jueves, 15 de mayo de 2008

Uribe en busqueda de un tercer mandato

El presidente colombiano Alvaro Uribe Vélez no se resigna a dejar el poder. Viendo de que la consitución colombiana solo permite dos mandatos solo le quedan dos caminos. Uno es cambiarla para la tercera reelección, pasandola como referéndum constitucional a la ciudadanía, la otra es el método ruso de hacer elejir un sucesor presidencial que le garantize el puesto de Primer Ministro, en la práctica más poderoso que el presidente mismo. Aún tiene hasta 2010 para resolver esa incógnita.

Uribe está intentando mejorar su imagen en los EE.UU ante la negativa de los demócratas de ratificar el TLC EE.UU-Colombia. Para ello extraditó a 16 paramilitares a EE.UU de forma de dar un gesto de buena voluntad en la colaboración en la lucha contra el narcotráfico en Colombia. Para ello tuvo a su vez que forzar algo la justicia colombiana, pero eso parece no ser trascendetal para Washington. La propaganda que lleva a cabo para criminalizar a sus enemigos políticos en la región, entre otros a Venezuela y a Ecuador no están teniendo los resultados esperados, pues su computadora mágica de Raúl Reyes se ha agotado , pues ya no se ha hecho alusión a ella, ni tampoco ha convencido en los tribunales internacionales para poner en el banquillo ni a Correa ni a Chávez.

La ola de desestabilización se ha frenado por momentos. En Bolivia la crisis se ha encauzado de vuelta en la vía legal al haberse encontrado un consenso sobre el referéndum revocatorio, del cual aún no hay fechas más precisas. En Ecuador la retirada de la base militar de la Manta de EE.UU se va a retirar en 2009 definiticamente, por lo que ya se está buscando nuevos sitios donde darle continuidad a la presencia militar estadounidense, posiblemente en Colombia.

Esto responde más que nada a la retirada inminente de Georg W. Bush, quien en 2009 se va a retirar de la escena política, y la expectativa aún persiste acerca de quien le sucederá, hasta que quede claro quien se presenterá como candidato democrata. Esto se llama el síndrome de "lame duck", pato cojo, que no es la primera vez que se observa en un presidente estadounidense en la recta final del segundo mandato. Quiere arreglar todo lo que aún no logró en su(s) mandato(s) anteriores.

Mientras que Venezuela resista las últimas iniciativas de Zulia de hacer un referéndum autonómico fuera de la legalidad no habrá más riesgo hasta que vengan las elecciones legislativas y departamentales de septiembre. Colombia seguirá siendo el baluarte de la presencia militar y política de EE.UU, mientras que se define el futuro político de Alvaro Uribe. El Polo Democrático tiene ahora la tarea de frenar en el campo político el posible referéndum constitucional. A ver si este si le gusta más a EE.UU que el que intentó pasar el presidente venezolano Hugo Chávez en diciembre 2007 y que perdió por más del 50%. Si al final la decisión la toma el pueblo, mediante las consultas avaladas por organismos internacionales. Pretender que llevar a cabo tal referéndum en las condiciones en las que se encuentran los colombianos en ciertas zonas del país controladas por la guerrilla, su resultado será de dudosa calidad.

Esta es la perspectiva por ahora, en la cual los cimientos de la oligarquía se encuentran tocados en su base pero no lo suficientemente como para peligrar demasiado sus intereses. No por nada que según cifras de la bolsa de Madrid donde cotizan importantes empresas transnacionales, las cuales están expandiéndose en el mercado latinoamericano, sus ganancias no se han reducido significadamente, a pesar de la crisis que reina en las bolsas de valores internacionales. A pesar de la inestabilidad está siempre el lema de "business as usual".

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