El futuro del medio oriente estara viendo sus horas más obscuras, pues con un gobierno de las caracteristicas del de Netanyahu, es dudoso que tenga un relacionamiento minimamente cordial con sus vecinos árabes. De entrada Lieberman ha dejado en claro que las alturas de Golán como también los territorios palestinos ocupados en las diferentes guerras, serán y quedarán en manos israelís. Las primeras reacciones internacionales vinieron de hecho por el país que más deuda histórica y moral tiene con Israel, Alemania. Merkel ha declarado que no toleraría tal regresión en el proceso de paz. Es cierto que Alemania ha contribuido materialmente ya por 60 años dócilmente a Israel, esta sería la primera vez que el gobierno alemán se atreve a criticar al gobierno de Israel.
En cuanto a Palestina la cosa no tiene buen augurio. Al Fatah sigue sin ponerse de acuerdo con Hamas, y de hecho Mahmoud Abbas asistió a Doha a la cumbre de la Liga Árabe como único representante de Palestina. El movimiento Hamás no ha logrado salir del aislamiento, y mucho menos lo lograría con un gobierno de tonos tan extremos y tan poco dialogantes. Lejos están los tiempos donde los representantes de los dos se sentaban en una misma mesa con el ministro de relaciones exteriores de Qatar para formar un gobierno de unidad. Este nunca se realizó, y no se ha vuelto a intentar esta experiencia.
En cuanto el Fatah se vaya alejando de su base electoral hipotética y Hamas se vea aislada de toda mesa de negociación, será ahora irrelevante pues Lieberman no piensa ni reconocer el proceso de paz ni la solución de dos estados. "Annapolis es una pérdida de tiempo" Es normal que ante tal desconocimiento hasta el gobierno más dócil como el alemán vea por primera vez un problema real en el proceso de paz en medio oriente. Además resulta que el mismo Lieberman está vinculado con casos de sobornos y corrupción en Israel, por lo que la policía israelíta lo estuvo interrogando, pese a ser ministro de gobierno.
El recrudecimiento de las relaciones con Siria, Palestina o Irán no son excactamente las líneas de la secretaria de estado Hillary Clinton ni del gobierno Obama. Será esta la primera vez que Israel y EE.UU se distancíen. Será EE.UU. capaz de darle la espalda a la causa judía en la ONU exponiendola a las sanciones y condenas por incumplimiento de acuerdos. Si fuera cierto el solo cambio de una administración fuera suficiente para hacer del duo Bush-Olmert al actual Obama-Netanyahu el cambio de conyunctura necesario. O talvez alguna actuación de Netanyahu mismo en Israel y territorios ocupados logre desencadenar la tercera intifada que pueda porfín crear un estado palestino digno de este nombre.
Para ese entonces queda trecho, aunque las condiciones han cambiado drásticamente desde la administración anterior. Todo esta por verse, pero habrá que estar alerta que pronto vendrá la hora de los árabes, y entonces realmente Israel va a temer de nuevo por su integridad física. Lamentablemente es la única forma que ellos aprenden, piensan los israelítas, pues a la contraria, ellos van a temer por su reino y se desintegrarán igual que los estados cruzados.
Viva la dignidad del pueblo palestino
Hasta la victoria siempre
Venceremos.
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