lunes, 1 de diciembre de 2008

Sobre la consolidación del ALBA y la progresiva desdolarización de América latina

La semana pasada se constataron varios eventos de suma importancia para América latina. El primero es ante todo histórico, pues el ejercicio naval conjunto ente las fuerzas armadas de Rusia y Venezuela constituyen un precedente no visto con anterioridad desde la crisis de los misiles en Cuba en el año 1962. Este llamado de atención al norte además con la presencia del primer mandatario ruso en Caracas, junto a la cumbre del Alba, fueron el otro punto por mencionar. El Alba donde ya forman parte Nicaragüa, Bolivia, Venezuela, Honduras y Dominica, contó con la presencia de Medvedev, tomando una importancia cada vez mayor el interés ruso por estrechar sus relaciones económicas como políticas con América latina.

A la vez en este contexto surgió una firme voluntad de proceder a la desdolarización de la región. El dólar, moneda imprescindible hasta hace poco, está cayendo de forma constante y en esa tendencia arrastra a todas la economías ligadas a esta divisa consigo. Toda la región necesariamente podría ser metida en una etapa de recesión, si no logra desligarse de este lastre lo antes posible. Una propuesta hecha fue al de crear una moneda común, de la que solo se sabe la inteción política y la urgencia por países como Ecuador, que han sustituido su moneda nacional por el dólar estadounidense, y que ahora se ven afectados por su falta de amniobra en el ámbito financiero.

Este ámbito financiero que tradicionalmente predominaba en América mediante sus más fieles representantes como el Banco Mundial o el FMI (Fondo Monetario Internacional). La creación del Banco del Sur, este que aún está en fase de desarrollo podría enun furuto próximo adquirir una importancia vital, si es que las economías en cuestión toman la iniciativa de emanciparse financieramente del norte. En el caso de África la creación del Franco CFA, moneda común de numerosos países procedentes de la descolonización del imperio francés, fue al fin y al cabo un fracaso, porque al estar ligado en un principio al Franco francés, y ahora al euro, por ende una relación bastante desigual frente a la antigua metrópoli, han terminado por volver a imponer un imperialismo ahora en el ámbito monetario. La estructura económica surgida de los Acuerdos de Bretton-Woods hacen que la excesiva predominancia del dólar, y el callejón sin salida que representa hoy para muchos países, necesariamente deben de dar una pauta, de la cual América latina podría salvarse de los efectos nefastos productos de una crisis periódica que caracteriza al capitalismo desde sus mismos inicios.

Las semejanzas a la guerra fría son mera coincidencia. Rusia ha sido el tradicional contrapeso de EE.UU, más allá de toda tendencia armamentística, como lo es también en cierto modo China. Es un hecho reconocido que Rusia tiene una industria armamentística importante que no tendría problema alguno en hacer negocios con el cliente que sea, y en este caso es ante todo una alianza estratétiga, la cual está siendo creada por parte de Rusia, y por las economías americanas, que ven en este modo una forma de volver a un modelo más multipolar de fuerzas. Si de todas formas si no lo hace un país lo hará otro, de forma que entre los países productores de armas, como lo son Alemania, Suiza, España, Rusia o Italia o China, poco importa en realidad los usuarios y los fines de este. EL hacer diferencia entre venta legal e illegal solo sirve a la opinión pública las cual es tranquilizada de este modo. En cuanto a la efectividad de los embargos de armas, siempre hay una forma alternativa de hacer llegar las armas a los lugares de enfrentamiento, para eso siempre ha exisitido un vastísimo mercado negro desde Ciudad del Este hasta la Franja de Gaza.

Por ello estas tendencias que se ven plasmadas en estas nuevas relaciones que se etrelazan entre Rusia y el antiguo patio trasero de EE.UU. mientras que la Casa Blanca está en plena mudanza, son la antesala de lo que espera el 20 de enero de 2009, cuando se hará realidad la nueva administración Obama, y se desdibuje definitivamente un nuevo panorama político internacional.
Para América latina por lo pronto es más bien una oportunidad insólita de marcar su propia senda y dejar en los annales históricos la era Bush, que ha sido sumamente trágica para algunas naciones adictas a Washington, y beneficiosa para otros que sacaron el provecho para comenzar la real independencia de los pueblos americanos de todos los posibles colonialismo, y porfín consumir la era de los 500 años con la dignidad y la fortaleza de poder levantarse frente al imperialismo y decir basta a la explotación sistemática de los recursos americanos.

¡Arriba la dignidad de los pueblos de América!
¡Abajo las oligarquías!

Hasta la victoria siempre.
Venceremos.

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