domingo, 11 de julio de 2010

AMLO 2012 o la carrera presidencialista abierta en la izquierda mexicana

Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el ex-alcalde de la ciudad de México, ex candidato a la presidencia de la República (víctima de un fraude electoral), y finalmente Presidente Legítimo de México desde entonces, ha vuelto a la escena política, con una declaración un tanto tajante, de que no solo se postulaba a la presidencia para 2012, sino que lo haría bajo el partido que lo quiera postular. Esto ha abierto una caja de pandora, que si bien ya era sabida, no se había rozado ni en el PRD ni en el PT ni el la izquierda mexicana en general. Enseguida el secretario del PRD en Sonora emitió un comunicado donde pedía el postular a AMLO a presidente para 2012 a su vez, argumentando entre otros, la natural afinidad de la mayoría de las fuerzas políticas y sociales, además de representar un proyecto político alternativo para el país.

En consecuencia aparece la aparente división en la izquierda entre el AMLO y Marcelo Ebrard, actual Alcalde de la Cd. de México en funciones, quien en un principio es uno de los más indicados desde el PRD para buscar la presidencia próxima. Muchas incógnitas se abren ante esta declaración. En primer lugar, entra en un momento inoportuno, prematuro, pues el protocolo de inscripción a la candidatura no están abiertas hasta marzo 2011, y estamos aún muy lejos de los plazos establecidos por el Instituto Federal Electoral (IFE), y puede incluso que sea más bien un lastre que una ventaja destapar las voluntades presidencialistas tan de antemano. Por el otro lado, si se toma en cuenta que AMLO esta fungiendo de Presidente Legítimo, no solo contradice en un principio su propia voluntad de ser presidente, puesto que al no haber reelección posible, teóricamente no podría volver a postularse, excepto si su presidencia en la sombra no tiene validez jurídica alguna.

No obstante su apoyo es importante, en cuanto a su continuidad en la sociedad mexicana pese al ostracismo que sufrió en 2006. Ha sabido sobrevivir esta parte del sexenio espurio de Calderón, con su séquito integro, y con una opinión pública favorable, aunque se hayan visto cuantas crisis de credibilidad, de posible expulsión del PRD, y el desacato de "Juanito" en la delegación de Iztapalapa en el Distrito Federal, donde su valedora, Clara Brugada, imposibilitada a la elección, accedió a ella mediante este anterior candidato, quien posteriormente no quería ceder el mandato. Todo esto terminó de forma favorable a AMLO, aunque también le costó un tanto de credibilidad en ciertos sectores de la sociedad.

Su capital político ha sido desde 2006 una permamente especulación. Entre que algunos le daban por cadaver político, a quienes siguien fervientemente atrás de su legado político no poco importante. De hecho si se analiza de esta forma, AMLO sufrió desde antes ya un fraude electoral en su estado natal, Tabasco, contra el mismo Madrazo, quien en el 2006 sería el candidato del PRI. Fue desaforado en pleno mandato de la alcaldía de la cd. de México, y su obstinación le fue un valor y un lastre en todo momento.

Si ahora se vuelve a presentar tan optimista frente a las elecciones venideras, en cierto modo, incluso tiene su razón de ser. Si consideramos que en vistas de 2012, el PRI se presenta como el partido más fuerte, con un candidato ya formalemente conocido y temido, el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, este promete una unidad de filas priistas implacble. El PAN a su vez es el que actualmente ostenta la presidencia bajo Felipe Calderón Hinojosa. Su actual legado político que a estas alturas se puede decir que se terminó por consolidar, si deja un gusto de fraude, de guerra al narco mal preparada, a la vez que se tiene que tomar como referente pese a toda objeción ideológica, pues el sexenio va a terminar pese a muchos que pronosticaban el contrario.

El Peje (AMLO) tiene claramente opciones para ganar las elecciones, aunque este momento sea prematuro para ello. Cuenta con el apoyo tanto del PRD, del mismo Jesus Ortega, quien dijo que confiaba en que Ebrard y López Obrador se pondrían de acuerdo para el 2012. A su vez tiene muchos comités de base que lo apoyan y Ebrard mismo no ha objetado en ningún momento por lo pronto esta intención presidencial. Hay y habrá que pasar todas las instancias necesarias para ello, y es casi seguro que como mínimo va a llegar a ser por segunda vez candidato a la presidencia, si acaso llega a juntar las fuerzas de izquierda con él. De cualquier modo, el mismo ha reiterado una cierta prudencia, al decir que hay que respetar los calendarios establecidos.

Primero habrá que sobrevivir este sexenio de la resignación. Apresurarse es darle la victoria a la derecha de forma prematura. La cautela y la organización podrán en un hipotético caso dar paso al cambio que se postergó en 2006. Al menos que para ello le vuelvan a aplicar un fraude electoral, pues en el fondo en ningún país se ha dado la bienvenida a los políticos rectos, por encima de las dificultades circunstanciales, y de los obstáculos políticos específicos.

Fuera la corrupción y el nepotismo de México
Fuera el mal gobierno de Felipe Calderón
Arriba la Resistencia Civil
AMLO 2012

Hasta la victoria siempre
Venceremos

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