional. Este nuevo cuadro abre puertas a
escenario diferentes.
La militarización de tanto Corea del Sur como del Norte es
un hecho constatable. Los EE.UU. han intensificado su presencia militar en
suelo surcoreano, a la vez que realizan maniobras militares en zonas limítrofes
con la RPDC. La justificación por parte de Washington, de que se trata tan sólo
de ejercicios y no una agresión, no fue muy convincente para Pyong Yang al
parecer. Las nuevas apariciones del líder en un contexto de un importante
aporte mediático de la propaganda de estado, la cual pone en primer plano la
fuerza aplastante de su ejército popular. La fuerza real del ejército
norcoreano en realidad es un enigma. Su arsenal mostrado en los videos bélicos,
siendo de una tecnología algo vigesimonónica, es de dudar que en un enfrentamiento real en
tierra sean tan superiores. El as que tienen es sin embargo un programa de
misiles atómicos, que según el tipo, pueden alcanzar Corea del Sur, Guam, Hawai,
y las islas Aleutianas. La amenaza por lo mismo es real en territorios no
incorporados a EE.UU. , pero no llegan por ahora a territorio continental, si
se excluyen las islas aleutianas en el extremo sur del estado de Alaska.
El 5 de abril el ministerio de relaciones exteriores de la
RPDC emitió un comunicado, según el cual se decía incapaz de garantizar la
seguridad e integridad del personal diplomático acreditado, a partir del 10 de
abril, invitando al mismo a repatriarse debidamente. En el caso hipotético de
guerra el retiro del personal diplomático se suele llevar a cabo en fases,
donde una drástica reducción del mismo se acompaña de la permanencia de un
encargado de negocios ad interim, en
el peor de los cuadros, antes de cerrar sede. Sería por lo tanto algo prematuro
ya hablar de un estadio tan avanzado de un conflicto armado. Pero el mero hecho
de contemplar dicha medida, indica que desde el gobierno norcoreano, se está previendo
un desenlace bélico inminente.
El 5 de marzo la RPDC declara nula la tregua en vigor desde
el fin del conflicto inter-coreano en 1953. Sin que ello haya significado aún
un cambio fáctico, lo cierto es que las comunicaciones militares entre Seoul y
Pyong Yang están interrumpidas hasta nuevo orden. Nada por ahora da idea, que
la guerra volverá mañana en la península coreana, ante los ojos de la comunidad
internacional, como un bis de la
primera guerra coreana de 1950 a 1953,. En algún momento la dirigencia
norcoreana tendrá que decidir, o bien de
tirar la primera piedra, o dar marcha atrás con el giro bélico reciente. El
tablero de ajedrez presente tiene muchas posibles salidas, y por ahora sólo que
ver, cual será la próxima movida. Aún nada está dicho en esta partida.
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