martes, 8 de abril de 2008

Zimbabwe sin resultados electorales todavía---

El clima de incertidumbre es reinante ante un silencio persistente de los resultados electorales de las elecciones celebradas el 29 de marzo en Zimbabwe. No hay resultados publicados a pesar de la presión internacional. Lo único que si sucede es la represión sobre la oposición del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC). Se ha entrado por la fuerza en una de sus oficinas en Harare. Por el otro lado la misma Comisión Electoral está siendo el blanco de crítica por parte del gobierno de Robert Mugabe. Se ha dicho que las elecciones no fueron limpias, por lo que hay que volver a hacerlas. Al mismo tiempo resultan contradictorios los comunicados hechos por los portavoces gubernamentales, pues tampoco se ha descartado aún la segunda vuelta. En todo caso se acusa al MDC de haber hecho abuso de influencias. Resulta casi irónico tanta campaña mediática, cuando coinciden los argumentos, con los que se le acusaba anteriormente a las eleciones previas del Zimbabwe.

La retórica del Zanu PF sigue siendo la misma desde el año 1980, como lo demuestra una vez más la expropiación de los reductos de fincas de blancos aún presentes en el país. Después de años de repetir ese método, han demostrado que no pueden mantener un nivel de producción lo suficientemente elevado para el consumo interno. La intransigencia por parte del partido oficialista es más marcada que nunca, sobre todo por el hecho que el cerco mediático que era patente en el pasado está roto, y que eso conlleva a que salen a la luz las bien conocidas carencias del régimen en decadencia.Si en un tiempo razonable no salen los resultados de las elecciones, la estabilidad de la nación está en riesgo. No podrán ocultarlos mucho tiempo, si quieren guardar algo de credibilidad para fuera, como con su propia población.

El ejército juega aquí un elemento clave. Dependerá de su postura frente a la crisis institucional que sufre el país. Hasta ahora ha mantenido su idea de no reconocer a ningún otro jefe de estado que no fuera el saliente, por lo que queda evidente la interdepencia del Zanu PF y las fuerzas armadas. De ganar en una repetición de eleciones o en segunda vuelta Morgan Tsvangirai, es probable que se entre en una guerra civil, al menos que el ejército respalde el nuevo gobierno electo. De lo contrario de tener bandos políticos, puede que pase a una guerra étnica, como no es raro en el continente africano tan dividido en fronteras artificialmente impuestas en los tiempos de la descolonización.

El país está estancado en ese limbo donde no se saben los resultados, por lo mismo nada está dicho. El gobierno podrá mantenerse en este limbo poco tiempo, o se verá seriamente cuestionado por sus gobernados. La credibilidad de Robert Mugabe se encuentra en el más bajo nivel desde su ascenso a la vida política, después de la independencia del Zimbabwe. Todo intento de salvarse de lo peor hará más difícil retirarse honradamente de la presidencia, y lo dejará en las páginas de la historia como un tirano más que como el liberador de los pueblos de África.

Ante la opacidad de la información que parviene acerca de este tema, todo se puede esperar de un gabinete caído en desgracia, el cual solo se mantiene por le monopolio de violencia con el ejército. Tarde o temprano la voluntad del pueblo se podrá sobreponer a está encrucijada, pues como lo han demostrado una primera vez, el electorado ha visto lo que puede provocar con un acto cívico unido. Lo podrá volver a repetir y dejar en claro que:

el pueblo unido jamás será vencido.....

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