jueves, 13 de marzo de 2008

La criminalización de la izquierda latinoamericana

El reciente resurgimiento de la izquierda latinoamericana ha tenido la consecuencia que el enfrentamiento con su antípodo ideológico se ha reforzado a su vez. Ejemplos no faltan de esta nueva tendencia, con casos en todo lo largo del contintente.
Partiendo desde México, donde desde antes de las elecciones del 2006 se notaba un aire de represión hacia el PRD por parte del gobierno del PAN. Las sucesos posteriores solo han confirmado el rumbo político que quiere alcanzar la administración del presidente pelele Felipe Calderón. Entre reformas electorales y sobre todo la privatización de PEMEX, la intención de aislar los movimientos sociales, como toda formación de disidencia política queda evidente. La criminalización de cualquier persona relacionada con la APPO por parte de la justicia sigue igual de vigente que en el sexenio de Fox. Y esto no parece cambiar para mejor por lo pronto, con la tendencia actual.

Por el otro lado ciertos grupos de derecha en Bolivia ha recurrido desde el ascenso de Evo Morales, a medidas que rozan la legalidad y la ética, por el solo afán de no perder los privilegios que les brinda el estado actual de las cosas actualmente. En este caso todas las medidas han fracasado, pero su creciente pérdida de poder político los obliga a volverse cada vez más agresivos. En Ecuador la crisis diplomática llevó al presidente de Colombia a criminalizar a Correa y su gobierno, vinculandolo con la FARC, y acusándolo de financiarlos y albegarlos en territorio ecuatoriano.

De hecho la FARC es el pretexto perfecto para los intereses estadounidenses y ha logrado que dos de sus enemigos políticos estén ahora acusados formalmente, Correa y Chávez. El disco duro de la computadora de Raúl Reyes parece ser una fuente de pruebas invalorable, si se le quiere creer a Uribe.

La situación real de la guerrilla es incompatible con la forma que se quiere ver en el mando político y militar de Bogotá. Son muy numerosos, y los hay de todo tipo de envergadura, como de tinte ideológico. Por razones evidentes no se puede hacerle la guerra a todos a la vez. Eso implica hacer alianzas con unos, para poder atacar a otro. Eso mismo hizo Álvaro Uribe con las fuerzas de Autodefensas unidas de Colombia (AUC). Su desmovilización de paramilitares ha demostrado el fracaso que es, pues no ha cambiado demasiado, excepto que siguen haciendo lo que hacen, pero ya no están en la clandestinidad. La FARC en cambio tiene, o tenía alguna vez, un origen marxista, y su cercanía a la izquierda, ha supuesto que las relaciones entre la FARC y dos países fronterizos a Colombia, Ecuador como Venezuela, sean preferenciales.

En una guerra de este tipo no se puede prescindir de alianzas. Y hay dos niveles de enfrentamiento una es a nivel político y la otra militar. En ambos se están moviendo todos, Uribe, Correa y Chávez. Toda acusación de uno a otro es una estrategia de difamación, omitiendo que Uribe mismo ha estado involucrado en negociaciones con diferentes formaciones guerrilleras. Si Correa lo ha hecho no ha sido más que para llegar a un acuerdo con la FARC, y liberar enter otros a Ingrid Betancourt. Si alguien pretenda resolver el problema tendrá que colaborar con una fuerza de facto. Omitirlo es lo más hipócrita que se puede hacer, si no se quiere poner en riesgo de la vida de los rehenes en cuestión.

Según palabras de Georg W. Bush, ahora está dividido el continente, en partidarios de Uribe, o terroristas y demagogos. En definitiva es el golpe duro desde la sede del Consenso de Washington contra toda iniciativa que no sea compatible con los oligarcas. Todos somos criminales ahora,con tan solo pensar de otra forma que lo que impone el consenso neoliberal. Lo único positivo es que con el tiempo Uribe no podrá sostenerse más, aunque se saque el tercer mandato. Su popularidad está en declive. Le conviene no resolver el caso de paramilitarismo. Y mientras que esté en el mandato no resolverá nada. Solo una derrota electoral lo puede apartar del poder, si las guerrillas y los militares lo permiten.

1 comentario:

Anónimo dijo...

buen punto de analisis, debo leerlo mas de una vez....