Venezuela una vez más se encuentra enfrentada al voto, que
decidirá el futuro político para el mandato presidencial en curso 2013-2019.
Estas elecciones surgen a raíz de la defunción del presidente electo, Hugo
Chávez Frías, el pasado 5 de marzo 2013, que establece el artículo 233 de la
constitución vigente. El candidato Nicolás Maduro Moros, que es el candidato
oficialista, sustentado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) es
el favorito según la mayoría de las encuestas, seguido de Enrique Capriles
Radonski, el candidato sustentado por la opositora Mesa de Unidad Democrática
(MUD), principal fuerza de oposición del país. Los candidatos independientes
que participan a la contienda son Reina Sequera, abanderada de la organización
política Poder Laborar (PL), María Bolívar, candidata por el Partido
Democrático Unido por la Paz y la Libertad (PDUPL), Eusebio Méndez, abanderado
por la organización política Nueva Visión Para mi País (NUVIPA), y Julio Mora
por el partido Unidad Democrática (UDEMO).
La organización en el plazo de 30 días, según lo establece
la constitución bolivariana, hizo necesario organizarlas en tiempo record. En
cuanto al padrón electoral referente, se optó por usar el mismo usado en las
elecciones anteriores de octubre 2012. El voto exterior está puesto en marcha
en los consulados venezolanos en el mundo. En España tan solo están 20 mil
residentes habilitados a votar en sus cuatro consulados repartidos en el país.
La votación se hace de forma electrónica, con un sistema validado tanto por organizaciones internacionales, como también por gran número de
observadores internacionales, tales la Fundación Jimmy Carter entre otros.
El presidente encargado Nicolás Maduro, que también es
candidato a estas elecciones se posiciona como candidato con mayor intención de voto según las encuestas
principales. La divergencia se tiene en el margen de su victoria, dado que la
oposición se ha fortalecido sensiblemente en las pasadas elecciones. En un
escenario donde el presidente difunto Hugo Chávez aún permanece en gran medida
presente en el clima electoral, y su voluntad política de dejar a Nicolás
Maduro como su sucesor en caso de su desaparición, parece hacerse posible, si
se cree a las encuestas consultadas.
Mientras que Enrique Capriles tiene una grande simpatía entre los sectores relacionados con los comerciantes, banqueros, entre otros, donde cosecha gran número de votos, al menos en la votación de octubre. Maduro por su lado, que no goza del carisma de Chávez, pero sí detiene pese a su falta de carisma, un séquito importante por donde va. Está por ver si esto se puede traducir en un resultdao electoral favorable al mismo, como también de la continuidad del proyecto político delegado por Chávez mismo.
El día del 14 de abril 2013 los venezolanos votarán una vez
más para, o confirmar su adhesión al modelo socialista actualmente en marcha, o
por un regreso a las leyes del mercado bajo la MUD y Capriles. Los modelos políticos tan
divergentes van a competir en esta contienda, donde se pondrá a prueba de la de
la opinión de la ciudadanía, si el chavismo tiene continuidad sin su cabeza, en
la sociedad misma, o si como los más pesimistas suelen decir, el chavismo es un
régimen personalista y autoritario, que
no tiene legitimidad. Ésta legitimidad electoral está a punto de reconfirmarse en
Venezuela.
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