El anuncio del primer informe
presidencial en una ceremonia retransmitida desde los Pinos el pasado 2 de
septiembre, cuando la fecha indicativa es el primero, no es otra cosa que
adaptarse a un cuadro, donde las condiciones de seguridad del centro histórico
de la ciudad de México son inaptas, después de varias semanas de conflictos
y plantón de los militantes de la CNTE desde
Oaxaca, Guerrero y Michoacán. Las aparente normalidad que se quería
retransmitir por la televisión y radio, y la perfecta harmonía en la cual está
encuadrado EPN en el escenario donde leyó el tradicional rendido de
cuentas a nueve meses de asumir la
presidencia mexicana estuvo a su vez cuestionado por diferentes flancos, que
tienen que ver en gran medida con la palabra preferida de EPN cuando habla de su país, como un país de oportunidades,
inversión, seguridad, paz, entre otras
medidas que dice que articulan su informe.
Pero he ahí que comenzamos a revisar en la forma que salta a la vista lo primero, que en el fondo de la cuestión, es tan sólo parcialmente un informe, si es que se equivoca totalmente en su formulación, no son más que proposiciones a futuro mediano y corto, estrategias, líneas de política general, y sobre todo REFORMAS. Ésta palabra es la que más a menudo aparece en el discurso, después de la palabra México. Reformas en general, la reforma energética, educativa, de los derechos humanos, de las fuerzas públicas, etc. Lo que hace falta en su punto de vista es sacare el país del estancamiento mediante reformas, y más reformas, como si eso nos trae una cifra de crecimiento verdadera en la población, y no mucha actividad parlamentaria, que finalmente también sale dinero, sobre todo si los legisladores tienen que refugiarse en el Centro Bancario Banamex en el norte de la Ciudad, a falta de poder sesionar de forma debida en el recinto de siempre. Es por ello que a la luz de una serie de frentes que viene abriendo, EPN, el presidente transformador, siendo estas sus primeras premisas de gobierno, el irremediable deseo de transformar el país, lo que omitió en gran medida, o trata de ocultar, es en qué lo pretende transformar Sin embargo con el Pacto por México en vigencia pese a todas las contradicciones entre los suscriptores, Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Acción Nacional (PAN) y finalmente el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), que en el pasado siempre se mostraron los dientes, al menos de las súper-alianzas que servían para destronar el PRI, donde PAN-PRD unieron fuerzas comunes a nivel local.
El país está en plena convulsión mientras que las cifras económicas simplemente no encajan con lo previsto a comienzos de año. El conflicto sindical con la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación) sigue y permanece y para colmo, el informe presidencial es entregado por el Secretario de Gobernación Osorio Chong en la Cámara de Diputados el día estipulado, con tan solo efusivas palabras, quien más que confirmar lo evidente, quiere demonstrar y ratificar el cumplimiento del presidente Enrique Peña Nieto (EPN) con sus obligaciones contractuales de la difícil vida republicana, entre las que figura la de presentarse ante la nación y rendir las cuentas públicamente. Esto dejó de ser indispensable de forma física al menos a partir de Vicente Fox, y definitivamente desde la controvertida y convulsa presidencia de Calderón Hinojosa, quien impuso el precedente de retransmitir el informe desde la cómoda residencia de los Pinos, donde le aire es más puro que en la Cámara de Diputados, además que parece más seguro, cuando incluso las vallas de contención alrededor del recinto por parte de las fuerzas de seguridad, con no podían ofrecer un cuadro satisfactorio ante la persistente presencia de los docentes procedentes del sur del país, luchando por retardar la entrada en vigor de la nueva ley de evaluación de la docencia en general.
Pero he ahí que comenzamos a revisar en la forma que salta a la vista lo primero, que en el fondo de la cuestión, es tan sólo parcialmente un informe, si es que se equivoca totalmente en su formulación, no son más que proposiciones a futuro mediano y corto, estrategias, líneas de política general, y sobre todo REFORMAS. Ésta palabra es la que más a menudo aparece en el discurso, después de la palabra México. Reformas en general, la reforma energética, educativa, de los derechos humanos, de las fuerzas públicas, etc. Lo que hace falta en su punto de vista es sacare el país del estancamiento mediante reformas, y más reformas, como si eso nos trae una cifra de crecimiento verdadera en la población, y no mucha actividad parlamentaria, que finalmente también sale dinero, sobre todo si los legisladores tienen que refugiarse en el Centro Bancario Banamex en el norte de la Ciudad, a falta de poder sesionar de forma debida en el recinto de siempre. Es por ello que a la luz de una serie de frentes que viene abriendo, EPN, el presidente transformador, siendo estas sus primeras premisas de gobierno, el irremediable deseo de transformar el país, lo que omitió en gran medida, o trata de ocultar, es en qué lo pretende transformar Sin embargo con el Pacto por México en vigencia pese a todas las contradicciones entre los suscriptores, Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Acción Nacional (PAN) y finalmente el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), que en el pasado siempre se mostraron los dientes, al menos de las súper-alianzas que servían para destronar el PRI, donde PAN-PRD unieron fuerzas comunes a nivel local.
