domingo, 15 de junio de 2008

(Re)elección presidencial en Zimbabwe, o el comienzo de una guerra civil

La facción opositora del Movimiento del Cambio Democrático (MDC en sus siglas en inglés)ha accedido a persentarse finalmente a una segunda vuelta de las presidenciales en Zimbabwe. La fecha de la celebración quedó fijada para el 27 de julio del año en curso. Según el protocolo que exige la elección del presidente en Zimbabwe todo ha sido en el marco de la legalidad. Aunque basandose en lo que se oye por parte del MDC no todo es como lo exige una elección democrática. Sobre todo ciertas declaraciones hechas por el presidente saliente, Robert Mugabe, quien fiel a su estilo, sigue basándose en un discurso poscolonialista, polarisando el voto entre el mismo como el representante del Zimbawe independiente, y Tsvangirai como el títere occidental.

La figura de Robert Mugabe sigue siendo el mítico líder de la liberación de los pueblos africanos, y sin duda su pasado tiene momentos de gloria, cuando en África se estaban formando naciones de antiguas colonias europeas. Eran tiempos de profundos y radicales cambios, que inspiraron a muchos pueblos a encontrar una vía propia, independiente de los modelos coloniales antiguos. El socialismo fue un imán para la coformación de naciones que hasta hoy siguen con ese modelo ideológico, y en ciertos casos hay economías que tienen características comunistas. Una cosa es el ideal, que incorpora muchas demandas sociales, las cuales no todas son aplicables en toda su extensión. Esto puede deberse por varios factores, algunos ajenos a las posibilidades mismas del país, otras veces por falta de voluntad, o lo que también puede llamarse oportunismo político. Hay gente que asciende en el poder sin tener el perfil necesario para la responsabilidad que carga. Otras veces la corrupción puede llegar a la esfera más alta del estado, alejando cada vez más el gobierno de los gobernados, por alianzas con grupos de poder.

Este fenómeno es el que predomina en parte en Zimbabwe. El Zanu-PF seguía hasta hace poco como único partido que aglutinaba las esferas del poder, que en cierto modo ellos mismos implantaron desde la independencia de 1980. La consolidación de una oposición contra el poder monopolizado por Mugabe se encuentra en auge desde las últimas elecciones que fueron fuertemente concurridas por parte de una importante comunidad de zimbabwenses en el exilio sudafricano, que volvieron al país para apoyar al candidato opositor Morgan Tsvangirai del MDC. Lo paradójico de la situuación es que durante los años que lleva Mugabe en el poder, la economía se ha deteriorado sensiblemente. De ser un país con excedente agrícola, que exportaba a toda la región y considerado el granero de Africa austral, es el que más deficit de cereal registra. La expropiación de granjas en manos de propietarios blancos, es comunmente seguida por una repartición a africanos, que en algunos casos reciben una tierra bien cultivada, pero que no logran sostener, por las razones que sean. El efecto global que esto ha llecado es una continua baja de la producción, y como consecuencia hambruna, crisis alimentaria. La receta ha sido la misma desde los 80 hasta hoy. Solo que hoy el país conoce una hiperinflación de proporciones abismales, rondando entre 100 000 a 150 000%.

El las elecciones de segunda vuelta Mugabe se encuentra en una posición muy precaria, con una popularidad menguante, en un país sumido en el mercado negro y la corrupción omnipresente. Pese a todo sigue teniendo un seguito importante en su propio país y a nivel de la comunidad africana goza de un respeto, aunque ciertamente ha recibido alguna critica ya de parte de la Unión Africana. Para eso hay que ver como logró que lo dejaran entrar en territorio de la unión europea, cuando fue la reunión en Roma de la FAO, a pesar del veto que se le ha impuesto en todo el territorio de la UE, desde unos años ya.

Por no quedar como alguién partidario de la injerencia humanitaria, tan promovida por Bernard Kouchner, actual ministro de relaciones exteriores francés, dejaría la cuestión abierta para el pueblo de Zimbabwe de decidir si seguir con Mugabe o cambiar por un presidente nuevo, siempre y cuando el pueblo esté en condiciones de elejir. De lo contrario se estaría apoyando un régimen despótico y tiránico. Zimbabwe necesita urgentemente una reforma económica que vuelva a activar la agricultura, y también necesita una economía que no genere pérdidas crónicas tal como lo hace ahora. Es el único país que sin estar en guerra, presenta características de una que está decreciendo permanentemente. Si Mugabe fuera capaz de volver a levantar lo que ha undido en estos años, hasta merecería seguir en la presidencia. Lamentablemente no lo ha logrado, y ha tenido más de una oportunidad de hacerlo en dos décadas.

Ahora el ataque abierto que se ha lanzado al país da para dudar en las intenciones de Mugabe. Ha declarado que no colaboraría si las elecciones le resultan defavorables, con un presidente de la oposición, y mandaría a sus huestes a las armas. Ya desde antes el ejército había declarado no colaborar con el MDC, sino solamente con Mugabe como presidente. Esto quiere decir que ya se ha declarado que estas eleciones que se celebrarán el 27 de junio, serán la antesala de una guerra civil. De ganar Tsvangirai se repitrá lo que vimos recién en Kenia entre Kibeki y Odinga. Con todo esto, el que pretenda que el Zimbabwe da las condiciones necesarias para unas elecciones limpias y transparentes,lo invito a reconsiderar esa postura.

Esperemos que el 27 de junio se vuelva a observar la increible cuota de participación por los zimbabwenses, y ahí se verá posiblemente la voluntad del pueblo de seguir con su presidente octagenario,o si por el contrario quiere un cambio de gobierno, y de esa forma ver si ellos son más eficientes administradores de la maltrecha economía nacional.

Arriba la voluntad del pueblo de Zimbabwe
Abajo el mal gobierno

No hay comentarios: