sábado, 22 de octubre de 2011

La polémica sobre la muerte de Al-Ghadafi o la justicia implacable del vencedor

Mientras que los gobiernos occidentales se felicitan de la muerte del "dictador" depuesto Muammar Ghadafi, el Consejo de Transición Nacional (CNT) celebra la toma de Sirte y el fin de la guerra de "liberación" de Libia. Es sumamente interesante las declaraciones hechas por Alain Juppé, ministro de relaciones exteriores de Francia, quien al enterarse de la noticia, declara que no estaba en sus intensiones el hecho de matar al ex-lider, pero que el "fin del conflicto" le parecía positivo. También el presidente Obama se exprimió al respecto, diciendo, que a partir ahora nace una nueva Libia, presuponiendo que pronto se instaure un gobierno electo democráticamente. Ante el hecho de las circunstancias de su muerte no hizo comentario alguno.Este detalle sin embargo ha interesado a la Corte Penal Internacional de la Haya, donde se ha abierto una investigación de la polémica muerte del líder libio en la cuidad de Sirte el pasado 20 de octubre. En el caso que esta causa tenga continuidad, es posible ver como el CNT se ve inmerso en un juicio internacional en su contra.

Detalles un tanto contradictorios están circulando acerca de la muerte de Mummar Ghadafi. Según la primera el convoi del libio fue alcanzado por un mirage francés, mientras estaba en traslado, con la consecuencia de importantes heridas inflingidas. Enseguida hubiera sido trasladado en ambulancia a Misurata, muriendo en el trayecto. La otra es que estando en un esconditdo en tuberías subteráneas de aguas negras en la periferia de Sirte, abatido por un combatiente del CNT a muerte.

No obstante tampoco se sabe mucho de lo que permanece de la resistencia ghadafista, que no se haya rendido. Aún salen noticias de la detención de ex-colaboradores del régimen de Ghadafi, los cuales en muchos casos se ven denegados todos los derechos de defensa y de detención dentro de un marco legal establecido, siendo incluso torturados y/o matados en el acto. En cuanto a la cantidad de fosas comunes que pueden salir a la luz en un futuro, las cuales tendrán que pasar por una fase de investigación propia, para determinar, los posibles crímenes de guerra perpetrados por cualquiera de los dos bandos involucrados.

Las Naciones Unidas prevén entrar al país en la mayor brevedad, para crear un cuadro de reconstrucción y normalización, después de siete meses de guerra civil. Una vez más esta organización es la encargada de remendar lo que se encargaron de destruir las fuerzas armadas de países occidentales. Sin duda alguna la lucha por los mercados de los proyectos de reconstrucción se dará entre las diferentes naciones implicadas, EE.UU., Italia, Francia, Alemania o Reino Unido, que quieren quedarse con su parte del pastel. Un país que no forma parte de estos menncionados, pero con evidente capacidad de sacarse proyectos es Rusia, la cual después de postularse en contra del cambio de régimen, ha cedido al final al reconocer la representación del CNT como representante legítimo de los libios. Con toda evidencia temían que en el caso de que Ghadafi perdiese la guerra, la cancillería rusa quedar fuera del nuevo stauts-quo imperante.

Las relaciones enteras del mediterráneo sur ha visto unos imporantes cambios geoestratégicos. Una Libia conducida por el CNT se ha puesto en pie en la arena de la diplomacía internacional. Su accpetación en ningún caso es sobreentendida, pues Argelia no le ha concedido aún su buenvisto, además de aceptar en su suelo a los familiares del ex-dirigente. En el caso que un tribunal libio reclame la exrtadicción de estos últimos, pondría a prueba los equilibrios regionales existentes ante los nuevos dueños del poder libio.

La cicatriz que queda abierta con la terminación del conflicto armado va a suponer una recuperación de la economía local. Sin embargo los cambios de las directrices económicas en el sector petrolero serán tanto más determinante en la lectura de los posibles desarrollos a venir. Hasta entonces se verán las consecuencias a largo plazo de la operación del cambio de régimen operado por la dichosa comunidad internacional. En cuanto al crimen cometido contra Al-Ghadafi, es tan dudoso que en cualquier día se haga verídicamente justicia, pues los criminales atrás de él, son los que hoy mandan en Trípoli.

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