No se trata de un informe, que
tenga datos sólidos, al menos en gran medida sobre los datos económicos, pues
no habla del comportamiento de las estimación de crecimiento, que fue degradándose con el paso del tiempo de 3.5% a
un raquítico 1.4% en la actualidad para lo que queda de 2013. Esto no aparece
en ningún momento, si aparece lo apetecible que sería para los inversores que
vengan al país, que ha dejado de ser el de violencia narco y corrupción, para
ser el nuevo tigre económico de la
zona. No sale en el informe el caso del ex gobernador de Tabasco Andrés Granier, quien habiendo robado de las arcas
públicas tabasqueñas, y estando en EE.UU. un exilio dorado, se vuelve para ser
juzgado y encarcelado, pese a sus intentos de hacerse el enfermo, por ende
injuzgable y demasiado viejo. Su caso, como ejemplo vivo de lo que puede
suceder a nivel de gubernaturas estatales demuestra como la cultura de corrupción piramidal está lejos de ser
combatido en la presente administración peñista.
Hablar de ejes de seguridad, de
Comisión en Curso y de visitas internacionales puede sonar hermoso al oído de
un escucha venido de Marte o Júpiter, o en su defecto al extranjero que están
buscando atraer. Pero es difícilmente asimilable por parte de una población que
se ha visto afectada de diferentes males, según la región que es originario o
habita. En el Sureste la creación de policías comunitarios toman a veces
municipios enteros de Michoacán, Guerrero o Oaxaca. Ni mencionar la presencia
sabida pero no acatada de guerrillas en algunas secciones menos gobernables del
país. En el norte el narco tiene aún la llave del comercio en sus manos, aunque
sea cierto que el combate al mismo ha llevado a la detención de cabecillas, sin
por ello resolver el integrantes a las organizaciones delictivas. No obstante
tantos años de lucha e incontables muertos, la inseguridad incluso en las
grandes urbes no deja de ser patente, además que se está viendo una creciente
ingobernabilidad de algunos estados en particular, más que otros, entre los que
figura en primera línea Oaxaca y Guerrero.
El que en el colegio contesta en
un examen una pregunta por otra, creyéndose más listo que todos, y que la
cortina de humo hará su efecto reprueba por lo general, en la política tampoco es efectivo. El que no
contesta reprueba, y eso es lo que se puede constatar. Estar gobernando no
permite toda la vida mantener el discurso preelectoral de promesas del futuro próximo, directamente
concatenado al propósito por cumplir,
metas nunca serán actos cumplidos. Esos NO son resultados ni nada que se le aejemeje.
Los próximos proyectos de reformas pendientes, por encima de las ya aprobadas, la de telecomunicaciones, y de educación,
siendo la reforma fiscal y de derechos
humanos parece ser, no serán otro teatro mediático de gobernar a base de
anuncios magnánimos. Incluso cuando la reforma energética, que afecta en gran
medida PEMEX y la CFE (Comisión Federal
de Electricidad), que en la realidad ya
no goza del monopolio estatal, como
tampoco PEMEX, dividida y compartimentada para mejor exprimirla fiscalmente y
llenar las arcas estatales a 40% con pura renta petrolera. Luego resulta que no
es rentable, ni viable y necesita una apertura, que comprometería compartir la
renta petrolera en concreto con empresas particulares, algo que no venía
sucediendo desde la expropiación petrolera de Lázaro Cárdenas del Río en los
años 30 y 40. Las reformas pendientes tendrán que pasar sí o sí por el Pacto de
México (PRI, PAN, PRD) para dejar que el país se transforme en la potencia económica que no es. Esto recuerda en
gran medida no sólo a Salinas de Gortari,
pero también a Nicolas Sarkozy y su
presidencia bling bling, pues no terminaba una reforma, que ya abría un nuevo
frente, con tal de no perder el rating en los medios, y nunca quedarse con el
anuncio de la nueva reforma por pasar. Si esto no lleva bienestar a corto plazo en
Francia, dudo que lo haga en México.
Esta es la nueva forma de gobernar México, desde
la presidencia del telepresidente EPN, incapaz de empaparse en el pueblo, pero
sí de hacerse ver en grandes platós televisivos difundidos a nivel nacional
lejos de la plebe. Los maestros no han desalojado aún el Zócalo, cuando se nos
presenta una normalidad, que lejos de tranquilizar, deja más dudas que antes. Reformas,
ésta es la palabra que se queda pegada en la mente después de leer/ver el
informe difundido por la presidencia, reformas y más reformas, que en total
pueden cubrir casi 500 páginas, y dar la apariencia de un gobierno audaz y
emprendedor, pero encubren a una administración bastante deficiente en su
proceder, y mucho peor, engañosa con su propia población, que quiere hacerle
creer que bajo su liderazgo, México se va a convertir en un tigre económico,
tal cual los asiáticos. Lejos de ser cierto, es una quimera de añoranza de
primer mundo, que fuera del recinto de los Pinos es más difícil de tragar, que
dentro de él, mientras que una aparente recesión, ignorada por completo afecta la economía real.
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